Habana Vieja, el corazón de la capital de Cuba

Habana Vieja, el corazón de la capital de Cuba

Escrito por Juan Luis Minarro

Última actualización: 27 marzo, 2019

Cuba, un rincón en el Caribe con sabor a salsa y a caña de azúcar. En el corazón de esta deslumbrante isla se encuentra su capital: la ciudad de La Habana. Uno de los barrios con más historia de la urbe es la conocida Habana Vieja. Su superficie abarca en torno a 5 km², pero en ellos cabe mucha tradición. 

Este es un espacio para la cultura, donde un paseo se convierte en una delicia para los sentidos. Callejuelas con encanto, plazas rebosantes de recuerdos y edificios emblemáticos al son de una vieja trova. Habana Vieja es una zona por la que perderse y encontrarse en uno de sus clubes disfrutando del mejor ron.

Habana Vieja: área histórica

Habana Vieja
Habana Vieja – Diego Grandi

El más antiguo distrito de la ciudad es reflejo de diversos estilos arquitectónicos debido a su historia. La urbe estuvo bajo la influencia de las culturas española, inglesa, francesa y estadounidense. Por ello, no es raro encontrar estructuras coloniales o fachadas neoclásicas. Todas ellas rodeadas por una muralla durante dos siglos, derribada a mediados del XIX. Por todo esto, Habana Vieja  fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Actualmente es una de las áreas más turísticas debido a su historia y a la calidad humana de sus gentes. Su naturaleza cosmopolita es el entorno perfecto para las diferentes ferias, mercadillos, conciertos y festivales celebrados en su seno. Puestecitos de fruta, baratijas o joyas de segunda mano se agolpan en sus empedradas aceras. Con la melancolía como vecina veterana, el barrio invita a un paseo romántico con un bolero sonando de fondo.

“Por las venas de Cuba no corre sangre, sino fuego: melodioso fuego que derrite texturas y obstáculos, que impide la mesura y, muchas veces, la reflexión. Pero así somos, y ése es nuestro mayor encanto y defecto: estamos hechos de música”

– Daina Chaviano –

Lugares emblemáticos de Habana Vieja

1. Fortalezas de la isla

Castillo de la Real Fuerza en Habana Vieja
Castillo de la Real Fuerza – Adwo

El casco antiguo de La Habana se articula en torno a cuatro importantes fortalezas. La primera de ellas se ubica sobre un risco, es el Castillo del Morro. Data del siglo XVI, tenía marcado carácter defensivo y actualmente su torre se utiliza como faro.

Del mismo periodo es el sencillo fortín de San Salvador de La Punta, a la entrada de la bahía. Adentrándose en ella se localizan las dos principales ciudadelas. La Real Fuerza de La Habana alberga la más antigua escultura de bronce de la isla, símbolo de la ciudad. Por último, se alza la Fortaleza de San Carlos de la Cabaña, la edificación militar más grande de origen español en América. Este imponente baluarte alberga además la Feria Internacional del Libro de La Habana.

Estos cuatro castillos son muestra y orgullo de la historia cubana.

2. Un paseo cultural

Plaza de Armas en Habana Vieja
Plaza de Armas – Zbynek Jirousek

Pasear por La Habana es un placer para los amantes del hedonismo de bajo coste. La multiplicidad de estilos arquitectónicos hacen del barrio de Habana Vieja el distrito perfecto para perderse. Los ecos de los pasos del turista serán devueltos por las impresionantes fachadas de palacetes y casas coloniales. Neoclasicismo y modernidad se dan la mano en la capital cubana.

Plazas como la de la Catedral o la de Armas, dos de las más importantes de la isla, son increíbles. Pero en el distrito de Habana Vieja también hay lugar para el arte. El Museo Nacional de Bellas Artes es de carácter público y alberga la mayor colección de arte cubano. Además, el visitante podrá hallar en él interesantes piezas de las escuelas europeas y arte antiguo.

3. Un rincón divino

Catedral de La Habana
Catedral de La Habana – Kamira

En el corazón de Habana Vieja encontramos la maravillosa catedral. El templo es católico y fue erigido en el siglo XVIII, en estilo barroco. Con dos campanarios laterales, el santuario llama a la oración resonando por las callejuelas adyacentes.

Pero no solo la fachada es muestra artística única. El suelo interior es de mármol y el altar está cubierto de trabajos de orfebrería. Además, en su seno el turista puede visitar varias reliquias, sagrarios y santuarios de personajes ilustres de la historia cubana. En las cercanías de la catedral se asientan mansiones de la nobleza colonial habanera.