10 islas europeas para olvidarte del mundo
No son grandes destinos turísticos, pero son encantadoras. Si buscas un sitio tranquilo donde desconectar, te damos la solución. Estas islas europeas son perfectas para olvidarte absolutamente de todo. Son islas donde reina la calma, casi siempre pequeñas, a veces casi desiertas, pero de las que es probable que no quieras irte nunca.
1. Islas europeas: San Miguel, Portugal
Quizá esta isla, situada en medio del Atlántico, no te suene demasiado, si te decimos que pertenece a las Azores, seguramente la cosa cambie. Pues bien, San Miguel es una isla capaz de transportarte a los mundos de Parque Jurásico. Sus verdes paisajes y las lagunas que inundan viejos cráteres volcánicos te dejarán sin respiración.
2. Texel, Países Bajos
Nos vamos ahora a Texel, la mayor de las islas Frisias y un auténtico paraíso si lo que te gusta es pasear por la playa. Podrás hacerlo casi en soledad, porque en los 30 kilómetros de costa de la isla hay playas interminables. Y, cuando te canses de playa, podrás recorrer sus idílicos paisajes en los que hay unas protagonistas indiscutibles: las ovejas.
3. Isla de Sark
Es una de las islas europeas menos conocidas y más curiosas. Situada frente a las costas de Normandía, y con solo 14 km², esta isla fue un estado feudal hasta el año 2008. Sí, aquí mandaba un señor feudal y se regía por unas normas arcaicas. En Sark están prohibidos los coches y dicen que es uno de los mejores lugares para contemplar las estrellas. En definitiva, es perfecta si lo que buscas es calma.
4. Inishmore, Irlanda
Nos vamos a las islas Aran, en las costas de Irlanda. Con solo 31 km², Inishmore es la más grande. Una isla de paisajes agrestes, de acantilados azotados por un mar embravecido cuyo sonido te hipnotizará. Y, además, aquí podrás sumergirte de lleno en las más antiguas tradiciones, entre ellas el idioma, que sus habitantes protegen con celo absoluto.
5. Ré, Francia
La llaman la isla blanca y está frente a las costas de La Rochelle. Una isla unida al continente por un puente de casi tres kilómetros de largo. Una isla perfecta para unas vacaciones relajantes, ya que no solo tiene preciosas playas y pueblecitos encantadores, también más de cien kilómetros de caminos por los que podrás pasear tranquilamente en bicicleta.
6. Stremnoy, Dinamarca
Las islas Feroe forman otro de esos paraísos perfectos para olvidarse del mundo. Son 18 islas situadas en el Atlántico Norte. Nos fijamos en la más grande, con solo 47 kilómetros de largo por 10 de ancho. Una isla donde podrás admirar fiordos, espectaculares acantilados y montañas de una belleza increíble. Un lugar bello y tranquilo donde aún se puede respirar el espíritu del viejo pueblo vikingo.
7. Stromboli, Italia
Es una de las islas europeas más singulares. ¿Por qué? Su nombre lo dice todo, en ella podrás maravillarte de la fuerza y la poderosa imagen del volcán que le da nombre. Stromboli forma parte de las islas Eolias, situadas frente a Sicilia. Un lugar perfecto si quieres vivir una experiencia única, ya que el volcán tiene tres cráteres en activo y se puede ascender para contemplar la lava incandescente.
8. Mljet, Croacia
Otra de las islas europeas poco conocidas, pero encantadoras. Mljet es un auténtico paraíso de frondosos bosques, de viñedos, de lagunas, acantilados y pueblos tradicionales donde podrás relajarte y respirar como en pocos sitios. Dicen que Homero situó en ella el hogar de la ninfa Calypso, que consiguió retener aquí con su hechizo a Ulises durante siete años. Una hermosa cárcel, sin duda.
9. Naxos, Grecia
En las islas griegas también hay destinos para disfrutar de la calma y el silencio. Naxos es la más grande y más verde de las islas Cícladas, pero apenas 15.000 personas viven en ella. Una isla que ha sabido conservar toda su esencia tradicional en la que podrás disfrutar de buen clima, cien kilómetros de playas, una deliciosa gastronomía e interesantes restos arqueológicos. ¿Qué más se puede pedir?
10. Tabarca, España
Esta pequeña isla está frente a las costas de Alicante. Antiguo refugio de piratas berberiscos, Carlos III ordenó crear en ella una fortificación. Tabarca es remanso de paz, un lugar para pasear tranquilamente o disfrutar de pequeñas calas de aguas trasparentes. Y, si te gusta bucear, sus fondos marinos son espectaculares. Un broche de oro para nuestro recorrido por islas europeas ideales para relajarse.