Visitamos la monumental Pastrana en Guadalajara
Pastrana es uno de los destinos obligados para todo aquel que haga un viaje a la Alcarria, la región más emblemática de la provincia de Guadalajara. Allí nos espera una población que en muchas ocasiones también es conocida como la villa de la princesa de Éboli. Un lugar con un magnífico patrimonio histórico y artístico y con un entorno natural muy hermoso, en cuyas inmediaciones discurre el río Tajo.
Pastrana, la villa de la princesa de Éboli
La hija más ilustre de Pastrana fue la aristócrata Ana de Mendoza y de la Cerda, una noble muy influyente en la corte del rey Felipe II. Si bien, tanto intrigó que acabó encerrada por orden de ese mismo rey. De hecho, murió encerrada en el Palacio Ducal de Pastrana, mirando la Plaza de la Hora desde sus ventanas enrejadas por orden directa del monarca.
“Nos ponen en cárcel oscura , que nos falta el aire y el aliento para poder vivir.”
– Ana de Mendoza y de la Cerda –
Qué ver en Pastrana
1. La Plaza de la Hora y el Palacio Ducal
Esta es la zona más monumental de Pastrana, la gran Plaza de la Hora ubicada en el centro de la población a la que accedemos por un arco de piedra. Esta plaza es precisamente donde se encuentra el Palacio Ducal, una construcción que fue mandada construir a mediados del siglo XVI por la abuela de la citada princesa de Éboli.
La obra la realizó uno de los arquitectos y escultores más prestigiosos del momento, Alonso de Covarrubias, quien también trabajó en otros lugares de Castilla-La Mancha, como Sigüenza o Toledo. En definitiva, este gran palacio ya no está habitado, aunque si es visitable e incluso se puede asistir en él a los cursos de verano que aquí programa la vecina Universidad de Alcalá de Henares.
2. Colegiata de Nuestra Señora de la Asunción
Este templo de la Colegiata de la Asunción, ubicado al final de la Calle Mayor, vendría a ser el segundo gran monumento de Pastrana. Cuando lleguéis hasta ello, tal vez no os impresione su fachada, pero si entráis descubriréis un interior plagado de tesoros artísticos como las pinturas y talles del retablo del altar mayor o el espectacular órgano situado en el coro.
3. La Casa del Deán y otras casonas de Pastrana
El rango de colegiata de la anterior iglesia, obligaba a que fuera dirigida por un deán, el cual por supuesto tenía una magnífica casona, que hoy forma parte del patrimonio de Pastrana. Pero hay varias residencias palaciegas en esta población de la Alcarria, como por ejemplo el Palacio Viejo que fue hospedería de la Orden de Calatrava o la llamada Casa de la Inquisición.
4. Museo de Tapices
Uno de las joyas ocultas en esta población alcarreña es su Museo de Tapices. En su colección se conservan cinco tapices flamencos elaborados en el siglo XVI. Unos tapices enormes, de unos 12 metros de largo por 4 de ancho.
Pero no solo destacan por su tamaño, también lo hacen por la calidad de su tejido en el que se relatan las conquistas africanas que hizo el rey Alfonso V de Portugal. Allí se cuenta como ese monarca conquistó ciudades como Tánger, si bien es cierto que esos lugares del actual Marruecos se representan con las formas de una ciudad del norte de Europa, ya que fueron unos tapices tejidos en los talleres de Tournai (Bélgica).
5. La Fuente de los Cuatro Caños
Antes ya hemos nombrado la calle Mayor, pues bien al recorrerla camino de la Colegiata os recomendamos desviaros un poco a la derecha y llegar hasta la fuente de los Cuatro Caños. Ella en sí misma, es otro de los grandes monumentos renacentistas de Pastrana y uno de sus grandes símbolos.