Visitamos la ciudad medieval de Albarracín en Teruel
Al suroeste de Teruel, la hermosa ciudad medieval de Albarracín fue declarada Monumento Nacional en 1961. Una maravillosa localidad de calles empinadas y estrechas y dominada por un castillo que hay que visitar. Es lo que vamos a hacer. ¿Nos acompañas?
Historia de la ciudad medieval de Albarracín
Si bien se han encontrado vestigios de asentamientos durante la Edad de Hierro, la historia de Albarracín parece haber comenzado en la época medieval. El casco antiguo de la ciudad fue construido en las faldas de una montaña rodeada por el río Guadalviar.
En pleno período andalusí, durante el siglo XI, el clan bereber de los Banu Razin se convirtió en la dinastía local. De allí surge el nombre actual, que quiere decir “los hijos de Razin”. La taifa fue cedida a la familia cristiana de los Azagra quienes mantuvieron la independencia de Castilla y Aragón a partir de 1170. Otro poderoso linaje muy relacionado a la historia de la ciudad es el de Lara.
Jaime I intentó conquistarla en 1220, aunque sin éxito. Pedro III de Aragón pudo lograrlo en 1285 tras sitiarla. Fue allí cuando pasó a la Corona de Aragón. Durante la Guerra Civil Española se llevaron a cabo combates entre tropas franquistas y republicanas.
Paseando por la bella ciudad medieval de Albarracín
Ahora que sabes un poco sobre la historia de la localidad te invitamos a hacer un recorrido por sus monumentos y lugares de interés. Lo primero que deberías hacer es ir a la Oficina de Turismo (en la calle San Antonio) para conseguir un mapa y un folleto turístico de la comarca.
Desde allí sube pasando por las Casas de la Brigadiera y de los Navarro de Arzuriaga (con su fachada azul). Continúa por la calle Azagra y llegarás a la primera parada, la Plaza Mayor. Presidiendo la plaza está el edificio del Ayuntamiento porticado, un edificio en forma de U remodelado en el siglo XVI.
De camino a la catedral
Camina por la calle Catedral hasta la plaza Palacio, donde verás algunas casas destacadas, como la de la Enseñanza y la de los Monterde. En esta última funciona la Fundación Santa María de Albarracín, que ofrece visitas guiadas por la ciudad. Incluyen, a su vez, la entrada de cuatro museos: Diocesano, del Castillo, de la Torre Blanca y de Albarracín.
La Catedral es uno de los monumentos más importantes dentro de la ciudad medieval de Albarracín. Alberga un coro, un retablo mayor y uno dedicado a San Pedro, todo del siglo XVI. En el exterior se puede ver la torre renacentista.
Llegando a la parte alta: el castillo
El recorrido nos lleva ahora hasta el museo local, dentro del antiguo hospital, para conocer la historia de las épocas musulmana y cristiana.
De ahí llegamos al castillo, que ha sido restaurado y donde se han realizado excavaciones arqueológicas y hallado restos de épocas romanas y musulmanas. Aún se mantiene el recinto amurallado original. La torre de Doña Blanca es el tercer monumento de la ciudad y se puede visitar el interior. Al lado están el cementerio y la iglesia de Santa María.
Más que ver en la ciudad medieval de Albarracín
El paseo por la ciudad medieval de Albarracín nos lleva hasta otro sector de la ciudad. Comenzamos por la calle Portal de Molina (una de las que parte de la Plaza Mayor), con sus escalinatas estrechas y sus aleros característicos. Aquí hay que admirar la iglesia de Santiago, la Casa de la Julianeta y el portal de Molina.
Sin dudas, Albarracín es uno de esos sitios donde está permitido andar sin rumbo y perderse entre sus callejuelas empinadas. Viajarás en el tiempo a cada paso. Una vez que terminas el recorrido puedes regresar a la parte baja, subir al coche y dar un paseo junto al río, por el parque municipal.
“ El andar en tierras y comunicar con diversas gentes hace a los hombres discretos”.
-Miguel de Cervantes-
Pinares de Rodeno, para seguir el paseo
El Paisaje Protegido de los Pinares de Rodeno es un buen plan si te queda un poco más de tiempo libre y ya has recorrido Albarracín. Este lugar pertenece también a otros dos términos municipales: Bezas y Gea de Albarracín.
El Cerro de la Cruz de Montoyo es el punto más alto (1602 metros) y el Barranco de Tobías el más bajo (1095 msnm). Además de flora y fauna típica aragonesa, podrás encontrarte con arte rupestre levantino en tres lugares: la Cocinilla del Obispo, el Prado del Navazo y Doña Clotilde.
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