El lago de Gafsa en Túnez y su misterioso origen
En el mes de agosto de 2014, Túnez atravesaba por una sequía especialmente extrema y la ola de calor superaba los 40 °C. De manera inesperada, y como de la nada, apareció un lago en medio del desierto: era el lago de Gafsa.
Muchos creyeron que se trataba de una alucinación como resultado del calor excesivo y que sus mentes estaban siendo engañadas. Pero era cierto: ahí estaba un lago de algo más de 10 000 metros cuadrados de superficie, una profundidad que oscila entre los 8 y 18 metros y aguas cristalinas azul turquesa.
El hecho se había producido a 25 kilómetros de la ciudad de Gafsa y cerca de la carretera de Om Larayes. Cuando por fin los presentes salieron de su asombro, empezaron a elaborar todo tipo de hipótesis. Mientras algunos aseguraban que se trataba de un milagro, un acto de magia o un hecho sobrenatural, otros simplemente permanecían en silencio.
La reacción del gobierno
Por algunos días permaneció la duda, hasta que el gobierno se pronunció a través de un comunicado. Este manifestó que, junto con un equipo científico, le haría frente a la situación y en poco tiempo despejarían las dudas y tomarían las medidas necesarias al respecto.
Mientras tanto, recomendaban a los pobladores no consumir el agua y no nadar en este lugar, pues podría resultar peligroso. El tiempo empezó a pasar y, frente al hermetismo institucional, los medios de comunicación empezaron a exigir respuestas.
El gobierno respondió que se había conformado un grupo de especialistas con los más altos estándares. Estos habían visitado el lugar para realizar un trabajo de campo y recoger muestras, las cuales estaban siendo analizadas, pero que esto llevaba tiempo.
Esta vez, los portavoces fueron enfáticos en no entrar en contacto con las aguas del lago de Gafsa y advirtieron del riesgo potencial en términos de salud pública para los habitantes.
La respuesta de los pobladores
Haciendo caso omiso de la advertencia, lo que se generó fue el efecto contrario por parte de los pobladores. La gente en masa empezó a visitar la zona prohibida y a divertirse como si se tratara de un parque acuático.
Probablemente, la demora en los resultados y la ausencia de una reacción más eficaz por parte de las entidades involucradas propiciaron ese tipo de resultados. No se tomaron medidas para acordonar y vigilar la zona, lo que, sumado a la ola de calor, trajo como efecto un acto de inconsciencia.
Como resultado de esta falsa confianza, el lugar empezó a tener visitantes frecuentes y la actividad se convirtió en un plan de fin de semana. De hecho, fueron los mismos habitantes quienes bautizaron el cuerpo de agua como «lago de Gafsa».
El origen probable del lago de Gafsa
Posteriormente, el equipo técnico encargado del estudio informó que la aparición repentina de este cuerpo de agua pudo ser el resultado de una fractura del subsuelo. Al parecer, el agrietamiento de la roca que contenía un reservorio de agua superó el nivel freático.
Esto trajo como consecuencia el lanzamiento de cientos de miles de metros cúbicos de agua hacia la superficie. Asimismo, agregaron que la causa más probable habría sido un movimiento telúrico de baja intensidad.
La explicación del informe
Desde hace mucho tiempo se sabe que África entera descansa sobre una enorme reserva de agua subterránea. Sin embargo, esto solo fue confirmado a través de un estudio minucioso realizado por expertos de London College University y el British Geological Survey en el año 2012.
Dicha investigación estimó que solo el acuífero de Túnez y Argelia contiene más de 1 millón de kilómetros cúbicos de agua. Adicionalmente, se informó que el agua en este sector tiene una antigüedad de más de 5000 años.
El motivo por el que el agua llegó allí tiene que ver con que hace 5 milenios el desierto del Sahara y sus alrededores eran un verdadero paraíso selvático. De manera complementaria, las lluvias eran constantes y parte del agua se filtraba hacia las capas subterráneas acumulándose en forma de reservorios.
Por otro lado, el motivo por el que hace 5000 años todo este territorio era lo opuesto a un desierto es que cada 41 000 años se produce un fenómeno: el eje del planeta cambia la inclinación de su eje de 22° a 24,5°, lo que trae consigo cambios significativos en las estaciones y en el clima global.
La metamorfosis del lago de Gafsa
De un día para otro, el agua azul turquesa se tornó turbia y con tonalidades verdosas, lo que según los expertos evidenciaba la presencia de algas microscópicas. Esta nueva situación no reviste peligro en sí misma.
Sin embargo, es común que esta condición esté asociada con la presencia de bacterias nocivas y posibles parásitos que podrían dar lugar a diferentes tipos de enfermedades. Esto sí es típico de aguas estancadas, como en este caso.
Adicionalmente, la región donde se encuentra el lago de Gafsa tiene una tradición minera; allí se explotan fosfatos desde 1886. Esto resultó preocupante, debido a que los fosfatos funcionan como agentes cancerígenos y las explotaciones de este tipo de productos químicos eventualmente generan residuos radiactivos.
Una segunda teoría
Otra teoría plantea que la formación del lago de Gafsa puede ser resultado de cortas y violentas tormentas en el Bajo Grand Erg Oriental. Su terreno pedregoso hace que el agua se profundice a gran velocidad.
Esta cantidad de agua forma rápidas y fuertes corrientes o escorrentías que se pueden desplazar de manera subterránea hasta que desembocan en una hondonada, como la que existe en el lugar en que se formó el lago de Gafsa.
Adicionalmente, los ríos tunecinos de Bebaana, Merguellil y Zeroud pudieron contribuir arrastrando el exceso de agua en forma de una crecida repentina. De este modo, se dio origen al acuífero, que no desaparece porque una barrera de granito se lo impide.
Sea como fuere, se trata de un fenómeno natural hermoso e interesante que no ha dejado de llamar la atención y que, de un modo u otro, ha contribuido a entender los secretos de nuestro planeta.
Imagen de portada solo ilustrativa.