Visitamos los castillos de Lastours en Francia
Muy cerca de Carcassonne se encuentran los castillos de Lastours. Se trata de 4 castillos repletos de historia y en un entorno natural privilegiado, que se han convertido en uno de los mayores símbolos cátaros de Francia. Actualmente se encuentran en ruinas, pero la magia que los envuelve, permite que su estado pase a un segundo plano. Hoy nos vamos a recorrer estas magníficas e increíbles fortalezas. ¿Nos acompañas?
Los castillos de Lastours y su apasionante historia
Los castillos de Lastours se encuentran en el departamento de Aude, en la espectacular región de Languedoc-Roussillon. Se pueden ver en el centro de la Montaña Negra, erigidos a unos 300 metros de altura.
Sus nombres son Cabaret, Tour Régine, Surdespine y Quertinheux. Tres de ellos fueron construidos en el siglo XI por los señores de Cabaret, quienes gobernaban el actual municipio de Lastours. Su objetivo era mostrar su poder aristocrático, y a su vez protegerlo de quienes buscaran conquistarlo. La Tour Régine es la fortaleza más joven y fue construida por el rey de Francia años después.
Los Cabaret fueron impulsores del catarismo, un movimiento religioso que creía tanto en Dios como en Satanás y predicaba la purificación del espíritu mediante la negación de placeres materiales. Alrededor de sus castillos se establecieron los seguidores de esta doctrina, convirtiendo a Cabaret en el principal obispado cátaro de la zona.
A partir del siglo XIII, y por iniciativa del papa Inocencio III, surge la represión cátara, también llamada la Cruzada Albigense. Los castillos de Lastours y la población que lo rodeaba sufrieron persecución y asaltos constantes durante 35 años, hasta que finalmente se rindieron y desaparecieron.
Actualmente, los castillos están considerados monumentos históricos. Pueden ser visitados y forman parte de la Ruta de los Castillos Cátaros. Son el principal reclamo turístico de la zona dada su historia, la espectacular naturaleza que les rodea y las maravillosas vistas.
Cómo son los castillos de Lastours
1. Cabaret
Es la fortaleza más antigua y la ciudadela principal de los cuatro castillos. Se encuentra amurallado y estaba soportado por barbacanas. El conjunto estaba formado por una torre al norte, un torreón al sur y un espacio de residencia en el centro. En sus murallas hay un camino de ronda construidas sobre arcadas.
2. Tour Régine
La Tour Régine es el castillo de construcción más reciente, por lo que no es propiamente cátaro. Es la de menor tamaño y está formada por un torre rodeada por un conjunto amurallado, que se encuentra derrumbado.
La torre cuenta con tres pisos a los que se accede por una escalera. Está construido en piedra calcárea blanca, al igual que el castillo de Cabaret. En sus cimientos contiene la mayor cisterna de los cuatro pasillos.
3. Surdespine
Es el castillo que se encuentra más elevado en comparación con los otros cuatro, también es el peor conservado. Cuenta con una torre cuadrada, un área de habitación y una cisterna. El conjunto está protegido por una cortina de planta rectangular. Destacan las raras saeteras en sus cuatro ventanas.
“El mundo es un libro, y aquellos que no viajan leen solo una página.”
-San Agustín-
4. Querthineux
Está construido sobre los cimientos de una antigua iglesia románica. Es el que se encuentra más al sur de la cresta rocosa. Está constituido por una torre circular y una cortina poligonal.
No olvides visitar Carcassonne
Cuando se visitan los castillos de Lastours, la ciudadela medieval de Carcassonne se convierte en una visita obligada. Constituyó un importante asentamiento cátaro durante el siglo XII, hasta que fueron expulsados a raíz de la Cruzada Albigense.
Posteriormente, el rey de Francia culminó su fortificación defenderse de la Corona de Aragón. Tras varios siglos de abandono, esta ciudad fue restaurada en el siglo XIX y fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1997.
Cuenta con tres kilómetros de murallas dobles, 3 puertas de acceso y 52 torres. Para disfrutarla, nada mejor que recorrer a pie sus calles estrechas y adoquinadas y el paseo amurallado que la rodea. Entre sus casas construidas en piedra destaca la catedral de San Nazario, del siglo XI y el Museo del Castillo, que recorre toda la historia de la reconstrucción de la ciudad.