La ciudad de Punta Arenas en la región de Magallanes
Punta Arenas es la ciudad más poblada y cosmopolita de la Patagonia chilena. Está situada en la ribera continental del estrecho de Magallanes. Esta posición le ha dado un papel relevante en la historia mundial y regional, al ser puerto de paso obligado para ir del Atlántico al Pacífico. Pero en 1914, con la apertura del canal Panamá, su protagonismo fue menguando.
En este artículo vamos a repasar algunos de los episodios históricos más importantes de la ciudad de Punta Arenas, la región de Magallanes y de la gran isla de Tierra del Fuego. Esta última región está íntimamente ligada a la historia de Punta Arenas, por ese motivo, también hablaremos de ella.
Punta Arenas y la colonización austral
Punta Arenas fue la punta de lanza para colonizar la región de Magallanes en Chile y la isla de Tierra del Fuego en Argentina. Estos territorios, desde su puesta en conocimiento en 1520 por Fernando de Magallanes, fueron constantemente recorridos por navegantes. A pesar de esto, durante el período colonial no se establecieron asentamientos permanentes ni estables.
Los dos estados que nacieron de las independencias americanas, Chile y Argentina, en su necesidad por definir su soberanía territorial, iniciaron una lucha por hacerse con la región más austral del continente. Esta disputa territorial no fue solventada hasta 1984. Chile, a mediados del siglo XIX, fue el primer estado que intentó establecer presencia efectiva en el territorio.
El gobierno de Chile quiso tomar posesión del estrecho y, por ello, en el año 1843 construyó el fuerte Bulnes. La escasez de agua, la poca disponibilidad de leña y la pobreza del suelo obligaron a trasladar el asentamiento a un lugar más apropiado.
Después de mucho buscar, decidieron asentarse en la desembocadura del río de las Minas, en un lugar denominado punta arenosa. Ocurrió en el año 1848 y, desde entonces, el asentamiento fue afianzándose en el territorio hasta convertirse en la ciudad de Punta Arenas que hoy conocemos.
Patagonia Austral y Tierra del Fuego, tierra de ovejas y oro
Las políticas migratorias que, sobre todo en el último tercio del siglo XIX, llevaron a cabo ambos países favorecieron la llegada de nuevos colonos, principalmente ingleses y alemanes. Estos ocuparon las mejores tierras para el pastoreo de ovejas. A pesar de que la tenencia de la tierra era a través del arriendo, los colonos aumentaron rápidamente la masa ganadera.
Esta bonanza ovejera atrajó más inmigrantes. La presión territorial ejercida por los colonos terminó por generar tensiones con los indígenas. Estos, poco a poco, fueron desplazados de sus territorios. A su vez, los capitalistas metropolitanos, que vieron en la región un negocio seguro, formaron poderosas sociedades ganaderas y se fueron adueñando del territorio.
Otro factor que favoreció la llegada de inmigrantes fue la fiebre del oro. A pesar de que vinculemos este fenómeno con la región de California, quizás propiciado por el papel del cine estadounidense, la fiebre del oro afectó a muchas otras regiones del globo y Tierra del Fuego fue una de ellas.
Persecución contra los indígenas
Con el boom ovejero, las grandes compañías que concentraban la mayoría de las tierras empezaron a cercarlas. Las poblaciones indígenas de la región, que tenían una forma de vida nómada fundamentada en la caza y la recolección, se encontraron con que no podían acceder a los territorios donde desarrollaban esas actividades.
Obviamente, los indígenas ante esta situación, saltaban las vallas y cazaban las ovejas. Los ganaderos vieron esos ataques como un atentado a la propiedad privada y se generó un espiral de violencia en la que los indígenas salieron perdiendo.
A partir del año 1881, el hallazgo de oro atrajo a Tierra del Fuego a numerosos colonos, la mayoría de ellos hombres solteros y desheredados. Los indígenas, especialmente las mujeres, fueron quienes padecieron la llegada de estos mineros, que, además de estar solos, tenían problemas de alcoholismo.
