El Palacio de los duques de Braganza, la joya de Guimarães
El Palacio de los duques de Braganza es uno de los edificios más importantes y representativos de la ciudad medieval de Guimarães. Una ciudad en la que se respira cultura e historia por todos sus costados, no en vano, allí es donde nació Portugal.
Ubicada en el norte de Portugal, a unos 45 minutos de la ciudad de Oporto, Guimarães cuenta con un centro histórico impresionante, un palacio ducal y un castillo que nos trasladan a diversas épocas de la historia portuguesa.
Historia del Palacio de los duques de Braganza
Situado sobre la Colina Sagrada de esta ciudad, su origen lo encontramos en el siglo XV. Se construyó a modo de las residencias señoriales francesas de la época, bajo las órdenes de Dom Afonso, primer duque de la Casa Braganza y octavo conde de Barcelos. Este era hijo natural del rey don João y de doña Inês Pires Esteves.
Como resultado del traslado de la residencia de los Braganza al palacio de Vila Viçosa, en Alentejo, hacia 1501, el palacio de Guimarães quedó en abandono.
Así, comenzó una época de degradación hasta que en 1937 se iniciaron los trabajos de restauración. Esta restauración culminó el día 24 de junio de 1959, es decir, después de haber pasado 831 años desde la batalla de São Mamede.
Entre 1932 y 1968 el palacio sirvió como residencia presidencia del António de Oliveira Salazar. Hoy en día es uno de los edificios de que debes visitar si vas a Guimarães, pues su belleza y la colección de muebles antiguos y obras de arte que alberga lo convierten en un lugar muy especial.
Arquitectura del Palacio de los duques de Braganza
Este palacio, excepcionalmente bien conservado y que podríamos definir como de cuento, nos traslada inmediatamente a los viajes realizados por sus dueños. Con un lenguaje poco tradicional en la península ibérica, es una mezcla de estilo inglés y francés.
De planta cuadrada rematada con torres almenadas y chimeneas cilíndricas de ladrillo, este edificio destaca sobre prácticamente cualquier otro edificio del centro histórico de la ciudad. Las almenas y los matacanes recuerdan que también cumplía la función de fortaleza.
Consta de patio central, planta baja, primera y segunda. Destacan sus grandes salones, como el Salón de los Pasos Perdidos o el Salón de Banquetes, con techos de barca invertida.
Las habitaciones privadas que han sido recreadas con muebles de la época. Pero, sobre todo el conjunto, mención especial merece la capilla, con hermosas vidrieras coloridas.
Qué podemos ver dentro del palacio
Una de las ventajas de la visita a este palacio es que tendrás la posibilidad de caminar libremente por sus numerosas habitaciones. Podrás disfrutar de una gran colección de tapices flamencos, armas de los siglos XV y XVI.
De entre los objetos que puedes contemplar, destacan especialmente las porcelanas de la Compañía de Indias. Y también un conjunto de cerámica (fayenza) portuguesa proveniente de las principales fábricas de la época (Prado, Rocha Soares, Viana).
Asimismo, son reseñables los espectaculares tapices flamencos, ejecutados siguiendo los diseños de cartones de Rubens (notables por la representación de los juegos de sombras); los tapices franceses Aubusson y de Bruselas; y una reproducción de los tapices de Pastrana, de enormes dimensiones.
En estos últimos, se puede apreciar la historia de los descubrimientos portugueses, pues describen con todo detalle escenas de la llegada de los portugueses a Arzila, del cerco a esta ciudad en el norte de África y de la toma de Tánger. Los tapices originales se encuentran en el palacio de El Escorial.
No te pierdas la interesante muestra de mobiliario del periodo postdescubrimientos y el conjunto de cantadores indo-portugueses e hispanoárabes de estilo mudéjar. Especial atención merecen los bargueños españoles, así como los cofres, las cajas-escritorio o el mobiliario barroco de estilo D. Joao V y D. José.
En la planta baja, en el sector norte, un pequeño museo de arte contemporáneo exhibe piezas que el pintor José de Guimarães donó a la ciudad donde nació.
Horario de visita
El Palacio de los duques de Braganza se puede visitar todos los días de 9:30 a 18:15. Cierra el 1 de enero, el 25 de diciembre, el Domingo de Pascua y el 1 de mayo.
Cuenta con tarifa normal y tarifa reducida para estudiantes, mayores de 65 años y portadores del carnet joven. Los niños menores de 14 años entran gratis. Además, los domingos por la mañana es gratis para todos los públicos.