4 lagos que ver en Portugal que te sorprenderán
Portugal no solo destaca por ciudades como Lisboa u Oporto, o por las idílicas playas del Algarve, sino que también cuenta con una naturaleza privilegiada. Para que lo compruebes, te mostramos algunos de los mejores lagos que ver en Portugal, y la mayoría están en la isla de San Miguel, en las Azores.
1. Lagoa da Fogo, uno de los lagos que ver en Portugal
Se trata de un lago que inunda el cráter formado en el volcán de Água de Pau, en el centro de la isla de San Miguel. Es el más elevado sobre el nivel del mar de todos los que hay en ella. De ahí que sea difícil encontrarlo libre de nubes y de niebla. También destaca por sus dimensiones, ya que sus aguas de un azul muy intenso ocupan 1360 hectáreas.
Asimismo, Lagoa da Fogo está rodeado por una densa y exuberante vegetación endémica; al tiempo que está habitado por una fauna en la que sobresalen las aves, desde los pájaros de pequeño tamaño hasta las aves de rapiña.
Los visitantes, además, pueden disfrutar de una espectacular playa, reconocida como una de las 7 Maravillas de Portugal en la categoría de Playa Salvaje.
“Si hay magia en este planeta, está contenida en el agua.”
-Loran Eisely-
2. Lagoa das Furnas
Otro de los lagos que ver en Portugal, que se encuentra en la isla de San Miguel y que está relacionado con una formación volcánica. Precisamente, la actividad volcánica del lugar hace que las tierras de los márgenes estén muy calientes. Allí, y como curiosidad, es donde se hacen los tradicionales “cocidos a la portuguesa”.
También en los márgenes se erigen la capilla de Nuestra Señora de las Victorias, que fue inaugurada en 1886 para servir de mausoleo al intelectual José do Canto; y el Centro de Monitorización e Investigación de las Furnas, que puede ser visitado por los turistas y que tiene por objetivo divulgar las acciones de recuperación ecológica de la calidad del agua y del ecosistema del lago.
Por otro lado, Lagoa das Furnas sorprende por los tonos verdosos de sus aguas, que combinan con la gama cromática predominante del lugar por la vegetación. El horizonte se perfila dorado al continuar hacia el Parque de Terra Nostra, un espacio centenario que cuenta con una piscina de aguas volcánicas.
3. Lagoa das Sete Cidades
De un lago con aguas azules (Lagoa da Fuego) y de otro con aguas verdes (Lagoa das Furnas) pasamos a uno que une ambos tonos: Lagoa das Sete Cidades. Esta diferencia en el agua se debe a los minerales que se encuentran bajo ella. Un puente actúa de línea divisoria y es donde el contraste de los distintos pigmentos se percibe más, ya que se levanta sobre el canal poco profundo que las separa.
Lagoa das Sete Cidades presume, además, de conservar vestigios de la vegetación primitiva del archipiélago, como el cedro de las Azores o la elevación del Queiró; y de ser el mayor depósito natural de agua dulce de las Azores. Y es que ocupa un área que llega a los 4,35 kilómetros cuadrados, con una profundidad de 33 metros.
4. Laguna de Ria Formosa
Otro de los lagos que ver en Portugal es la laguna de Ria Formosa. Se trata de uno de los lugares más impresionantes del Algarve. De hecho, el parque natural en el que se encuentra está considerado una de las 7 Maravillas Naturales de Portugal. Dicho parque abarca un área de unas 18 000 hectáreas y está protegido del mar por cinco islas barrera y dos penínsulas.
Respecto a la laguna, esta cambia constantemente debido al continuo movimiento de vientos, corrientes y mareas. Y no solo es un paraíso para los turistas, que también lo es para la fauna, especialmente para las aves. Y es que la laguna es punto de escala en las rutas de migración entre África y Europa y provee refugio para especies raras en Portugal, como el Calamón.
Por otro lado, para conocer mejor este entorno, los visitantes tienen la posibilidad de contratar un paseo guiado y recorrer la zona en bicicleta, en lancha o kayak. Cualquier opción es buena para familiarizase con este paraíso en el Algarve, que se extiende a lo largo de la costa de Loulé, Faro, Olhão, Tavira y Vila Real de Santo António.