Los mineros […] atacaban los campamentos indios por sus mujeres y después del usual escobillado, vivían con ellas hasta haber sacado suficiente oro y dejar la Isla o hasta que las mujeres estaban tan notoriamente embarazadas que debían ser dejadas ir […] Una vez, todas las mujeres de un campamento minero, menos una, se escaparon y los hombres la compartieron hasta que la echaron cuando estuvo casi lista para dar a luz.
-Ernest Child-
Misiones católicas y deportación de indígenas
En el año 1883, el Vaticano creó la prefectura apostólica de la Patagonia, cuya capital se asentó en Punta Arenas y se encomendó a la orden de los salesianos. Los nativos que sobrevivían fueron deportados a las misiones que se establecieron en el territorio.
Dos fueron las misiones que los salesianos levantaron, una en Tierra del Fuego y la otra en la isla de Dawson, en territorio chileno. El prefecto apostólico llegó a un acuerdo con la principal sociedad ganadera de la región. En este pacto se acordó que deportarían a todos los nativos que capturasen a las misiones salesianas.
En las misiones, los religiosos debían ‘civilizar’ a los nativos. A través de distintas prácticas, especialmente la educación, era necesario convertir a los nativos al catolicismo y conseguir que modificasen sus praxis sociales. Esto fue fatal para los nativos, ya que muchos terminaron falleciendo a causa de enfermedades.
La ciudad de Punta Arenas, reflejo de esta historia
La ciudad de Punta Arenas fue la base de operaciones desde donde las élites gubernamentales y económicas desarrollaban sus planes colonizadores. Esto lo podemos ver perfectamente reflejado en la ciudad.
Plaza Muñoz Gamero y la estatua de Fernando de Magallanes
Esta plaza tiene en el centro una estatua de Fernando de Magallanes. En este monumento, donado por la familia Menéndez Behety, una de las más poderosas del lugar, se puede ver al navegante en la parte central en una postura altiva.
A los costados del monumento podemos observar las figuras de dos indígenas. En una postura relajada y sumisa, están representando que solo pueden esperar la llegada de la ‘civilización’. Esta sería traída por la cultura europea y es la figura de Magallanes la que lo representa.
Palacios, museos y teatros de la ciudad de Punta Arenas
Los edificios más significativos de la ciudad de Punta Arenas pertenecieron o pertenecen a alguna de las pocas familias que controlaron la producción lanar de la región. Son los Menéndez, los Braun, los Montes, etc.
Ejemplo de ello es el palacio Sara Braun, ahora declarado monumento nacional. Este palacio, construido entre 1894 y 1905, es un reflejo del poderío que tenía esta familia. Además, los Braun fueron quienes firmaron el tratado con los salesianos del que hablamos anteriormente.
Otro de los edificios donados por una de estas familias, en esta ocasión por la Menéndez, es el Teatro Municipal de Punta Arenas José Bohr. Por otro lado, el Museo Regional de la Patagonia está ubicado en el palacio Braun Menéndez, casona donada por Enrique Campos Menéndez.
La catedral de Punta Arenas es otro de los edificios que reflejan esa historia de colonización. En esta ocasión, la protagonizan los misioneros salesianos. Monseñor Fagnano fue quien promovió la edificación de este edificio, por ello también se la reconoce como la antigua iglesia de los salesianos.
- Bascopé Julio, J. (2010). "Sentidos coloniales I. El oro y la vida salvaje en Tierra del Fuego, 1880-1914." En: MAGALLANIA, (Chile), Vol. 38(2): 5-26. El oro y la vida salvaje en Tierra del Fuego, 1880 - 1914
- Bacopé Julio, J. (2011). "Bajo tuición. Infancia y extinción en la historia de la colonización fueguina (Sentidos coloniales II)." En: Corpus. Archivos virtuales de la alteridad americana, Vol. 1, N° 1. Disponible en: http://ppct.caicyt.gov.ar/index.php/corpus
- Borrero, J.M. (2007[1928]). La Patagonia trágica. Buenos Aires: Ediciones continente.
- Punta Arenas (s.f.). En: Wikipedia. Recuperado el día 1 de junio de 2019 de: https://es.wikipedia.org/wiki/Punta_Arenas.