Visita la iglesia de Santa María Magdalena en Zaragoza
Viajamos a Zaragoza para visitar uno de los monumentos que más historia puede contarnos sobre la ciudad. La iglesia de Santa María Magdalena ha estado cerrada al público por restauración desde el año 2002 y ha abierto por fin sus puertas en el 2018. Una construcción que tiene más de dos mil años de historia entre sus muros.
Considerada de estilo mudéjar, en realidad tiene un pasado románico. Se la mencionaba ya en escritos en el año 1126. Parece que podría haberse construido la mezquita mudéjar en el siglo XIV a partir de una primera torre mucho más antigua.
La iglesia tiene además varias reconstrucciones en las que se añadieron numerosos elementos barrocos. Incluso en el siglo XVIII se hizo un cambio en la puerta de entrada que cambió por completo la orientación del templo.
Los orígenes de la iglesia de Santa María Magdalena
No se tienen datos de las fechas de construcción de la parte románica de la iglesia de Santa María Magdalena. Se sabe de su antigüedad por menciones que aparecen en escritos de la época en la que Zaragoza fue conquistada por Alfonso I el Batallador, allá por el siglo XII.
Tampoco se tiene mucha información de cómo la mezquita se convirtió en templo mudéjar. Pero se ha podido establecer, por similitud de su torre románica con otros templos de la zona como las de San Martín y El Salvador, que debió ocurrir en la primera mitad del siglo XIV.
Pero aún hay más. Las obras de restauración realizadas estos últimos quince años han encontrado vestigios de pavimento de un suelo romano. También restos de una cimentación del alminar de una mezquita y numerosos enterramientos de diferentes épocas.
Es decir, estaríamos hablando de dos mil años de historia de esta construcción. Desde una antigua colonia romana hasta el día de hoy.
Los hallazgos arqueológicos
Parece que desde el siglo XIV hasta el XIX se realizaron enterramientos en el suelo de la iglesia, bajo la nave y las capillas laterales. El equipo de arqueólogos a cargo de la excavación ha encontrado más de un centenar de restos humanos que recibieron sepultura, como mandaba la tradición, bajo suelo sagrado.
Se cree que podría haber muchísimas más personas enterradas bajo esta iglesia. Los cuerpos se preservan en contenedores especialmente indicados para ello con el fin de volverles a dar sepultura en el mismo suelo donde parece quisieron ser enterrados.
Los restos humanos que se han recuperado son solo los que datan de los siglos XVIII y XIX. Se cree que podrían estar enterradas allí miles de personas de todas las condiciones sociales. Aunque desafortunadamente tenemos pocos datos sobre sus identidades.
El exterior de la iglesia de Santa María Magdalena
Esta iglesia fue declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco por ser un excepcional ejemplo de la arquitectura mudéjar.
El ábside o cabecera original se transformó en el lugar de entrada en una de las reformas de la época barroca llevadas a cabo. Sin embargo, ese ábside no ha cambiado su aspecto de forma poligonal con decorado mudéjar de frisos de ladrillo. Un estilo único que solo se dio en España.
Por su parte, la estructura de la torre es idéntica a la de un alminar almohade de planta cuadrada. Por su aspecto y sus almenas parece un torreón defensivo más que un campanario. Lo que ha dado lugar a sospechar de su origen militar, más que religioso. Un aspecto que no se ha podido confirmar.
La torre posee también una decoración singular que recorre toda su arquitectura. Los frisos recrean arcos, cruces, rombos y todo un repertorio ornamental difícilmente repetible. Destaca además la decoración en cerámica vidriada en series geométricas en colores verde y blanco.
Ya puede visitarse
La iglesia de Santa María Magdalena ha abierto sus puertas nuevamente al público. Una oportunidad única para visitar una de las construcciones más antiguas y mejor conservadas de España. Si visitas Zaragoza no pierdas la oportunidad de conocerla.
Si esta ciudad ya nos gustaba y es una a la que siempre volvemos, ahora tenemos un motivo más. Ubicada en el centro de la ciudad de Zaragoza, es una de esas joyas de la que uno nunca sale decepcionado.