Qué ver en Lucca, la ciudad amurallada en la Toscana italiana

El patrimonio arquitectónico de Lucca es espectacular, empezando por su magnífica muralla.
Qué ver en Lucca, la ciudad amurallada en la Toscana italiana
Armando Cerra

Escrito y verificado por el historiador del arte Armando Cerra.

Última actualización: 26 julio, 2018

Lucca está a solo una hora de distancia de Florencia, la fabulosa capital toscana. Por ello, hacer una excursión hasta aquí es muy fácil. Y es una gran sorpresa para los visitantes, ya que hay mucho que ver en Lucca, una urbe histórica, con un rico patrimonio que permanece guardado como un tesoro con la protección de unas espectaculares murallas.

Las murallas de Lucca son mucho más que eso

Muralla de Lucca
Muralla de Lucca – ariadna de raadt

Antes de entrar al corazón de Lucca, merece la pena darse una vuelta por sus murallas. Tanto por el foso verde que la envuelve, como incluso por su parte superior.

Sí, es tal el volumen de esta construcción defensiva, que por su zona más alta discurre un camino de ronda, que ahora es una agradable senda en la que no faltan los árboles para proteger del fuerte sol de la Toscana.

Lo habitual al hablar de conjuntos defensivos como este de las murallas de Lucca sería deciros que subir a su parte alta es una fantástica ocasión para contemplar todo el casco urbano, tanto de la ciudad vieja intramuros, como la nueva extramuros. Sin embargo, aquí tenemos más cosas que contaros.

Es un sendero para caminar o pedalear durante 4 kilómetros. Se eleva 12 metros sobre el suelo de la ciudad y posee hasta áreas de juegos o de descanso en los espacios más amplios de los 11 baluartes que tuvo este amurallamiento.

Todo un conjunto defensivo construido entre los siglos XVI y XVII, pero que ahora es una zona de ocio muy atractiva para los vecinos y visitantes de Lucca.

Qué más ver en Lucca

Plaza del Mercado de Lucca
Plaza del Mercado – Alessio Catelli

Hay mucho más que ver en Lucca. Una vez recorridas esas murallas, ya hay que adentrarse en su casco histórico, que es todo un deleite. Más aún si se entra por la Porta de San Pietro.

Una vez franqueada esa entrada nos espera un entramado de pequeñas calles que conducen a plazoletas donde no suelen faltar las exquisitas cafeterías italianas, así como las pizzerías y trattorias para degustar la gastronomía más famosa del mundo.

Decimos plazoletas, pero también pueden ser mucho más amplias, como la gran plaza del Mercado, cuya forma ovalada nos recuerda que aquí estuvo el anfiteatro romano. Así como hay otras plazas de tamaño considerable, tanto, como la que sencillamente se llama Piazza Grande y acoge el Palacio Ducal.

El rico patrimonio de Lucca

Catedral de Lucca
Catedral de Lucca – Stepniak

Lo que hemos nombrado hasta ahora no son más que pinceladas sobre el patrimonio histórico de Lucca, ya que como es habitual en la Toscana, estamos hablando de una urbe que rebosa arte por todas sus esquinas.

Otro ejemplo lo hallaremos en la plaza de San Martino, donde se eleva la catedral. Un templo románico con una fachada espectacular. Pero eso no es más que un anticipo, ya que en su interior guarda una auténtica obra maestra de la pintura italiana: la Última Cena de Tintoretto.

Y todavía nos quedan muchas otras muestras del patrimonio que es imprescindible ver en Lucca. Por ejemplo, no hay que perderse la iglesia y el baptisterio de San Giovanni y Santa Reparata. O la basílica de San Frediano. O la Torre delle Ore, que desde el siglo XIII es la más alta de todo el conjunto.

El hijo más ilustre de Lucca

Calle de Lucca
Casco antiguo – ariadna de raadt

No obstante, hay que decir que el patrimonio de Lucca no solo se compone de arquitectura, pintura o escultura. Una parte muy importante del mismo es la música. ¿Por qué? Porque aquí nació el célebre compositor Giacomo Puccini.

Hay toda una ruta que nos recuerda a esta celebridad. Comenzando por su casa natal en via de Poggio y siguiendo por via Filungo, donde todavía permanece abierto el Caffe di Simo, al que tantas veces acudió el músico.

“Sin música, la vida sería un error.”

-Friedrich Nietzsche-

Es tal el fervor en Lucca por el compositor, que no os extrañe que durante vuestra estancia haya alguna representación de sus creaciones. Por ejemplo, con recitales en alguna de las iglesias o montajes operísticos en el histórico Teatro de Giglio. Si podéis elegir, haced el viaje a Lucca en primavera y verano, cuando se celebran este tipo de actos.