Recorremos las cuevas del Drach en Mallorca

Recorremos las cuevas del Drach en Mallorca
Armando Cerra

Escrito y verificado por el historiador del arte Armando Cerra.

Última actualización: 28 junio, 2023

Las cuevas del Drach son uno de los puntos que más visitas reciben de todas las islas Baleares. Algo que se debe tanto a su belleza como a su perfecto acondicionamiento para los visitantes, sin olvidar que tradicionalmente son un lugar de referencia en la isla de Mallorca.

Tan increíbles son estas grutas que han salido lo mismo en películas de cine como en libros de autores como el prestigioso novelista Julio Verne. Así que ahora vamos a hacer un recorrido virtual por estas cuevas tan famosas y hermosas.

Dónde están las cuevas del Drach

Cuevas del Drach
Jochen Bullerjahn / Flickr.com

Las cuevas del Drach se hallan en la zona oriental de Mallorca, concretamente en el término municipal de Manacor y en las proximidades de la localidad de Porto Cristo.

No obstante, hay que decir que en esta misma población no solo se pueden visitar las cuevas del Drach, también es posible acceder hasta las de Hams. Y aunque las de Hams son casi tan espectaculares como las cuevas del Drach, lo cierto es que estas segundas son mucho más famosas, sobre todo por la presencia del lago Martel en su interior.

Y si bien, aunque durante la visita nos parezca que son únicamente una cueva, lo cierto es que este espacio es fruto de la unión de cuatro cavidades distintas. Entre todas ellas nos proponen un recorrido en horizontal que supera el kilómetro, y que en algún momento llega a descender hasta 25 metros bajo el nivel de la superficie.

“En todas las cosas de la naturaleza hay algo de lo maravilloso.”

-Aristóteles-

Consejos para la visita

Cuevas del Drach
enric /commons.wikimedia.org

El itinerario por el interior de las cuevas del Drach dura aproximadamente una hora. Para visitarlas, lo primero que os recomendamos es llevar alguna de prenda de abrigo.

Si bien dentro la temperatura se mantiene de forma constante a los 21 grados, también hay un 80% de humedad, lo que hace que la sensación sea bastante fresca, más teniendo en cuenta que fuera puede hacer el calor típico de Mallorca.

El recorrido por las cuevas del Drach

Cuevas del Drach
Donald Ogg / Flickr.com

Las cuevas del Drach ofrecen un recorrido por las entrañas de la tierra de lo más entretenido. Desde el primer momento se empiezan a ver agrupaciones de estalactitas y estalagmitas muy sugerentes.

Es imposible no admirar formaciones tan bellas como La bandera o pararse a detener a calcular la edad de las fantásticas estalactitas que conforman el llamado Monte Nevado, donde durante siglos han ido creciendo a razón de un centímetro cada 100 años.

Pero la magia de las cuevas del Drach no solo se debe a sus formaciones geológicas, lo alucinante es la presencia de agua en su interior. Allí uno se queda admirado por el azul turquesa de las aguas en el conocido como Baño de Diana. Y tras él, se llega al Pequeño Lago, que nos es más que un anticipo de uno de los grandes protagonistas del recorrido, el Lago Martel.

El Lago Martel

LAgo martel en las cuevas del Drach
Sergey Galyonkin / commons.wikimedia.org

El Lago Martel, se dice, es uno de los lagos subterráneos más hermosos de todo el mundo. Es difícil no maravillarse ante su belleza en el corazón de las cuevas del Drach.

Ante él, los turistas se sientan en su auditorio para escuchar un inspirador concierto de música clásica, tocado en directo por cuatro músicos que navegan en el lago. Y después son los propios turistas los que embarcan en una pequeña barca, para navegar por el lago poniendo rumbo ya a la salida de las cuevas del Drach.

Un poco de historia sobre las cuevas

Cuevas del Drach
D. V. / Flickr.com

Obviamente, la historia de este lugar se remonta a milenios y milenios, ya que se estima que las cuevas del Drach se formaron en el periodo del Mioceno, hace millones de años. Si bien, no serían conocidas por el hombre hasta la Edad Media, convirtiéndose en un refugio provisional de la población.

No obstante, desde un punto de vista turístico, su historia comienza en el siglo XIX, cuando fueron exploradas por varios espeleólogos, entre ellos el propio E. A. Martel, que descubrió el lago que hoy lleva su nombre. Y ya posteriormente, se acondicionaron para las visitas turísticas con las escaleras, iluminación, caminos e incluso el concierto de música que suena allí desde el año 1935.

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