Conoce los lugares de Castilla-La Mancha más pintorescos
Castilla-La Mancha es, quizás, una de esas comunidades españolas que no sería primer destino para una escapada más allá de los archiconocidos Toledo o Cuenca. Y no se debe precisamente a que no haya más cosas que ver o más actividades que realizar. Por ello, te mostramos lugares de Castilla-La Mancha mágicos. ¿Nos acompañas?
Sigüenza, uno de los lugares de Castilla-La Mancha con más encanto
Nuestra primera parada es el precioso pueblo de Sigüenza, en la provincia de Guadalajara. Este es uno de los típicos pueblos que te transporta a la Edad Media. No importa hacia dónde mires, te parecerá estar en otra época.
Allí no puedes perderte el castillo, convertido hoy en Parador Nacional. Tampoco la catedral de Santa María de Sigüenza, relevante por la torre del Gallo y las dos torres exteriores, que le dan un aire militar muy peculiar.
Y por supuesto, como en toda Castilla, no puedes olvidar degustar su fantástica cocina. En ella destacan platos tan deliciosos como contundentes. Es el caso de las migas o la sopa castellana.
Alcalá del Júcar, uno de los pueblos más bonitos
Siguiendo con la ruta de pueblos manchegos medievales, nuestra siguiente parada es Alcalá del Júcar, en Albacete. En él nos adentraremos en el laberinto de calles que ha sabido mantener la esencia de otra época.
Allí, no esperes grandes edificios ni lugares demasiado espectaculares. Sin embargo, la hoz del Júcar y las casas excavadas en la roca te dejarán maravillado. Porque en eso radica su belleza, en la sencillez y la austeridad de cada rincón.
Los molinos de Campo de Criptana y Consuegra: historia y leyenda
Están, sin duda, entre los lugares de Castilla-La Mancha más pintorescos. El caballero más famoso del mundo, don Quijote de la Mancha, fue quien convirtió en célebres los molinos de viento que pueblan toda la región. Y hoy podemos entrar en algunos de ellos.
Podemos visitar, por un lado, los de Campo de Criptana, en la provincia de Ciudad Real. Allí, encaramados sobre un cerro, se encuentran diez molinos que muestran la esencia de esta región. De ellos, tres conservan la maquinaria original y otros se han convertido en museos de diferente temática.
También podemos visitan los de Consuegra, en la provincia de Toledo. Allí se conservan otros doce molinos en lo alto del cerro Calderico. Y, junto a ellos, el viejo castillo.
Chorros del río Mundo, naturaleza en estado puro
Es uno de los lugares de Castilla-La Mancha más bonitos. Lo encontramos en el corazón de Albacete. En su nacimiento, el río Mundo, afluente del Segura, sale por una gruta de 25 metros de diámetro y cae por una enorme cascada de más de 80 metros de altura.
Cuando llega al suelo, el agua crea numerosas cascadas y pozas que generan un auténtico espectáculo. Pero, para contemplarlo en todo su esplendor, lo mejor es visitar la zona en meses más lluviosos. Es entonces cuando se produce el famoso “reventón”.
Brihuega, una explosión de color
En plena región de La Alcarria se sitúa uno de los pueblos más pintorescos de toda la comunidad. Lo más vistoso, a primera vista, es el castillo. Pero en cuanto empiezas a conocer un poco más el pueblo, empiezas a escuchar algunas curiosas leyendas.
Dicen que hay túneles de cientos de kilómetros que transcurren por el subsuelo de Brihuega. Algunos dicen que son túneles militares, otros que son conexiones secretas entre los castillos y los palacios.
Además, en los últimos años, Brihuega ha ido ganando importancia por su festival de la lavanda. Con la llegada de la cosecha, en julio, los campos de esta planta se tiñen de morado y el pueblo se llena de ese aroma tan peculiar.
Sin duda, es algo que hay que aprovechar por su gran belleza. Pero eso sí, ten en cuenta que el verano en La Mancha es sofocante. Por ello, aprovecha la caída del sol para luchar con las altas temperaturas y para conseguir una de las postales más bellas que puedas imaginar.