La ría de Vigo y los paisajes naturales que la rodean

Las islas Cíes son el gran tesoro de la ría de Vigo, pero no el único, hay otros rincones que merece la pena visitar en ella.
La ría de Vigo y los paisajes naturales que la rodean

Última actualización: 09 diciembre, 2018

Las playas, los mantos de naturaleza o el clima tan característico hacen que Galicia posea un encanto especial. Pero hay rincones en la geografía gallega que merecen una mención especial, y uno de ellos es la ría de Vigo. Un lugar rodeado de preciosos paisajes. ¿Te apetece disfrutar de ella?

Si os apasiona la naturaleza y lo auténtico, no podéis perderos los parajes naturales de Vigo. La belleza que nos ofrece, las aguas calmadas del mar y su gran riqueza pesquera, hacen de esta visita algo imprescindible.

La ría de Vigo

La ría de Vigo es la más meridional de las Rías Baixas. Tiene una longitud de 35 kilómetros y en su punto más ancho alcanza los 15 kilómetros. Además, en su litoral se descubren algunos de los pueblos más bonitos de Pontevedra, como O Morrazo o Bayona.

Las islas Cíes

Islas Cíes en la ría de Vigo
Islas Cíes

Es el gran tesoro de la ría de Vigo. Están situadas a la entrada de la ría y dan forma al Parque Nacional Illas Atlánticas (o Islas Atlánticas). Son tres islas: O Monteagudo, O do Faro y O San Martín,

Para llegar solo hay una opción, el transporte náutico. En temporada alta se pueden coger barcos desde el puerto de Vigo, ya que hacen rutas diarias. Sin embargo, el resto del año hay que buscar embarcaciones privadas que nos puedan acercar a las islas. De este modo, podremos pasar el día en este precioso lugar y volver al atardecer.

Otra alternativa es quedarse en el camping que hay en la isla de Faro y disfrutar de la paz y tranquilidad que nos ofrece. Una buen forma, además, de conocer con calma todo lo que nos ofrecen las islas Cíes. La playa de Rodas, la ruta hacia el monte Faro o el alto Do Principe, harán de esta visita algo inolvidable.

Las bateas de la ría de Vigo

Batea en la ría de Vigo
Batea en la ría – Rui Ornelas / Wikimedia Commons

A lo largo de toda la ría podremos ver las tradicionales bateas flotando en las aguas. En ellas se cría el auténtico mejillón de la ría de Vigo. Estas bateas, también conocidas como mejilloneras, son plataformas flotantes formadas por un entramado de troncos, normalmente eucalipto.

A estas vigas de madera se atan cuerdas llenas de semillas naturales para atraer a los mejillones. Después, se sumergen en el agua sin llegar a tocar fondo. Así, los moluscos se irán adhiriendo a ellas. Cuando llegan a cierto peso, las bateas se suben a la superficie para recoger el producto.

Si os animáis, se realizan excursiones que os acercarán a las bateas. La mejor forma de descubrir la historia y las técnicas tradicionales del cultivo del mejillón.

Naturaleza en Vigo

Monte Alba en Vigo
Monta Alba – Roteiros Galegos / Flickr.com

Pero Vigo no solo posee la ría como atractivo. Sus laderas y montañas, al borde de la costa, forman un espectáculo natural que da a esta ciudad un atractivo especial. La gran cantidad de parques forestales que la envuelven son ideales para practicar senderismo o, si lo prefieres, rutas en bicicleta.

Las vistas de la ría de Vigo que se observan en los puntos más elevados de los montes son asombrosas. Y a sus pies, playas tan increíbles como las de Samil, Nerga o Playa América.

Sin embargo, no es necesario salir de Vigo para empaparnos de los paisajes naturales de esta zona. Sus parques urbanos te sumergen en plena naturaleza casi sin salir de la ciudad. Podemos dar un grato paseo por el monte de O Castro o por el monte de A Guía. Pero uno de los favoritos es el parque de Castrelos.

Centro urbano de Vigo

Calle de las Ostras de Vigo
Calle de las Ostras – juantiagues / Flickr.com

Tras un día intenso de turismo por la ciudad y sus bellos lugares, es obligatorio hacer una parada en el centro de Vigo. Allí podrás disfrutar de su ambiente y su gastronomía. Ya sea para comer o solo para tapear, Vigo ofrece una gran diversidad de bares y restaurantes.

Pero, sin duda, el secreto de todos los platos está en la materia prima, sus incomparables productos típicos. Los chocos en su tinta, la empanada de zamburiñas o el riquísimo pulpo “a feira” te enamorarán aún más de esta increíble ciudad.