El Alcázar de los Reyes Cristianos de Córdoba, un monumento único
España es un país lleno de contrastes naturales y gran patrimonio histórico. Desde las cuevas de Altamira prehistóricas hasta las vanguardias, guarda en su territorio una riqueza que pocas naciones tienen. Entre ellas, destaca el Alcázar de los Reyes Cristianos de Córdoba, un lugar inolvidable.
¿Qué el Alcázar de los Reyes Cristianos de Córdoba?
El Alcázar de los Reyes Cristianos es una fortaleza originaria del siglo XIII, en plena Reconquista. Pese a su levantamiento en la Edad Media, tiene retoques del barroco. Lo podemos encontrar en el Campo Santo de los Mártires, en la capital de la famosa y bella provincia andaluza.
Este alcázar se levantó en su día con sólidos muros. No obstante, era algo normal en su época en las construcciones militares en plena Reconquista cristiana ante los reinos musulmanes. Pero sí que llama la atención que su interior guarda la evolución de la arquitectura cordobesa durante 2000 años.
En el Alcázar de los Reyes Cristianos de Córdoba encontramos restos del paso de los romanos por la Península Ibérica. Pero también de la llegada de los visigodos, de los árabes y, finalmente, de los cristianos, como es lógico.
Así pues, es evidente que la ubicación del alcázar fue lugar predilecto de muchos gobernantes. En distintas épocas y con culturas muy diferentes, todos ellos eligieron esta zona para levantar sus fortalezas.
Origen del Alcázar de Córdoba
El Alcázar de los Reyes Cristianos encuentra su origen en el año 1236. La ciudad andaluza es conquistada por el rey Fernando III el Santo. En su ubicación se encontraba el Palacio Califal, que quedó asolado.
Fue el célebre rey Alfonso X el Sabio quien comenzó a restaurar el Palacio Califal. Sin embargo, la obra se completó bajo el mandato de Alfonso XI. Fue entonces cuando este edificio mostró la imagen que hoy en día podemos ver.
“Entre todas las tierras del mundo Espanna a una estremança de abondamiento et de bondad más que otra tierra ninguna. ¡Ay Espanna! non a lengua ni engenno que pueda contar tu bien.”
-Alfonso X el Sabio-
A lo largo de los años de historia del alcázar cordobés, el lugar ha recibido distintos usos. Aunque nació como fortaleza medieval, fue utilizado por el Santo Oficio como Sede de la Inquisición. También en el siglo XIX fue transformado en una cárcel.
Qué ver en el Alcázar de los Reyes Cristianos
El Alcázar de los Reyes Cristianos guarda entre sus muchas riquezas una serie de estancias y jardines realmente bellos. Por fuera es una construcción rectangular con muros de sillares en piedra.
A lo largo, cuatro torres perfilan los ángulos del alcázar. Todas ellas en buen estado, reciben el nombre de Los Leones, El Homenaje, La Inquisición y Las Palomas. En su interior, las dependencias se articulan en patios, algo clásico en Córdoba.
Hoy en día el Alcázar cordobés es una de las grandes atracciones de la ciudad. Sus patios están engalanados con flores exóticas, hierbas aromáticas y árboles frondosos. Recorrer las estancias y corredores bajo cúpulas góticas es una experiencia maravillosa que únicamente sepuede disfrutar en esta capital andaluza.
Dentro del alcázar se puede acceder a galerías donde se exhibe, por ejemplo, un sarcófago pagano. Está datado en el primer cuarto del siglo III. Podemos observar en su frontal un altorrelieve representando una alegoría sobre la marcha del difunto al más allá.
También merece la pena conocer dentro del Alcázar de Córdoba el Salón de los Mosaicos. Aquí se exponen piezas romanas descubiertas en el subsuelo de la Corredera. Y bajo él, baños de inspiración árabe y tragaluces llenos de estrellas.
Los patios y jardines
Entre sus muchos patios, el Mudéjar es uno de los preferidos por el visitante. Con el enlosado de mármol y el murmullo de las albercas y canales que lo recorren, es de una belleza y tranquilidad que contrastan con el bullicio cordobés.
Dentro de la monumentalidad del Alcázar de los Reyes Cristianos de Córdoba, merece la pena descubrir los jardines. Coronados por especies como naranjos, limoneros, cipreses y palmeras, pasear por ellos es una verdadera gozada entre naturaleza y belleza.
Córdoba es una ciudad maravillosa llena de contrastes, historia y monumentalidad. Y no cabe duda de que el Alcázar de los Reyes Cristianos no hace más que engrandecer a esta capital andaluza. Un lugar que todo el mundo debería visitar al menos una vez en la vida.