¿Cuando será posible viajar en coches autónomos?
Aún existen muchos interrogantes acerca de viajar en coches autónomos. Uno de ellos es cuándo será posible, pues ya llevan años probándose o funcionando parcialmente en determinados países. Sin embargo, existen muchas más cuestiones que trataremos de resolver en este artículo. ¿Nos acompañas en este viaje a un futuro no muy lejano?
Información útil sobre los coches autónomos
Un coche autónomo es aquel capaz de percibir el entorno y conducir en consecuencia, sin la necesidad de ser manipulado por ninguna persona, aunque esta sea la encargada de elegir el destino. Por tanto, son el mayor ejemplo de lo rápido que avanza la industria de la automoción.
Pero, ¿cómo funcionan? Pues gracias a diversos dispositivos como los sensores LIDAR, a los sistemas de visión computarizada, radares, cámaras, mapas 3D de alta definición, algoritmos para la localización y selección de rutas, así como a una gran potencia informática para manejar dicha información.
Asimismo, estos vehículos tienen ventajas, ya que aumentan la seguridad vial, son de utilidad para aquellas personas que no pueden conducir por determinados problemas de salud, son más respetuosos con el medio ambiente o suprimen nuestras preocupaciones respecto al estacionamiento.
No obstante, los coches autónomos han sido puestos en tela de juicio después de que un vehículo de estas características perteneciente a Uber atropellase a una mujer en Arizona (Estados Unidos). Aunque al tratarse de uno de los dos incidentes mortales que han protagonizado, parece que los argumentos respecto a su seguridad siguen teniendo cierta solidez.
Un posible inconveniente, aparte de esclarecer quién sería el responsable en caso de accidente, es hasta qué punto podemos fiarnos de que la inteligencia artificial no cometa algún error. Otro punto que se esgrime en su contra es la reducción de la privacidad del conductor, pues necesitan satélites para poder funcionar.
“Cada aspecto de la tecnología humana tiene un lado oscuro, incluyendo el arco y la flecha.”
-Margaret Atwood-
Recorrido de los coches autónomos
El origen de los coches autónomos se remonta a los años 40, momento en el que se iniciaron las pruebas con los mismos. Sin embargo, no fue hasta los años 80 cuando empezaron a detectar obstáculos vía radar. Hoy en día, y como hemos visto antes, también reconocen el movimiento por cámaras e incluyen sistemas de detección láser.
Por otro lado, la apuesta de diversos fabricantes por este tipo de automóviles ha aumentado, ya que se prevé que generen 7 billones de dólares en 2050. Algunos de esos fabricantes son General Motors; Google, la única compañía de internet de la lista; Audi o Bosch, de modo que aún les queda mucho recorrido.
Pero, ¿cuándo se normalizará su uso?
Solo hay incertidumbre en torno a cuándo se podrán comprar vehículos de estas características. Aunque los más optimistas señalan que podría ser en el año 2020, habría un pequeño obstáculo que habría que salvar: la legislación para regular su uso y las posibles consecuencias que pueden derivar del mismo.
Algunos de los aspectos que se tienen que esclarecer son, por ejemplo, a quién le corresponde la responsabilidad de los seguros o la renovación de las infraestructuras de transporte. La Comisión Europea pretende lanzar un plan que permita avanzar en esta dirección, así como investigar sobre la protección contra ciberataques.
Estados Unidos hizo precisamente historia hace unos meses al regular la conducción autónoma y al dar luz verde a la fabricación y comercialización de 15.000 vehículos nada más entre en vigor la ley. No es de extrañar, ya que el país ha sido hasta hora un campo de pruebas gigante para los coches autónomos.
Por ejemplo, en California se permitía probar a las distintas empresas su tecnología autónoma por carreteras públicas siempre que hubiera un conductor profesional tras el volante para que actuase ante un posible fallo. Ahora, en cambio, la figura del conductor no es imprescindible. Se trata, pues, de un gran paso.
Respecto al precio de venta de estos vehículos, todo parece apuntar a que no será asequible para todos los bolsillos, ya que requieren un sistema de conductor virtual que genere un gran nivel de confianza en la toma de decisiones, lo cual no es sencillo. Sin ir más lejos, solo el sistema LIDAR que utiliza el prototipo Koala de Google cuesta 60.000 euros.