El Panteón Real de San Isidoro, la Capilla Sixtina española
La Basílica de San Isidoro de León es un auténtico tesoro artístico. Además de por su especial gusto y cuidado arquitectónico y por sus espectaculares dimensiones, esta abadía es famosa por el Panteón Real que alberga en su interior. Y es que la profusa decoración de sus bóvedas es realmente espectacular.
El Panteón de San Isidoro, un auténtico tesoro
Se dice que la Capilla Sixtina española se halla en el Panteón de los Reyes de San Isidoro de León, y no es para menos. En este sagrado espacio fueron enterrados los grandes reyes y reinas de la Corona de León, y aquí se pintaron de los más bellos murales de la pintura al fresco española.
Las imágenes representan 3 importantes ritos litúrgicos, basándose para ello en las creencias mozárabes. Conviene comenzar por el conjunto dedicado a la Navidad. Desde allí podremos realizar correctamente el recorrido visual en orden. Simplemente tendremos que mover nuestra vista como las agujas del reloj.
“Viajar solo sirve para amar más nuestro rincón natal”
– Noel Clarasó –
Ciclos litúrgicos pictóricos en San Isidoro
1. Navidad
En el ciclo litúrgico navideño los frescos muestran varios momentos importantes de la historia de Cristo. La primera es la Anunciación, en la que el ángel Gabriel se le aparece a la Virgen para informarla de que está esperando el hijo de Dios. A esto le sigue la Epifanía, en la que puede verse cómo Jesús toma presencia humana en la Tierra.
El nacimiento de Jesucristo, también denominado Natividad, es la siguiente estampa. Está acompañada de cerca por la Anunciación a los pastores, que, por sí sola, es una de las imágenes más llamativas y poderosas del techo. Esta, de hecho, es la protagonista absoluta de una de las bóvedas.
Allí también se nos narra la huida a Egipto por parte de la Sagrada Familia. Estos huyeron por miedo al rey Herodes, quien terminó por ordenar la muerte de todos los bebés recién nacidos. Por supuesto, esta escena también tiene lugar de honor en la bóveda contigua.
2. Pasión
La Última Cena se incluye en el ciclo litúrgico de la Pasión si nos basamos en el canon habitual. A pesar de esto, en San Isidoro se le ha concedido un espacio de honor ocupando todo un techo. De este modo, el sufrimiento padecido por Cristo antes de su crucifixión y el anuncio que hace de su muerte ante sus apóstoles cobran igual importancia visual.
Por su parte, la escena de la Cruz se halla en la pared de la zona correspondiente al Cristo apocalíptico del que hablaremos a continuación.
3. Resurrección
La Gloria de Cristo viene representada por medio del Pantocrátor en otra de las bóvedas. También conocido como el Todopoderoso, es una de las de las imágenes más llamativas de las arcadas. Se encuentra en uno de los techados del centro de la gran sala funeraria.
Más al fondo nos topamos de bruces con una escena del Apocalipsis. La pintura está basada en el Evangelio de San Juan. Posee un carácter profético, puesto que hace referencia al futuro crítico del mundo.
Una arquitectura envidiable
El espacio interior de esta cripta está dividido en tres naves. Dichas naves están separadas entre sí por medio de diferentes arcadas. Y es que nada menos que 7 arcos son los responsables de mostrar su gran belleza pictórica a los visitantes.
Se trata de uno de los más bellos y llamativos ejemplos del arte pictórico románico. Además, es sin duda, uno de los mejor conservados. Esto resulta muy curioso, ya que el emplazamiento hizo las veces de cuartel.
Durante la Guerra de la Independencia española, los franceses se apoderaron del panteón. Es más, debido a la escasez de recursos con que contaban se vieron obligados a sacar a los muertos de sus respectivas mortajas. Lo hicieron con el fin de que sus caballos tuviesen bebederos y comederos en los que abastecerse.