Prohibición del coche diésel y gasolina, tendencia en Europa

La grave amenaza que supone el cambio climático exige la adopción de medidas drásticas. Una de ellas afecta a los vehículos de gasolina y gasoil.
Prohibición del coche diésel y gasolina, tendencia en Europa
Armando Cerra

Escrito y verificado por el historiador del arte Armando Cerra.

Última actualización: 28 mayo, 2019

La prohibición del coche diésel y gasolina cada vez está más cerca en muchos países del Viejo Continente. La razón es obvia: controlar las emisiones de gases a la atmósfera. Una política polémica, pero inevitable para luchar contra el cambio climático en el planeta.

Prohibición del coche diésel y gasolina en 2040

Los plazos para evitar el calentamiento global cada vez son más cortos, y la aplicación de medidas drásticas debe tener un carácter de urgencia. Por eso, una decena de países de Europa ya tiene prevista la prohibición del coche diésel y gasolina para el año 2040.

Si hacemos cuentas, está claro que quedan poco más de 20 años para el cumplimiento de esa medida. Pero, en realidad, el tiempo pasa muy rápido. Además, hay que ir adaptando otras medidas previas, para el que cambio no sea de un día para otro.

Tubo de escape de un coche

Y no solo Europa mira a ese futuro

Los países europeos son la avanzadilla en esta política de prohibición del coche diésel y gasolina, pero no son los únicos. De hecho, una de las grandes noticias en este sentido es que dos países tan superpoblados como la India o China se están implicando en la misma dirección.

Está claro que tanto Europa como los dos gigantes asiáticos tienen intereses económicos en el sector del automóvil. Sin embargo, es inevitable que todos tomen conciencia del grave problema ambiental que amenaza al planeta.

Diésel, gasolina y hasta híbridos

Pese a los encuentros internacionales, como la Cumbre del Clima, la verdad es que no hay unos planteamientos comunes en la política ambiental. Cada país lleva su propia legislación.

Hay estados con normas más duras y avanzadas y otros con un espíritu más laxo. Por no hablar de aquellos países que apenas llevan a cabo medidas de protección para el medio ambiente, primando la economía sobre cualquier otro factor, tal es el caso de Estados Unidos en los últimos tiempos.

Pero, como estamos hablando en clave positiva, mencionemos los países que están adoptando las medidas más valientes en esta línea. Algunos no solo plantean la prohibición del coche diésel y gasolina, incluso añaden a esta categoría los vehículos híbridos, que, al fin y al cabo y aunque en menor medida, también son emisores de gases nocivos.

Los plazos se acortan

Calle de Ámsterdam con bicis y coches

Otro punto que se puede destacar entre las medidas más adelantadas para afrontar la prohibición del coche diésel y gasolina es adelantar la fecha de esa prohibición. En líneas generales, se planteó la fecha de 2040 como año límite, pero hay gobiernos que promueven un adelanto.

Por ejemplo, Dinamarca, Holanda e Irlanda se han comprometido hacerlo en 2030. Un año que en breve también firmarán Eslovenia y Suecia. Mientras, Noruega ha puesto como fecha tope el 2025. Y en Austria ha surgido la pretensión de hacerlo en 2020, ¡al año que viene!

Medidas previas

Está claro que la prohibición del coche diésel y gasolina tiene dos vertientes. Por un lado, está la prohibición de la venta de ese tipo de vehículos. Y por otro, la imposibilidad de circular. Con ese objeto, hay que llevar a cabo políticas progresivas, con diferentes medidas que atañen tanto a fabricantes como a usuarios.

De ahí que se premie, por ejemplo, la fabricación de coches eléctricos y no dependientes de los combustibles fósiles. O que se cargue con más impuestos a los vehículos más contaminantes, tanto por el combustible empleado como por sus potencias.

La ciencia lleva a la prohibición

Coches en Nueva York

El asunto de la prohibición del coche diésel y gasolina no es un tema caprichoso. En absoluto, está avalado por infinidad de estudios científicos, que nos dicen que no disminuir la emisión de gases de efecto invernadero puede supone un colapso total para la vida en el planeta.

El calentamiento es innegable y los estudios confirman que eso tendría condiciones catastróficas en los ciclos de vida o en la subida del nivel de los océanos, con la consecuente inundación de las costas actuales.

En definitiva, se busca que en el planeta, las emisiones de los gases de efecto invernadero se rebajen hasta en un 80% a mediados del siglo XXI resepcto a las cifras de 1990. Es lo que se ha llamado la descarbonización. Es un asunto en el que parece que están implicadas muchas instituciones europeas y en el que deberíamos involucrarnos todos los ciudadanos.