Mil años de historia en la catedral de Santa Sofía de Kiev
No vamos a Ucrania, un país situado al este de Europa y poco conocido a nivel turístico, pero con rincones maravillosos. En concreto, vamos a descubrir una de las joyas del país: la catedral de Santa Sofía de Kiev. Es uno de los lugares más visitados, junto con el Monasterio de las Cuevas, también en Kiev. ¡Acompáñanos a descubrirla!
Situada en el casco histórico de la capital ucraniana, la catedral de Santa Sofía de Kiev cuenta con mil años de historia a sus espaldas. Además, fue el primer monumento nacional en inscribirse en la lista de Patrimonio Mundial de la Unesco. A continuación, descubriremos por qué.
Historia de la catedral de Santa Sofía de Kiev
La construcción de la catedral comenzó a principios de siglo XI y tardó veinte años en terminarse. Su estilo es bizantino y cuenta con cinco naves, cinco ábsides y trece cúpulas. De las trece cúpulas, la más grande se sitúa en el centro, es dorada, y representa a Cristo. Las doce restantes están a su alrededor y simbolizan a los doce apóstoles.
El nombre de Santa Sofía está relacionado con el de la catedral Hagia Sofía de la antigua Costantinopla (hoy Estambul). Su nombre significa “sagrada sabiduría”, y está dedicada tanto a Dios como a la santa. Se puso el mismo nombre porque esta catedral rivalizaba con la de Constantinopla por ser la más bella y majestuosa.
Sin embargo, algunas teorías señalan algo bien distinto, que el origen es que para construir este templo se tomó como modelo la catedral del mismo nombre situada en Nóvgorod, en agradecimiento a los ciudadanos que habían ayudado a Yaroslav I el Sabio a asegurar el trono en el año 1019.
En sus orígenes, la catedral se destinó para enterrar a los gobernadores de Kiev desde su fundador, Yaroslav, hasta Vladimir II y Vsévolod Yaroslávich. No obstante, también se utilizó para ceremonias de coronación, firmas de acuerdos internacionales y encuentros con embajadores. También se fundó en ella una escuela y la primera biblioteca de Kiev.
El paso del tiempo en la catedral de Santa Sofía de Kiev
En sus mil años de historia, la catedral de Santa Sofía de Kiev ha atravesado diversas etapas. En los años 1169 y 1240, Kiev sufrió dos saqueos y la catedral salió perjudicada.
A partir del año 1633 comenzó una serie de restauraciones para embellecer la catedral y adaptarla a su tiempo, manteniendo la esencia de sus orígenes. En definitiva, la fachada se restauró en estilo barroco ucraniano, mientras que el interior seguía conservando un estilo bizantino. En el año 1740 finalizaron las obras y la catedral quedó tal como la conocemos ahora.
Durante la Revolución Rusa de 1917 hubo planes para derruirla, pero científicos e historiadores se unieron para evitarlo. Después de esto, la catedral quedó en manos de las autoridades soviéticas y hubo disputas para lograr que la catedral volviese a la Iglesia, aunque esta aún no tiene autoridad para desarrollar actos religiosos con total libertad.
La catedral de Santa Sofía de Kiev en la actualidad
Hoy en día, la catedral es uno de los principales reclamos turísticos de la capital ucraniana. De hecho, en el interior se encuentra el Museo del Cristianismo de Ucrania.
Te recomendamos visitar el campanario, donde está la campana más pesada de Ucrania. También hay que fijarse en el sarcófago donde se encuentran los restos de Yaroslav y su familia, así como en los frescos y mosaicos, sobre todo en el de la Virgen en oración. Y verás imágenes de Yaroslav I, así como objetos que se encontraron durante diversas excavaciones.
Una curiosidad: existió una primera catedral de Santa Sofía
Antes de la construcción de la actual catedral, existió una antigua iglesia del mismo nombre que se localizaba en Kiev. Estaba hecha de madera y se quemó en el año 1017. Esta vieja catedral católica se reconstruyó en piedra y se dedicó al culto ortodoxo, pero se demolió durante la era soviética.
“Viajar es un ejercicio con consecuencias fatales para los prejuicios, la intolerancia y la estrechez de mente.”
-Mark Twain-
Desde el año 2007, la catedral de Santa Sofía es una de las Siete Maravillas de Ucrania. No es de extrañar, teniendo en cuenta que se trata de uno de los iconos de Kiev. Un lugar no solo de culto, sino centro social, político y cultural. Por ello, te recomendamos disfrutar tanto de ella como de los demás lugares que te están esperando en esta ciudad.