El espectacular palacio de Mysore en la India
La India, en el exótico continente asiático, es uno de los países más increíbles y bellos sobre la faz del planeta. No es casualidad que dentro de sus fronteras encontremos algunos de los lugares más bonitos del mundo, como es el caso del palacio de Mysore, una construcción espectacular y hermosa con magníficos tesoros en su interior.
Mucha gente identifica la India con el célebre Taj Majal y no conoce mucho más sobre este país impresionante con mil millones de habitantes. Sin embargo, rincones como el palacio de Mysore demuestran que aquello es mucho más que las célebres postales por todos vistas en algún momento de nuestras vidas.
El palacio de Mysore
El Palacio Real de Mysore se encuentra ubicado en la población del mismo nombre que el citado edificio y es un complejo que ha servido como residencia al maharaja de Mysore, perteneciente a la dinastía Wodeyar.
Sin embargo, la historia del palacio de Mysore es muy amplia y extensa si nos remontamos en su pasado, ya que pese a ser levantado inicialmente durante el siglo XIV, ha sido ampliado, derruido y vuelto a construir en diferentes ocasiones desde entonces.
Por tanto, el palacio de Mysore que se puede disfrutar en la actualidad fue en realidad levantado en 1897, terminado en 1912 y ampliado en 1940, obra de un arquitecto inglés llamado Henry Irwin, que usó el peculiar estilo historicista indo-sarraceno.
“Nuestra recompensa se encuentra en el esfuerzo y no en el resultado. Un esfuerzo total es una victoria completa”
–Mahatma Gandhi–
Hay que añadir que el palacio de Mysore se encuentra en el estado indio de Karnataka, cercano a las playas de Gokarna y las ruinas de Hampi, diferentes atracciones turísticas de la zona que la convierten en una visita obligada en este subcontinente asiático.
¿Cómo es el palacio de Mysore?
Como decimos, el arquitecto inglés Henry Irwin levantó el maravilloso palacio de Mysore bajo los singulares preceptos del estilo indo-sarraceno, que aporta además una mezcla de arte hinduísta, musulmán y gótico.
Logró con ello una fachada exterior verdaderamente espectacular de tres pisos en granito gris coronada por diferentes torres con cúpulas ocres y doradas.
Una vez nos adentramos en las diferentes estancias del maravilloso palacio de Mysore, nuestra vista se ciega con rincones verdaderamente increíbles gracias a la impresionante decoración de las diferentes salas, que incluso sirvieron para acoger al Consejo de Estado.
Siguiendo el paseo por el palacio de Mysore llegamos al Gombe Thotti, traducido como el Pabellón de las Muñecas. Quedarás impresionado con un total de 84 kilos de oro cubriendo una silla plataforma que antaño se usaba para portar a pasajeros ilustres sobre los elefantes.
A lo largo de las paredes del palacio de Mysore se pueden contemplar maravillosas pinturas de época pertenecientes a los albores del siglo XX. En ellas se vislumbran desfiles en las inmediaciones de la edificación real, procesiones y otras escenas típicas de su tiempo de honra.
Siguiendo la ruta por el palacio de Mysore llegamos a los exuberantes jardines y patios. Entre ellos, encontramos el impresionante Salón de Bodas, conocido como Mantapa Kalyana. Antaño, enlaces reales y funciones de los nobles tenían lugar en esta zona de la construcción.
Otros rincones interesantes del palacio de Mysore
Siguiendo con las bondades y lugares espectaculares del palacio de Mysore, encontramos por ejemplo la sala de retratos, repleta de cuadros, turbantes y otros trajes clásicos de la época que se exponen en increíbles vidrieras.
Y si te gusta el vidrio, no te pierdas la colección de cajas de este material que se exponen en el palacio real. Perfectas para los obsequios a los nobles de antaño, son de una belleza increíble.
En realidad, el palacio de Mysore sigue siendo hoy en día un gran ejemplo de la opulencia real de otros tiempos, por lo que todavía conserva gran parte de su historia reciente y sus encantos, como las puertas con incrustaciones de marfil, por poner un pequeño ejemplo de la magnificencia del edificio.
No cabe duda alguna de que el palacio de Mysore es un gran ejemplo de la forma de vida real en la India reciente y un lugar fantástico en el que se unen la historia del gran país asiático con la belleza y la opulencia más sorprendente de la que es capaz de ofrecernos aquel magnífico subcontinente.