El encanto del Palacio de la Aljafería de Zaragoza
En Zaragoza se puede visitar el Castillo y Palacio de la Aljafería, una de las fortalezas de orígenes musulmanes mejor conservadas de España. Se trata de una de las construcciones más hermosas que han llegado hasta nuestros días de la llamada época de los Reinos de Taifas, en los que se dividía todo el territorio hispano bajo dominio de monarcas musulmanes.
La Aljafería, palacio musulmán
Los orígenes del palacio nos trasladan a la segunda mitad del siglo XI, cuando la actual Zaragoza era conocida como Sarakusta y era gobernada por el sultán de la dinastía Hudi.
Este sultán no fue otro que Abu Yafar, y tan orgulloso estaba de la residencia palaciega que hizo construir que la llamó el “Palacio de la Alegría”. Un palacio que también le servía para recibir a los embajadores y gobernantes extranjeros, los cuales quedaban francamente impresionados por la arquitectura y la ornamentación del palacio.
La Aljafería, palacio cristiano
No obstante, Zaragoza fue reconquistada por los cristianos a comienzos del siglo XII, y desde entonces diferentes reyes intervinieron en la construcción. Desde el propio Alfonso I el Batallador, conquistador de la ciudad, hasta los Reyes Católicos, pasando por Pedro IV y posteriormente Felipe II, que aumentó su aspecto de fortaleza, en detrimento de su uso residencial.
La Aljafería en la actualidad
Hoy en día, el Palacio de la Aljafería es uno de los grandes monumentos de Zaragoza, tanto por su aspecto como por su larga historia. Y aunque está relativamente lejos del centro histórico (calculad unos 20 minutos de animado paseo desde la Plaza de las Catedrales, con el Pilar y la Seo como grandes hitos artísticos), lo cierto es que es uno de los lugares más visitados por los viajeros.
Pero además de realizar visitas a su interior, tanto por libre como guiadas en varios idiomas, el Palacio de la Aljafería hoy en día también es la sede del Parlamento de Aragón, motivo por el cual de vez en cuando hay medidas de extraordinaria seguridad.
La Torre del Trovador
Como parte más antigua del conjunto hay que destacar la única torre cuadrada que hay en el conjunto. Un torre que remontaría su construcción al siglo IX y que se ha ido integrando en las construcciones y reformas posteriores. Como curiosidad hay que decir que en esta torre se ambienta el libreto de una de las obras de ópera más famosas de todos los tiempos: Il Trovatore de Verdi.
“La arquitectura despierta sentimientos en el hombre. Su tarea es por tanto, hacer esos sentimientos más precisos.”
– Adolf Loos –
La visita a la Aljafería
Quitando la zona del Parlamento y todas las dependencias de oficinas anexas, el resto del palacio es visitable hoy en día. Eso sí, tras una profunda restauración, ya que durante décadas el edificio fue una ruina, tras una convulsa historia de siglos en las que no solo fue palacio, también sirvió de cárcel, cuartel o sede del tribunal de la Inquisición.
Y de toda la visita, sin duda alguna el Patio de Santa Isabel es la zona más espectacular, ya que en su entorno están los restos islámicos más valorados. Sobre todo el conjunto de arcos mixitilíneos o la zona del mihrad o muro para la oración, orientado hacia La Meca. Además del llamado Salón Dorado, donde el rey musulmán deslumbraba con su cultura y sus posesiones a todos sus invitados.
Toda esta parte original está en la planta baja, pero desde ahí unas escaleras nos conducen a las estancias superiores donde se visitan las dependencias del palacio de Pedro IV, y sobre todo los salones construidos en tiempos de los Reyes Católicos, que aquí contaban con un Salón del Trono realmente impresionante, al que podría asistir toda su corte.