Huesca, una ciudad pequeña pero encantadora

Huesca, una ciudad pequeña pero encantadora

Escrito por Adrián Pérez

Última actualización: 04 julio, 2016

Al norte de España, en Aragón, encontramos Huesca, una de las capitales de provincia menos pobladas del país. Entre sierras, ríos y fiestas religiosas (sobre todo la que se celebra en honor a San Lorenzo en agosto) paseamos por esta bonita ciudad con una gran historia. ¡Acompáñanos en este viaje!

Centro medieval, ciudad actual

Durante la Edad Media Huesca fue un punto estratégico y de gran importancia para el comercio. De esa época quedan algunos restos de edificios y templos… podrás viajar en el tiempo con tan solo recorrer sus calles tranquilas y repletas de patrimonio arquitectónico, artístico y cultural. Además, destaca por su gran cantidad de plazas y parques, zonas verdes perfectas para descansar de tanto andar.

Huesca
Huesca – Claudio Giovanni Colombo

La ciudad está emplazada en un cerro ovalado de casi 500 metros de altura y rodeada de sierras (entre ellas las de Guara, en pleno Pirineo) y ríos (como Isuela y Flumen). Dista 70 km de Zaragoza y a 273 km de Barcelona.

¿Qué ver en Huesca?

La mayoría de los turistas llegan a esta bonita ciudad del norte español atraídos por sus monumentos y su tranquilidad. Si vas un fin de semana te recomendamos que traces un circuito o trayecto porque las atractivos de Huesca son muchos.

Catedral de Huesca
Catedral de Huesca – Iakov Filimonov

Pasea por las calles hasta llegar al Ayuntamiento, construido en el siglo XVI en estilo renacentista. Visita la basílica de San Lorenzo, con un retablo y fachada en forma de parrilla, y la catedral de Huesca, que combina varios estilos y es del siglo XVII (por cierto, se puede subir a la torre).

También merecen la pena el convento de San Miguel (junto al río Isuela), la ermita y cerro de San Jorge y la muralla, que rodea el casco antiguo, conserva un torreón y fue restaurada recientemente. Otro punto de interés es el castillo de Montearagón, fundado en 1085 por Sancho Ramírez y desde el que partieron los soldados para reconquistar la ciudad.

Castillo de Montearagón en Huesca
Castillo de Montearagón – Danybum / commons.wikimedia.org

Las iglesias y santuarios también podrían tener un recorrido en sí mismos durante tu estancia. No dejes de pasar por las iglesias de San Pedro el Viejo (con claustros en estilo románico), de Santa María Inforis (del siglo XIII junto al Parque Universidad), de Santo Domingo y San Martín (antiguo convento de los dominicos y de estilo barroco) y de San Vicente del Real (en el Coso, del siglo XVIII). Los dos santuarios destacados son el de Loreto (donde vivían los padres de San Lorenzo) y de Nuestra Señora de Salas (en la zona de huertas de Almériz).

“El viajero sabio viaja más lento, pero ve más.”

-Carlos Olmo-

¿Prefieres los museos? En Huesca hay cuatro: Pedagógico de Aragón (con mobiliario de escuelas), Provincial (restos prehistóricos y obras de artistas aragoneses), Diocesano (colección de arte sacro) y Centro de Arte y Naturaleza (con exposiciones temporales).

En el caso de que quieras descansar un poco al aire libre y respirar aire fresco, en Huesca puedes elegir entre sus tres parques más importantes: Miguel Servet en el centro, Universidad en la ribera del río Isuela y de las Olas, de estilo minimalista y cerca de las estaciones de ferrocarril y de autobuses).

Planetario de Huesca
Planetario – espacio042.com/ commons.wikimedia.org

En otro grupo de atractivos podemos destacar el Palacio de Congresos (un edificio moderno para todo tipo de eventos, ferias, exposiciones y conciertos), el Teatro Olimpia (inaugurado en 1925 y remodelado en 2003). También se puede visitar el Planetario (parque tecnológico y centro de exposición), el Centro Cultural del Matadero (el edificio del matadero fue reciclado y hoy en día alberga talleres y exposiciones) y el Casino (construcción moderna de renombre nacional).

¿Crees que con un simple fin de semana te alcanzará para conocer la ciudad de Huesca? Quizás tengas que pensar en más de una escapada para recorrerla como corresponde. Tienes tanto para disfrutar… hay atractivos para todos los gustos y edades… quedarás realmente encantado con esta ciudad aragonesa. ¡Y seguro  que querrás regresar!