Karakórum, capital del antiguo Imperio mongol

Descubre la que fuera durante 140 años la capital de las tribus unidas de Mongolia. La antigua ciudad de Karakorum sería también el hogar de Genghis Khan.
Karakórum, capital del antiguo Imperio mongol
María Belén Acosta

Escrito y verificado por la especialista en Asia Oriental María Belén Acosta.

Última actualización: 02 enero, 2020

Entre los sitios mas turísticos y demandados de la cordillera asiática encontramos las ruinas de la antigua ciudad de Karakórum. Esta ciudad, la misma que fuera la antigua capital de Mongolia, conserva un importante yacimiento arqueológico. Si quieres conocer más de ella, acompáñanos.

Historia de Karakórum

Durante el siglo XIII, Karakórum, capital del Imperio mongol, era una de las ciudades más importantes del mundo. Situada en el valle del Orkhon, al norte de Mongolia, fue una de las principales ciudades comerciales de los uigures en torno a los siglos VIII o IX.

Maqueta de Karakórum
Maqueta de la ciudad – Brücke-Osteuropa / Wikimedia Commons

Ya en el año 1220, Genghis Khan fundó un asentamiento permanente cerca de Karakórum. Aunque las tierras de alrededor no eran especialmente fértiles, Genghis Khan optó por hacer de ella la nueva capital de su imperio por su situación estratégica. Esta se encontraba entre las intersecciones norte-sur y este-oeste de la Ruta de la Seda, que atravesaba Mongolia.

Sería justo por su perfecta ubicación para el intercambio y crecimiento comercial por lo que que serviría de base para su propósito de invadir China. En el año 1235, la dinastía Jin fue finalmente destruida por el Imperio mongol, dando así paso a las obras de construcción definitiva de la nueva ciudad.

En Karakórum se construyó un palacio sostenido por más de 60 columnas de madera que se convertiría en la residencia del gran Khan. También se levantarían murallas de barro alrededor de la ciudad, con el fin de mejorar la defensa y protección de la misma.

La ciudad siguió siendo la capital hasta el año 1264. Sin embargo, al trasladarse la capital a Khanbaliq, quedó en tan solo tres años completamente abandonada. No sería hasta el año 1368, cuando el último emperador de la dinastía Yuan, Bilikt Khan, regresara a ella al ser desterrado.

Finalmente, durante la dinastía Ming se persiguió a los últimos reductos de la dinastía Yuan, aún leales a Mongolia, dando como resultado la destrucción de Karakórum. Esta quedó completamente devastada y permaneció perdida durante siglos, hasta su redescubrimiento en 1889 por los rusos.

Las ruinas de Karakórum

Tortuga de granito
Tortuga de granito – Frithjof Spangenberg / Wikimedia Commons

Tras su redescubrimiento, y gracias a los trabajos arqueológicos y a muchos relatos históricos que aún se conservan, los investigadores han sido capaces de imaginar y recrear cómo se vería la antigua capital del Imperio mongol. Las excavaciones han revelado la presencia de hornos de cerámica, talleres de metalurgia e incluso un antiguo cementerio musulmán.

También destacan, de entre el resto de yacimientos, dos tortugas de granito, que pudieron ser parte de la decoración de la puerta principal de la ciudad. Debes saber que, dentro de la cultura ancestral mongola, las tortugas eran símbolos de la eternidad. Por ello, se representó a este animal para proteger los límites de la antigua capital.

Además, se conservan pinturas en telas, máscaras y estatuas de la antigua ciudad. Estas se escondieron cerca de las montañas cercanas e incluso en las antiguas casas bajo su propio riesgo.

Un dato curioso es que algunos de los arqueólogos de la década de los 40 estaban seguros de haber descubierto las ruinas del antiguo palacio de Genghis Khan. Sin embargo, algunas excavaciones recientes ponen en duda dicha interpretación. De hecho, se cree que en lugar de un palacio, es un templo.

Las ruinas están cerca de la ciudad actual de Kharkhorin y forman parte del Patrimonio Orkhon Valley, que ha sido declarado paisaje Cultural de la Humanidad. Además, estas se encuentran rodeadas por un espectacular paisaje de montaña.

Consejos útiles durante la visita

Monasterio cerca de Karakórum
Monasterio de Erdene Zuu – Richard Mortel / Flickr.com

La forma más rápida de llegar hasta nuestro destino será tomar un avión hasta la capital china, Pekín. Desde aquí podremos optar por diferentes vuelos con destino a Ulán Bator. También, si lo preferimos, podemos optar por otros medios de transporte para disfrutar de los paisajes durante el viaje. Muchas agencias incluyen el transporte hasta el complejo arqueológico en minibuses.

Aunque podemos alojarnos directamente en Ulán Bator, recomendamos alojarse directamente en Kharkhorin, ya sea en alguna pequeña pensión o en alguno de los campamentos disponibles. Sin embargo, si no queremos prescindir de los servicios básicos, mejor permanecer en Ulán Bator y e ir de visita un día hasta las ruinas.

Además de visitar las ruinas, son muchos los que optan por realizar rutas de senderismo. Algunas de ellas también incluyen la visita y recorrido por las dunas del desierto de Gobi, situado no demasiado lejos de la ubicación del yacimiento.