Elige bien los zapatos que vas a llevar en un viaje
Los zapatos que vas a llevar a un viaje son un elemento fundamental para tu bienestar. Por eso mismo, debes elegirlos de manera muy consciente. Todos sabemos que un calzado inadecuado puede arruinar no solo el estado de ánimo y el viaje, sino también la salud.
Es un hecho que debes pensar en la comodidad a la hora de decidir cuáles son los zapatos que vas a llevar. Lo que menos necesitas es introducir un elemento de tortura durante tu viaje. Si es necesario sacrificar el estilo, bien vale la pena para ganar con ello mayor confort.
Claro está que la elección de los zapatos que vas a llevar depende mucho del tipo de viaje que pretendas hacer. Una cosa es ir a acampar y otra muy diferente disfrutar de unas vacaciones en un crucero o en un hotel de lujo. Pese a esto, en todos los casos debes pensar en un calzado que te favorezca por encima de otras consideraciones. Por eso, ten en cuenta los siguientes consejos.
Un lugar para los zapatos que vas a llevar
Lo primero que debes tomar en consideración es de cuánto espacio dispones en la maleta. Una cosa es viajar solamente con equipaje de mano y otra con cinco maletas. Ese es un factor crucial a la hora de elegir los zapatos que vas a llevar. Te permite definir si vas a tener que llevar solamente un par o si hay lugar para más.
Este factor también tiene gran influencia en términos de peso. Hay zapatos que pesan como los que más, mientras que otros son mucho más ligeros. Por regla general, es mejor llevar calzado que ocupe poco espacio y no tenga mucho peso. Recuerda que una de las virtudes del viajero debe ser el pragmatismo.
Revisa el clima
Este es otro de esos factores decisivos para definir qué zapatos vas a llevar. Si vas, por ejemplo, con un calzado que no es impermeable y llueve , puedes pasar malos ratos. Los zapatos no son exactamente lo que menos tarda en secar. Así mismo, llevarlos húmedos puede afectar a tu salud.
Si vas a un clima cálido también debes valorarlo. Necesitas un calzado que permita una perfecta transpiración y que te ayude a sentirte fresco. Si el clima es impredecible, lo mejor es que lleves dos tipos de zapatos, siempre eligiendo los que menos espacio ocupen y menos peso generen.
Los dos clásicos en zapatos
Hay dos tipos de calzado que son clásicos para los viajeros. Uno de ellos son las botas, generalmente de media caña, bien acolchadas y con suela de buena tracción. Son zapatos que resultan muy cómodos para caminar, una actividad que se realiza en casi todos los viajes. Las botas abrigan, protegen el pie y son bonitas.
En contra de ellas está el hecho de que ocupan mucho espacio. En general, debes llevarlas puestas los días en que tengas que desplazarte en avión, en tren o en autobús, ya que pueden ser un verdadero lastre si las dejas en la maleta.
El otro clásico en materia de calzado son las sandalias. Ocupan poco espacio, suelen ser muy livianas y resultan sumamente útiles cuando hace calor. También las puedes usar mientras estás en el hotel. La mayoría de las sandalias caben sin problema en el bolso de mano.
Mocasines y bailarinas
Los más sofisticados, o quienes piensan darse algún lujo durante su viaje, pueden pensar que botas y sandalias son una opción demasiado pobre. Definitivamente, si alguien quiere buscar una ocasión para lucir elegante, ese tipo de calzado no va a ayudarles mucho.
Lo mejor entonces es sustituir las sandalias por unos mocasines o unas bailarinas. En ese tipo de calzado hay muchas opciones y algunas de ellas son verdaderamente atractivas. Se pueden combinar fácilmente con un atuendo más formal y no desentonan. El secreto está en elegirlas en un color y un material que te resulten altamente funcionales.
Claves de un buen calzado para viaje
Los zapatos que vas a llevar a un viaje no deben ser ni muy sueltos, ni tampoco justos. Lo ideal es que te queden ligeramente grandes. No es raro que los pies se inflamen por estar mucho tiempo sentado en algún transporte o por el calor. Así que es bueno que sean amplios.
No lleves zapatos nuevos. Si los acabas de comprar, mejor úsalos primero en tu casa y saliendo por tu ciudad. A veces el calzado tiene algún defecto que solo logramos detectar con el uso, y un viaje no es la mejor ocasión para descubrir esos problemas.