Explora las fascinantes ruinas mayas de Belice

Belice fue una de las zonas de asentamiento y esplendor de la cultura maya. De ahí que a lo largo y ancho del país se puedan admirar restos impresionantes de antiguas ciudades.

Las ruinas mayas de Belice son de una gran riqueza. Por ello, se han convertido en una de las razones principales de la llegada de turistas a este país de Centroamérica. Las formas de vida de nuestros antepasados siempre llaman la atención, y aquellos lugares que hace milenios fueron la cuna de civilizaciones hoy son grandes reclamos turísticos.

La cultura maya es una de las más estudiadas de la historia. Sus ciudades comenzaron a instaurarse en torno al siglo VIII a. C. y tuvieron un gran esplendor hasta el siglo IX d. C. Así, lugares como las ruinas mayas de Belice nos dan la posibilidad de conocer la que un día fue una de las civilizaciones más importantes de América.

Por qué ir a ver las ruinas mayas de Belice

Visitar los lugares que hace siglos fueron escenario del desarrollo de una importante cultura es una sensación única. De esta manera, las ruinas mayas de Belice nos harán viajar a un momento en que aquí habitaban cerca de un millón de personas en el llamado “periodo clásico”.

De aquel esplendor quedan infinidad de restos en el país, cerca de un millar. Algunos de ellos han llegado hasta nuestros días en un buen estado de conservación, a pesar de que la mayoría de las ciudades mayas quedaron abandonadas incluso mucho antes de la llegada de los españoles.

Eso sí, de todos los vestigios mayas repartidos por el país solo se pueden visitar algunos. En cualquier caso, son magníficos ejemplos de lo que fueron los asentamientos de la civilización maya.

Las ruinas más destacadas

Como decíamos, las ruinas mayas de Belice se extienden por todo el país. Hay al menos treinta puntos arqueológicos que puedes conocer. Te vamos a mencionar solo algunos de ellos.

Lamanai

Estas ruinas están ubicadas en el distrito de Orange Walk. De hecho, son muy recomendables por el entorno natural en el que se sitúan. Además, algunas de sus construcciones están en muy buenas condiciones.

El auge de Lamanai se dio, sobre todo, entre los siglos IV a. C. y I a. C., aunque la zona estuvo ocupada muchos siglos después. De hecho, tras el periodo de conquistas, los colonos crearon una iglesia católica, pero los mayas defendieron la zona y los españoles acabaron abandonando este lugar.

Los arqueólogos llevan casi 50 años trabajando en las ruinas mayas de Belice ubicadas en Lamanai, y en ese tiempo han conseguido restaurar las partes más importantes. No puedes perderte los tres templos: el de los Mascarones, el de las Máscaras de Jaguar y el Templo Alto.

A parte de las propias ruinas, en el camino encontrarás otras muchas cosas que ver. El viaje tiene que hacerse en barco. Así descubrirás paisajes increíbles de la selva que lo rodea.

El Caracol

Así se denomina a una zona cuya importancia política fue máxima durante el apogeo de la civilización maya. También es, posiblemente, el yacimiento más importante que se conserva en el país. Y también es el más grande.

Aquí verás una gran pirámide que alcanza los 140 metros de altura. Lo más sorprendente es su estado de conservación y el de todo su entorno. En tu visita vas a creer que has viajado en el tiempo, pues ya en el camino hasta allí tendrás que atravesar zonas en las que la presencia de vida moderna es nula.

Otros yacimientos arqueológicos

Las ruinas mayas de Belice están por todas partes, y es difícil hablar de todas. Pero queremos mencionar también las de Cahal Pech, que se encuentran en la ciudad de San Ignacio, en el distrito de Cayo, al igual que El Caracol.

Este lugar fue sede de la civilización maya hasta el siglo IX, y era propiedad de una familia importante. No tiene una gran construcción como El Caracol ni templos impresionantes como los de Lamanai, pero sí puedes ver hasta 34 estructuras diferentes que aún se conservan.

En este lugar también es posible visitar un interesante museo. En él vas a poder conocer todo lo que se sabe de estas ruinas gracias al trabajo de los arqueólogos desde finales de los años 70.