Friburgo en Suiza, la ciudad de los puentes

Friburgo en Suiza, la ciudad de los puentes
Armando Cerra

Escrito y verificado por el historiador del arte Armando Cerra.

Última actualización: 06 abril, 2016

Friburgo es una de las ciudades más atractivas de Suiza y también más sorprendentes, ya que se puede descubrir una zona tan moderna y contemporánea como la que más, mientras que a corta distancia aparece un el entramado de calles medievales, plagado de fuentes, monumentos y los puentes que salvan las aguas del río Saane o Sarine.

Otra curiosidad de Friburgo es que aquí el orden topográfico e histórico se muestra de forma diferente a otros lugares. La ciudad moderna está en la parte alta, y allí se desarrolla la vida universitaria que caracteriza a Friburgo. En cambio, la zona histórica está en una ladera y ya camino del río.

Ciudad Vieja de Friburgo
Ciudad Vieja de Friburgo – Gouldy / Flickr.com

Y no acaban aquí las peculiaridades, porque Friburgo, al contrario que otros cantones suizos, es oficialmente bilingüe y todo aparece en francés y alemán.

Qué vamos a ver en Friburgo

Sin duda alguna, la zona más atractiva de Friburgo es la antigua. El conocido como barrio de Auge o ciudad baja, que originalmente era una simple aldea que acabó siendo absorbida por Friburgo.

Catedral de Friburgo
Catedral de Friburgo – Benediktv

Por otra parte, el edificio más emblemático del peculiar skyline medieval de Friburgo es su catedral, construida en el siglo XIII en honor de San Nicolás. Y destaca especialmente por su torre campanario, que supera los 70 metros de altura.

No obstante, al visitar el interior del templo, sorprende que sus formas góticas acojan un bello repertorio de vidrieras propias del Art Nouveau del siglo XX.

A partir de la catedral de San Nicolás se inicia un paseo descendente hacia el río, caminando por estrechas callejuelas empedradas de lo más románticas. Y de pronto las calles van desembocando en plazas más o menos grandes donde se encuentran las famosas fuentes de Friburgo.

La ruta de las fuentes de Friburgo

Ya muy cerca de la catedral se encuentra una de las fuentes que integran esta atractiva ruta. Se trata de la de San Jorge, construida en 1525. Y es que, aunque se llaman fuentes medievales, las vamos a encontrar de varias épocas, desde el siglo XIV hasta el XVIII.

Fuentes de Friburgo
Friburgo – pegatina1

La más antigua es la fuente de la Valentía, que data del año 1394. Se encuentra ya en la parte baja del barrio de Auge y se reconoce fácilmente al presentarnos a un personaje barbudo que ha vencido a un león.

En realidad, muchas de las fuentes medievales de Friburgo aluden a virtudes. Por ejemplo, está la fuente de la Mujer Samaritana, que originalmente se construyó en madera. O la fuente de la Lealtad, en la actualidad muy transformada respecto a la inicial que se levantó en 1404.

En definitiva, durante el paseo van surgiendo las fuentes de Friburgo que también están dedicadas a personajes bíblicos como Sansón, Santa Ana, el Bautista o la Virgen.

“Si hay magia en este planeta, está contenida en el agua.”

-Loran Eisely-

Los puentes de Friburgo

Si la catedral de San Nicolás y las fuentes son atractivos turísticos de primer orden, lo mismo ocurre con los antiguos puentes de la población. Posiblemente el más hermoso sea el puente de Berna, cuya construcción inicial se realizó en 1270.

Puente de Berna en Friburgo
Puente de Berna – Igor Plotnikov / Shutterstock.com

Este puente cubierto de madera contrasta con otro también antiguo, pero ahora empedrado. Se trata del puente de Milieu. Pero aún hay más puentes en Friburgo, por ejemplo, en lo alto se ve el moderno puente de Gotteron. Por ese seguramente no caminarás, pero en cambio sí que lo harás por el puente de San Juan, ya que por ahí llegas al último de los grandes atractivos de la ciudad: su funicular.

El funicular de Friburgo

Su apariencia con viejos vagones de madera no engaña. Se construyó en 1899 y une la zona del río con la ciudad moderna.

Pese a su antigüedad es toda una sorpresa, ya que se trata de un funicular que funciona gracias a un ingenioso sistema de contrapeso, para lo que se utilizan las aguas residuales de la ciudad, y cada uno de sus dos vagones llega a acumular hasta 3.000 litros de líquido para salvar una inclinación superior al 52%.

Friburgo
Friburgo – Igor Plotnikov

Solo por saber que te desplazas gracias a ese sistema ya merece la pena tomarlo. Además, con él te ahorrarás subir las empinadas calles medievales, por las cuales se va mucho mejor descendiendo. Y por último, la estación superior del funicular ofrece unas vistas fantásticas de todo el conjunto de la ciudad.