Visita el Palacio de la Magdalena de Santander
El Palacio de la Magdalena de Santander seguramente sea el rincón más carismático de la capital de Cantabria. Una bella construcción que se alza en una península del mismo nombre y que es visible desde todo el frente marítimo santanderino. Sin duda, uno de los grandes reclamos de esta hermosa ciudad del norte de España.
La Magdalena de Santander, más que un palacio
Desde lejos se distingue la construcción del propio Palacio de la Magdalena de Santander. Pero es más que eso. El edificio está rodeado por un bosque de casi 25 hectáreas.
Un lugar que se convierte en uno de los principales lugares de asueto para los vecinos. Y también es una visita imprescindible para los turistas. Aquí pueden hacer picnic y hasta disfrutar de un pequeño zoo marino, ideal si se viaja a Santander con niños.
La entrada a la península de la Magdalena de Santander
Si vais por tierra a la península de la Magdalena de Santander tendréis que acercaros por la avenida de la Reina Victoria y la calle Juan de Borbón. Desde ahí se ve el paso al parque. Un acceso que se cierra por la noche y que solo es peatonal.
No obstante, otra opción es llegar por mar, e incluso caminando por las playas de la bahía. Una es la propia playa de la Magdalena y otra la del Bikini.
El Palacio de la Magdalena, un palacio real
A comienzos de siglo XX, gracias a su clima y sus playas, la capital cántabra se convirtió en uno de los destinos predilectos de la familia real española. Por eso las autoridades locales decidieron construirles una residencia majestuosa. Ese fue el origen del Palacio de la Magdalena, construido entre 1908 y 1912.
Fue un regalo para los reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia. Así, durante muchos años, hasta 1930, la familia real no faltó a sus vacaciones santanderinas.
Y siempre ocuparon esta maravilla constructiva, que presenta un aspecto estrechamente ligado a los palacios de Inglaterra. Algo que tiene explicación en el hecho de que Victoria Eugenia era de origen británico y así aplacaba la posible nostalgia de su tierra natal.
La Universidad Internacional Menéndez Pelayo
Tras esa época de esplendor, el palacio pasó por varios usos, incluido el de hospital. Si bien desde 1941, fue propiedad de Juan de Borbón, el hijo de Alfonso XIII. Y así se mantuvo hasta 1977, cuando lo compró la ciudad.
De esta manera, más tarde se acometería su reforma. Ello permitió, entre otras cosas, que el Palacio de la Magdalena sea la espectacular sede de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.
Pero no solo eso. También puedes visitar el Palacio de la Magdalena de Santander aunque no seas universitario. Entre otras cosas porque en su interior se ha creado un curioso museo, donde se descubren todos los vínculos de la ciudad con la monarquía española. Eso sí, hay que reservar previamente.
Los edificios de la Magdalena
El palacio, con sus dos espectaculares entradas, sin duda alguna es la construcción más llamativa del conjunto. Pero no la única. Hay más que ver en sus cercanías.
También se descubren las que fueron las caballerizas reales. Estas están en una de las zonas naturales más bellas de la península, y actualmente sirven como residencia para los estudiantes de la Universidad de Verano.
Y muy cerca de las caballerizas está el edificio del Paraninfo, el cual ya se concibió para ese uso desde su construcción en los años 30. Por eso, su estilo es diferente a las obras anteriores, sin duda, más pintorescas y británicas.
Visitar la Magdalena de Santander
En definitiva, que si haces un viaje a Santander, no te puedes perder el paseo por la península de la Magdalena. Un verdadero placer y un privilegiado mirador sobre la bella bahía de Santander.
Y por si fuera poco, puedes preparar tu visita, tanto individual como por grupos y guiada, al interior de un palacio que es parte de la historia de la ciudad desde hace poco más de 100 años. Todo un lujo, ¿no crees?