Damos un paseo por la Valencia de Joaquín Sorolla
Si hablamos de pintores de nivel en España es obligado que nos venga a la mente Joaquín Sorolla. Este gran artista, que vivió a caballo de los siglos XIX y XX, posee un catálogo que sobrepasa de largo las 2000 obras. ¿Te parece si descubrimos hoy la Valencia de este gran autor?
Joaquín Sorolla, el artista
Entre sus grandes obras son destacables las escenas mediterráneas. Sus orígenes en el Mare Nostrum quedan patentes en su actividad que, en los últimos años de su vida fue considerada como luminista.
Si te gusta la obra de Sorolla, el mejor lugar donde conocerla y acercarse más al artista es su Valencia natal. Cobra gran valor el visitar la ciudad del Turia, pues es una manera bastante acertada para comprender un poco mejor a este gran pintor valenciano.
Un viaje por la Valencia de Joaquín Sorolla
Nuestra ruta empieza, como no podía ser de otra forma, en la casa donde nació Sorolla. Se encuentra en el número 8 de la calle de las Mantas. Es fácil encontrarla, pues hay una placa que hace alusión a ello.
Muy cerca tenemos la iglesia de Santa Catalina, en la que el pintor fue bautizado. También podemos visitar la iglesia de San Martín, donde se casó con Clotilde García.
Una vez conocidos estos importantes lugares, nos encaminamos a la Lonja de la Seda. Este es uno de los lugares más visitados de Valencia y aquí merece la pena detenerse a admirar las las escaleras, las mismas que aparecen en el cuadro El grito del palleter.
Proseguimos nuestro paseo por el Círculo de Bellas Artes, del que fue socio Sorolla. Se encuentra en el palacio gótico de la calle Cadirers.
Otros rincones relacionados con Sorolla
Valencia tiene numerosos encantos y Sorolla supo apreciarlos. Uno de ellos es la catedral. Sorolla la pintaría en sus inicios, por eso y por su belleza, merece la pena visitar el templo, tanto por su exterior como por su rico interior.
Continuamos bajando por la calle de San Vicente Mártir. Llegamos al Ayuntamiento, donde se conservan algunas obras del pintor, entre ellas Mi familia.
Si vamos por la calle de las Barcas hasta la parte conocida como la del Pintor Sorolla, verás que aquí estudió el artista en la Escuela de Artesanos de Valencia. Actualmente, este centro lo podemos encontrar en la avenida del Reino de Valencia. Todavía podemos disfrutar de una obra y varios bocetos del pintor valenciano.
No podemos dejar de visitar el puente de la Exposición del río Turia. Le llaman “La Peineta” y fue diseño de Calatrava. Luego, seguimos hasta la calle Galicia, donde podemos conocer el palacio de la Exposición, en el que participó Sorolla en 1909.
El Museo de Bellas Artes
Una cita obligada es el Museo de Bellas Artes de Valencia, donde hay cerca de 50 cuadros del pintor. Del otro lado del Turia se encuentra el Centro del Carmen, que fuera un antiguo convento del siglo XIII. Allí se encontraba la Escuela de Bellas Artes donde estudiara Sorolla. Ahora es un centro de exposiciones en que se encuentra la Institución Joaquín Sorolla.
El final del recorrido
La playa de la Malvarrosa fue un lugar que sirvió de inspiración para innumerables cuadros del pintor. Además, vamos a poder conocer la vivienda de otro amigo suyo, pues se encuentra la Casa Museo Vicente Blasco Ibáñez.
“¡El agua era de un azul tan fino! Y la vibración de la luz era una locura. He presenciado el regreso de la pesca: las hermosas velas, los grupos de pescadores, las luces de mil colores reflejándose en el mar… me proporcionaron un rato difícil de olvidar.”
-Joaquín Sorolla-
Y de ahí vamos a dos lugares cuya la actividad inspiró varias obras del pintor. Uno es la Casa dels Bous, que se utilizaba para resguardar a los animales que trasportaban las barcas hasta la orilla del mar. El otro es el antiguo asilo San Juan de Dios.
Si vamos por el paseo marítimo, se puede disfrutar del monumento que Valencia le dedicó a Sorolla. Está en la plaza de la Armada Española.
Nuestro recorrido por la Valencia de Joaquín Sorolla termina en el Cementerio General de Valencia. Allí descansan los restos del artista en el panteón de la familia. A pocos kilómetros de la ciudad, en Tavernes Blanques, es posible disfrutar de más obras en el Museo Lladró. ¡Disfruta del viaje!