Las 7 montañas más inspiradoras de Sudamérica
No es fácil elegir las montañas más inspiradoras de Sudamérica. El continente, atravesado completamente por Los Andes, es una impresionante colección de relieves, caprichosos y sorprendentes, que dan lugar a parajes bellísimos. No solo son las cumbres, sino también el espectacular entorno natural donde se ubican.
La mayoría de las montañas de Sudamérica son también el hogar de fabulosas especies de flora y fauna. Así mismo, comprenden una diversidad cultural muy interesante, ya que con frecuencia han sido lugares sagrados de comunidades ancestrales, o asiento actual de pueblos milenarios.
Dentro de las montañas más inspiradoras de Sudamérica hay dos que se disputan tener las cumbres más elevadas del mundo. Otras también son lugar obligado para los amantes de la escalada y el alpinismo. Hay para todos los gustos, y enseguida te presentamos nuestra selección.
1. El monte Fitz Roy
También se le conoce como cerro El Chaltén, y se ubica en la Patagonia argentina. Está al norte del Parque Nacional de los Glaciares, en los límites con Chile. Se le considera una de las montañas más difíciles de escalar del mundo.
El monte Fitz tiene una belleza enigmática y una majestuosidad que sobrecoge. Sus crestas se disputan las alturas con las nubes y los glaciares, formando un espectáculo imponente. Toma impresionantes coloridos, según la iluminación del sol.
2. El Chimborazo
El Chimborazo es la montaña más alta de Ecuador y el punto más alejado del centro de la Tierra. Si se mide desde este centro, es la montaña más alta del mundo, superando al Everest. Está rodeado por una reserva de producción faunística, y por eso es la delicia de los montañeros.
La falda de la montaña da hacia las tierras costeras del Pacífico, por un lado, y hacia la selva amazónica por el otro. Sin duda, una de las montañas más inspiradoras de Sudamérica.
3. La Sierra Nevada de Santa Marta
La Sierra Nevada de Santa Marta está ubicada al norte de Colombia, en la reserva natural del mismo nombre. Fue declarada Reserva de la Biosfera por la Unesco. Ver el Caribe desde lo alto es un espectáculo que no tiene comparación.
Habitan allí varias culturas indígenas que mantienen casi intactas sus costumbres. La naturaleza exuberante del lugar, así como los rincones mágicos, Ciudad Perdida entre ellos, la hacen plenamente merecedora de estar entre las montañas más inspiradoras de Sudamérica.
4. El Aconcagua
La cima del Aconcagua es la más elevada del hemisferio occidental. Esta fabulosa montaña está ubicada en la provincia de Mendoza, Argentina. En el pasado fue un lugar sagrado del Imperio inca.
Se le llama “El techo de América” y es la montaña que más vidas se cobra en el continente: aproximadamente tres personas mueren cada año en la escalada hacia su cumbre. En la antigua lengua quechua, Aconcagua quiere decir “centinela de piedra”.
5. El Alpamayo, una de las montañas más inspiradoras de Sudamérica
Para muchos viajeros del mundo, el Alpamayo es la montaña más bella del mundo, y así fue declarada por la revista Alpinismus, en 1966. No es para menos, si tenemos en cuenta que este monte peruano ofrece un espectáculo de total blancura e impetuosidad.
Cuenta con 14 rutas de ascenso y es apetecido por los alpinistas de todo el planeta. Se mire desde donde se mire, tiene una belleza cautivadora, especialmente cuando cae la tarde y el sol lo colorea.
6. Las Torres del Paine
Quien visita las Torres del Paine, ya no las olvida jamás. Aparecen en varios rankings como uno de los lugares más bellos del mundo. Se ubica en el sur de Chile, en la región de Magallanes. Es, de hecho, el parque nacional más importante de ese país.
Las montañas, los glaciares, junto con la flora y la fauna, ofrecen un espectáculo difícil de describir. Cuenta con varios lagos de una belleza tal, que se han hecho famosos en todo el mundo.
7. Monte Roraima
El monte Roraima es el punto más alto de la sierra de Pacaraima. La cima tiene solo 34 kilómetros de extensión, pero abarca tres países: Venezuela, Brasil y Guyana. Es una de las formaciones geológicas más antiguas de la Tierra, y tiene una belleza que deja sin aliento.
El lugar tiene una fauna y una flora únicas. Varias especies de mariposas son endémicas y hay varios tipos de bosques tapizando el recorrido. Las referencias al lugar inspiraron la novela El mundo perdido, de Sir Arthur Conan Doyle.
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