Información práctica para viajar a las islas Georgias del Sur

Es uno de esos destinos poco usuales, pero que resultan inolvidables. Las frías tierras de estas islas esconden innumerables tesoros.

Visitar lugares fríos es una opción como otra cualquiera a la hora de viajar y existen muchas opciones en el mundo para descubrir la magia de los paisajes invernales. Viajamos a uno de los lugares más hermosos e inspiradores del planeta, aunque también alejado: las islas Georgias del Sur, en la Antártida. ¿Preparado para la aventura?

Islas Georgias del Sur, un paraíso en la Antártida

Las islas Georgias del Sur forman un archipiélago que se encuentra entre el extremo final de Argentina y la Antártida, el continente helado del Polo Sur. También se encuentran muy próximas a las islas Malvinas.

La administración de estas islas corresponde a Reino Unido, aunque geográficamente debería corresponder su control a la provincia de la Tierra del Fuego de Argentina. Junto a las islas Sandwich, las islas Georgias del Sur forman un territorio de ultramar.

Los paisajes de estas islas son muy interesantes. La influencia del clima hace que las costas estén muy marcadas, con bahías, pequeñas calas, fiordos y glaciares. Un relieve muy marcado que en su día ayudó a los barcos a atracar y protegerse de los icebergs. Pero lo más bonito es el ambiente polar que tiñe de blanco el paisaje.

Información de interés sobre las islas Georgias del Sur

Todas las islas de este territorio presentan unas características muy especiales fruto de su localización geográfica. ¡Vemos algunas de las más destacadas y que tienes que saber!

Clima

Por su cercanía al Polo Sur, las islas Georgias del Sur presentan un clima frío muy parecido al de los países Bálticos de Europa como Noruega, Suecia o Finlandia. Sus temperaturas son frías, aquí no se superan los 10º C debido a su latitud.

Además, es una región con frecuentes precipitaciones durante los meses de mayo a agosto. Durante el resto del año es habitual que las islas estén azotadas por vientos fuertes y corriente marinas frías que provocan el desprendimiento de icebergs.

Cómo llegar

Para llegar a las islas Georgias del Sur tendrás que hacerlo obligatoriamente a través del mar. Aquí no hay aeropuerto y los aviones que viajan hasta allí no transportan turistas. Como viajero, podrás hacerlo en buques y barcos de gran porte con capacidad para llegar hasta estos lugares tan fríos.

Lo mejor que puedes hacer es mirar qué compañías hacen estos trayectos. La mayoría ofertan viajes de mínimo 20 días. También existen compañías que viajan hasta la Antártida y que hacen una parada de unos días en las islas Georgias del Sur, así que también tienes otro abanico de posibilidades.

¿Qué ver en las islas Georgias del Sur?

Algo importante que tienes que saber: en las islas Georgias del Sur no existen carreteras. Los desplazamientos tendrán que ser de nuevo en barco o a pie. Esto influye significativamente en la planificación de un itinerario.

Lo más importante es que aquí verás innumerables especies animales: pingüinos, ballenas, leones marinos, lobos marinos, elefantes marinos… En definitiva, como si de repente tuvieses la oportunidad de vivir un documental de animales en primera persona. ¡Verás a las especies en su hábitat natural!

Como recomendación, en las islas Georgias podrás ver la llanura de Salisbury o la bahía de Saint Andrews, famosa por las colonias pingüinos. También ver los puertos como Elsehul, o la estación ballenera de Grytviken, que es donde suelen llegar los barcos.

Consejos para viajar a estas islas

Llegar a las islas Georgias del Sur es complicado, ya que apenas hay medios de transporte. Por eso es un destino muy especial. Eso sí, para hacerlo tendrás que tener en cuenta lo más importante: el clima.

Recuerda llevar ropa de abrigo, transpirable y con muchas capas para poder mantener mejor el calor. Debe ser ropa cómoda y deportiva. Y no olvides una mochila con todo lo imprescindible.

Sobre todo, ten presente que vas a viajar a una región fría, por lo que es importante decidir en qué momento del año lo vas a hacer. Los mejores momentos del año son los meses entre noviembre y marzo, que es cuando más sol incide en la región, llegando a las 20 horas al día. Esto influye en las temperaturas, que no son tan extremas.

Y, por supuesto, piensa que estás visitando un entorno natural en el que habitan especies muy interesantes, por lo que debes ser muy respetuoso en todos los espacios que visites.