El fascinante Parque Nacional de Uluru‐Kata Tjuta en Australia
Uno de los iconos naturales más representativos de Australia es una roca gigante de color anaranjado y cima achatada. La encontramos en el Parque Nacional de Uluru-Kata Tjuta, un lugar fantástico que alberga otros muchos atractivos. Hoy te queremos invitar a que nos acompañes a este sitio sagrado y hermoso. ¿Te animas?
Historias, mitos y naturaleza: Uluru-Kata Tjuta
El Parque Nacional Uluru-Kata Tjuta se sitúa en el “territorio del Norte” australiano y abarca 1326 km². Dentro de su extensión se levanta la cadena rocosa Kata Tjuta y su joya más preciada: la formación rocosa Uluru.
El “centro rojo” del país consta de 36 formaciones similares (de piedra arenisca con una antigüedad de 500 millones de años) en un radio de 20 kilómetros, y la más alta es el monte Olga (en honor a la Reina Olga de Wuttemberg). El parque es dirigido por la tribu originaria de la zona, los anangu, en conjunto con la Asociación de Parques Australianos. Vale decir que este pueblo vive allí desde hace miles de años y creen que toda la región es sagrada.
Kata Tjuta quiere decir en idioma local “muchas cabezas”. Y son muchas las leyendas (la mayoría se mantienen en secreto entre los nativos) que giran en torno a estas rocas y por ello es un recinto muy especial. Por ejemplo, una de ellas indica que el Gran Rey Serpiente Wanambi vive en la cima del monte Olga y solo desciende durante la estación seca.
El color ocre-anaranjado es el predominante en Uluru-Kata Tjuta y las tonalidades cambian según el momento del día o la época del año. Para poder recorrer y maravillarte con la grandiosidad de estas rocas existen paseos y senderos de diferente dificultad. ¡No hay nada más bonito que ver el atardecer en las dunas, con vistas panorámicas de todo el parque! Y ni que hablar de observar cuando el sol sale entre los picos… ¿especial? ¡Sin duda!
La caminata más corta dentro de la reserva tiene 2,6 kilómetros de extensión y se llama Walpa Gorge. La más larga es de 7 kilómetros y llega hasta el valle de los Vientos (bastante empinado el camino, pero vale la pena hacerlo entre lechos de arroyos para llegar a los miradores de Karingana y Karu).
Hay que destacar que no se realizan paseos de ningún tipo entre diciembre y enero si las temperaturas alcanzan los 36°C. Es mejor ir bien temprano para evitar el calor sofocante.
El centro cultural Uluru-Kata Tjuta está dentro del parque y es realmente interesante. Podrás descubrir aspectos sobre la vida del pueblo nativo y el porqué de cada sendero (te recomendamos que lo visites antes de emprender el recorrido). También te ofrecen talleres de pintura y arte o clases sobre la ley tradicional que guía al pueblo, la Tjukurpa.
Uluru, la joya del parque
Si bien todas las formaciones rocosas del parque nacional Uluru-Kata Tjuta son bonitas, hay una (ya la hemos mencionado) que llama la atención y se lleva la mayoría de las miradas y los flashes: Uluru (o Ayers Rock en inglés, en honor al primer ministro británico Henry Ayers). Se trata de uno de los mayores monolitos naturales del mundo: casi 350 metros de altura, 9 kilómetros de contorno y 2,5 bajo tierra.
La superficie de Uluru cambia de color según cómo los rayos solares incidan sobre la roca de arenisca. Al atardecer, por ejemplo, se vuelve rojo brillante y cuando llueve (algo muy poco común en pleno desierto australiano) adquiere una tonalidad plateada con franjas negras.
Uluru es, por supuesto, sagrada para los anangu. Ellos creen que protege a los hombres de su pueblo desde el inicio de los tiempos. No te puedes perder de verla en dos momentos mágicos del día: al amanecer y al atardecer. Algunas personas optan por sobrevolarla en helicóptero o en globo aerostático.
“La naturaleza es un poema que yace oculto bajo una forma secreta y maravillosa.”
-Juan Eusebio Nieremberg-
Si te gusta mejor estar en tierra ¿qué tal un recorrido en camello o en una motocicleta Harley Davidson? Aunque sea posible escalar Uluru no está permitido. No se trata de una cuestión de seguridad (que estaría bien fundada) sino que al tratarse de un sitio sagrado para los nativos nadie tiene la autorización para llegar a la cima por respeto a las costumbres ancestrales.
Además de ver formaciones rocosas en el parque, los alrededores de Uluru son el hogar de más de 170 especies de aves, así como también los famosos canguros y walabíes (los verás pasar corriendo por la arena). Las pocas plantas que crecen en la región son usadas por los anangu como medicina, seguramente en tu recorrido el guía te contará sobre las propiedades de algunas de ellas.