Las cuevas de Waitomo y sus gusanos luminosos

Las Waitomo Caves no solo son uno de los sistemas subterráneos más bellos del planeta, además, aquí viven los 'glowworms', unos gusanos luminosos únicos.
Las cuevas de Waitomo y sus gusanos luminosos
María Belén Acosta

Escrito y verificado por la especialista en Asia Oriental María Belén Acosta.

Última actualización: 07 enero, 2020

Queremos acercaros a un rincón fantástico de Nueva Zelanda: las cuevas de Waitomo. Conocidas como uno de lo lugares más mágicos del mundo, estas cuevas son el hogar de una especie de gusano luminoso que dota a este mundo subterráneo de origen volcánico de un brillo especial.

La historia de las cuevas de Waitomo

Las cuevas de Waitomo son un sistema de cuevas subterráneas que se encuentra situado en la región meridional Waikato, en la Isla Norte de Nueva Zelanda. Su formación depende, en gran medida, del río Waitomo. Aunque actualmente solo pueden visitarse tres kilómetros de sus galerías y salas, quedan aún casi 10 km² sin explorar.

El origen de estas cuevas se debe a la fuerte actividad geológica y volcánica de la zona. El nombre de Waitomo, de origen maorí, está formado por dos palabras: ‘wai’, que significa agua, y ‘tomo’, que significa agujero o cavidad. Estas fueron descubiertas por un maorí llamado Ruruka Aranui mientras se encontraba cazando cerca de la zona.

Un secreto bien guardado

Gusanos bioluminiscentes en las Waitomo Caves

A pesar de su descubrimiento, el pueblo maorí prefirió guardarlas en secreto hasta el año 1887, cuando Fred Mace, un topógrafo inglés, persuadió al jefe Tane Tinorau para que le dejara explorar las cuevas.

La expedición se realizó siguiendo el curso del río hasta ser sorprendidos por los glowworms o gusanos luminosos. Este hecho, junto a las siguientes expediciones que permitieron descubrir las espectaculares formaciones de piedra caliza, dieron su fama mundial a las Waitomo Caves.

Con los años se trazaron mapas de las cuevas. Finalmente, se abrieron al público en el año 1889. Un dato curioso es que gran parte del personal empleado hoy en el cuidado de las cuevas son descendientes directos del jefe Tane Tinorau.

Años más tarde se descubrieron otras cuevas dentro del sistema subterráneo. De entre ellas, además de la Glowworms Caves, destacan la Ruakuri Cave y la Aranui Cave. Esta última es toda una rareza geológica, ya que cuenta con una gran formación de estalactitas de color rosado de gran belleza.

Los gusanos luminosos de las cuevas de Waitomo

Gusanos bioluminiscentes en las cuevas de Waitomo

Sin lugar a dudas, el mayor reclamo turístico de las cuevas de Waitomo son sus gusanos luminosos. Este tipo de gusano es propio de Nueva Zelanda y, aunque podremos encontrarlo en otras localizaciones, es en Glowworms Caves donde es más fácil disfrutar de su particular colorido.

Estos gusanos son la larva del insecto Arachnocampa luminosa, que durante su primera fase son bioluminiscentes. Estos se colocan sobre las paredes de la cueva formando grupos que penden de los techos. La luz creada por estos organismos es su método de caza, ya que con ella atraen a las presas para que, finalmente, queden atrapadas en su red viscosa.

Su brillo se intensifica cuanto más hambrientos están, para llamar más aún la atención de sus presas. Igualmente, para su supervivencia necesitan de unas condiciones de humedad y temperatura estrictas. Su supervisión y conservación es parte del trabajo de los encargados de las cuevas.

Los gusanos tienen un tamaño de tan solo tres milímetros al nacer y crecen hasta llegar a alcanzar una longitud máxima de cinco centímetros. Estos, tras pasar la fase larvaria, tienen un aspecto de mosquito de gran tamaño. Los adultos de esta especie de insecto tienen solo un día de vida.

Datos de interés para disfrutar de la visita

Interior de la Ruakuri Cave

La mejor opción si queremos llegar hasta las cuevas de Waitomo es viajar desde Auckland. Desde aquí, ya sea a través de una agencia de viajes o por nuestra cuenta, podremos llegar sin mayor problemas utilizando tanto el autobús como cualquier otro vehículo. Es importante recordar que el precio de la entrada ronda los 30 euros y que la visita es de poco más de media hora.

El recorrido se realiza en barca, desde la que el guía nos irá comentando detalles curiosos y narrará la historia de estas espectaculares cuevas. Debemos recordar que está prohibido tomar fotografías durante la visita.

Aunque lo más llamativo de la visita es recorrer la Glowworms Cave, por ese espectáculo casi de fantasía producido por la luz que emiten estos gusanos, también podremos visitar el resto de cuevas. En la Ruakuri Cave veremos una gran formación de estalagmitas de color rosado y varias cascadas que dotan al lugar de una acústica única.

La visita también incluye un paseo por la Aranui Cave, que se encuentra dentro de la reserva natural Ruakuri, y que dispone de una impresionante colección de estalactitas y estalagmitas con formas de todo tipo.