Recorremos Olimpia en Grecia, cuna del deporte
Ubicada a los pies del monte Cronio y a orillas del río Alfeo, Olimpia fue una ciudad de la Antigua Grecia muy importante para este imperio y lugar donde se celebraron los primeros Juegos Olímpicos en el año 776 a.C. (continuaron cada cuatro años hasta que el emperador Teodosio los abolió en el siglo IV). ¿Te gustaría visitar esta ciudad deportiva y religiosa griega? Entonces sigue leyendo este artículo.
Historia, juegos y religión: Olimpia
Ubicada al oeste de la península del Peloponeso, sin duda Olimpia es un lugar perfecto para los amantes de la historia griega. Los juegos que allí se disputaban estaban dedicados al dios Zeus y formaban parte de las cuatro competiciones panhelénicas de la Antigüedad (en Delfos, Argos y Corinto).
Se celebraban cada cuatro años en los meses de junio, julio y agosto. La medida del tiempo se llamaba “olimpiada” y se empleaba también para otros asuntos de la vida cotidiana. Las carreras de carros, el lanzamiento de jabalina y disco y la lucha eran algunas de las disciplinas que los hombres (desnudos) debían ganar. Vale decir que había un solo vencedor por juego y que ese hombre, según se creía, se parecía a Zeus. No estaban permitidas las mujeres entre el público y mucho menos como atletas.
En lo que se refiere a la religión, el monte Olimpo también es destacado. Allí, en un templo, se encontraba una enorme estatua de Zeus hecha por Fidias en oro y marfil. Muy cerca de los restos de este recinto se ha encontrado el lugar en el que estuvo el taller del escultor.
Alejandro Magno usó Olimpia para anunciar en el 324 a.C. su Rescripto sobre los desterrados y durante la dominación romana la ciudad se enriqueció notablemente, se construyó un gran palacio para Nerón y se prohibieron los juegos. Tras la invasión bárbara pasó a ser una pequeña aldea posteriormente abandonada y enterrada por los aluviones del río Alfeo.
Ya en la modernidad, en el año 1829, se llevaron a cabo excavaciones que dieron con una estatua de Hermes y otros objetos de valor. En el siglo XX el antiguo estadio fue desenterrado y desde 1896 es el lugar donde se enciende la llama olímpica que da inicio a los juegos cada cuatro años. Se sigue empleando el mismo sistema antiguo: el reflejo de la luz solar en un espejo parabólico.
Para terminar esta síntesis histórica, una nota de color: en los Juegos Olímpicos del 2004 celebrados en Atenas, las pruebas de lanzamiento se llevaron a cabo en el estadio de Olimpia.
“El deporte tiene el poder de transformar el mundo. Tiene el poder de inspirar, de unir a la gente como pocas otras cosas…Tiene más capacidad que los gobiernos de derribar las barreras sociales.”
-Nelson Mandela-
¿Qué ver en Olimpia?
Los amantes de la historia griega y sobre todo de los Juegos Olímpicos no pueden dejar de visitar este lugar, al que se llega en coche o en autobús (aproximadamente dista 350 kilómetros de la capital griega) por autovía o carretera. El tiempo de viaje es de unas 5 horas.
Una vez que llegues a Olimpia visita el área arqueológica con el estadio original donde se disputaban las competencias hace unos tres mil años, el templo de Zeus, el gimnasio donde entraban los atletas y el estudio de Fidias.
Por supuesto, tienes que recorrer el Museo Arqueológico de Olimpia, que alberga todos los restos hallados en la zona y es uno de los mejores del país (destacan los vestigios del templo de Zeus y las salas dedicadas a la prehistoria y a las terracotas monumentales). También debes visitar el Museo de los Juegos Olímpicos que contiene muchos objetos, pinturas y mosaicos que relevan la importancia de las competiciones.
El santuario de Olimpia
El conjunto fue construido en diferentes períodos históricos (arcaico, clásico, helenístico y romano) y tiene una extensión de 625 metros.
Entre los puntos más destacados se encuentran los edificios Filipeo, Hereo, Pelopio y Pritaneo; el sendero con arcos hacia el estadio y el mismo estadio; el templo y el altar de Zeus; el gimnasio, la palestra, el taller de Fidias, la basílica paleocristiana, los baños griegos, los hostales y las Villas de Nerón.
Si bien muchas de estas construcciones ya no existen o están en ruinas, hay un mapa o plano que indica a la perfección donde se ubicaba cada elemento. ¡Es realmente maravilloso imaginarlo completo y en su época de esplendor!