Historia de la fontana del vino en Italia

Si te gusta el vino, este es un lugar que te encantará. Se trata de una fuente que emana este delicioso manjar. Sí, ¡y no tiene ningún truco!
Historia de la fontana del vino en Italia
David Díaz

Escrito y verificado por el historiador David Díaz.

Última actualización: 02 octubre, 2020

La fontana del vino es una fuente que emana vino para los peregrinos del Camino de Santo Tomás. Se trata de una una fuente en el trayecto que une Roma con Ortona. ¿Cómo surgió la idea y en qué se inspiraron sus creadores? ¡Conoce la historia a continuación!

Las peregrinaciones se han convertido, en las últimas décadas, en una forma de hacer turismo low cost. Una de las rutas más conocidas es la de El Camino de Santiago, cuyos orígenes se remontan a la época medieval. Buena parte de su recorrido transcurre por el norte de la Península Ibérica y tiene como destino final la Catedral de Santiago de Compostela.

Son muchos los trazados que existen, pero el más popular entre los peregrinos es el denominado Camino Francés. En su paso por Navarra, concretamente por el monasterio de Iratxe, los viajeros tienen la oportunidad de disfrutar de un buen trago de vino gracias a una fuente instalada allí por una famosa bodega de la región.

Sí, una fuente que ofrece vino a sus visitantes. Sorprendente, ¿no? Pues lo mismo pensaron Dina y Luigi, dos peregrinos oriundos de la ciudad italiana de Ortona. Esta pareja descubrió este manantial durante una peregrinación a la tumba de Santiago. La idea les pareció fascinante y se pusieron en marcha para crear la fontana del vino.

La fontanta del vino en el camino de Santo Tomás

El camino de Santo Tomás es un itinerario que se creó en el año 2013. Este une la ciudad de Roma con la basílica de Santo Tomás de Ortona —imagen de abajo—, guardiana de los restos del apóstol desde el año 1258. A lo largo de los 313 kilómetros que conectan la ciudad eterna con el Adriático, los caminantes tendrán la oportunidad de conocer la zona del Lacio y del Abruzzo.

Basílica de Santo Tomás de Ortona, en Italia.

Los caminos discurren por algunos de los parques naturales más importantes del centro de Italia: el Parque Natural Regional de los Castelli Romani, el Parque Natural Regional de Monti Simbruini o el Parque Natural Regional Sirente. Asimismo, se aproximarán a la historia de la región mediante sus pequeños pueblos, capillas o iglesias medievales.

En definitiva, no es un camino cuyas huellas puedan rastrearse hasta la Edad Media, pero eso no quita que sea una forma magnífica de vacacionar, hacer deporte o conectar con la naturaleza y con uno mismo.

Es necesario mencionar que quienes idearon este camino no se lo sacaron de la manga; existe un episodio que sucedió entre el año 1365 y 1368. Santa Brígida di Svezia, al enterarse que los huesos de Santo Tomás estaban en la ciudad, decidió emprender un viaje hacia la basílica que custodia los huesos. Esto no trascendió, pero la asociacion Il Cammino di San Tommaso aprovechó ese viaje para diseñar una nueva ruta turística y espiritual en Italia.

Como apuntábamos, quienes diseñaron esta ruta, inspirándose en el Camino de Santiago, quisieron dotar al nuevo camino de Santo Tomás de una fuente que emanara vino. La fontana del vino se levantó a pocos kilómetros de la ciudad de Ortona y el vino es gentileza de las bodegas Dora Sarchese.

El vino y su significado en las peregrinaciones medievales 

Hoy en día, tomarse un buen trago de vino forma parte de la experiencia y probablemente lo único que produzca en el caminante sea algún pequeño mareo. No obstante, en la época medieval, este era un elemento fundamental para todo peregrino.

Antaño, emprender una peregrinación suponía muchos sufrimientos. Los calzados no eran los adecuados, la alimentación no era suficiente y el estado del agua no era bueno en muchas ocasiones.

Por ello, el vino era una bebida que hacía a la vez de fuente de alimento y de reconstituyente. Además, dadas sus propiedades, era utilizado como antiséptico y cicatrizante.

En el Monasterio de Iratxe, en el Camino de Santiago, antiguamente los monjes ofrecían vino a los peregrinos que tocaban sus puertas. Hasta los años noventa del siglo pasado, las Bodegas Iratxe entregaban aleatoriamente un vaso de este manjar como una forma de recuperar esa antigua tradición.

Paisaje del monasterio y la bodega Iratxe.

Posteriormente, decidieron instalar la fuente que inspiró a Dina y a Luigi a crear la fontana del vino. De este modo, todos los peregrinos tienen la oportunidad de servirse un poco de esta bebida.

La fontana del vino y los peligros de su manjar

El objetivo de la pareja que creó esta ruta y la fontana del vino era la de promover el territorio y la belleza del Camino de Santo Tomás. De este modo, pretendían atraer a turistas, peregrinos, creyentes cristianos e incluso a gourmets. A su vez, la bodega que suministra el vino declaraba que este detalle es una forma de dar la bienvenida a todos aquellos que se acercasen al camino.

La fontana del vino, según las fuentes consultadas, emana el néctar rojo las 24 horas del día los 365 días del año. Como te podrás imaginar, deben existir algunas restricciones puesto que, a pesar de la publicidad que obtienen las bodegas, los gastos podrían dispararse. A su vez, el lugar perdería su encanto, dado que se convertiría en un santuario para los «botellones».

Ciertamente, la mejor manera de comprobar qué es lo que ahí sucede es verlo por uno mismo. Por lo tanto, prepara las mochilas, cálzate las botas, coge el bordón y ¡a caminar hacia la fontana del vino!