Bourtange en Holanda, un pueblo muy curioso

Bourtange en Holanda, un pueblo muy curioso

Escrito por Adrián Pérez

Última actualización: 28 mayo, 2017

Nadie puede negar que cada ciudad o pueblo tiene algo particular que lo hace diferente de los demás. Sin embargo, hay sitios, como Bourtange en Holanda, que no pasa desapercibido. ¡Tiene forma de estrella! Vamos a visitar este curioso pueblo para contarte todo sobre él, te va a sorprender, seguro.

Bourtange, el pueblo estrella

Si sobrevolásemos la región de Westerwolde nos llamaría mucho la atención una forma de estrella perfectamente definida en medio de los campos. Se trata del pueblo de Bourtange. Un curioso pueblo que se descubre al norte de Holanda, muy cerca de la frontera con Alemania.

Y tiene su explicación su sorprendente figura. Se trata de una ciudad amurallada, una antigua fortaleza que tiene forma pentagonal y cinco bastiones emplazados en cada ángulo, formando una estrella.

Bourtange
Bourtange – Photodigitaal.nl

La construcción de Bourtange se remonta al año 1593, cuando el rey Guillermo I de Orange ordenó tener un lugar de control de la única carretera que en ese momento unía la provincia de Groningen con Alemania. El pueblo se erigió sobre las crestas de arena de un pantano, por lo tanto era más inaccesible todavía.

Pero además de todo ello, merece la pena saber que la construcción se llevó a cabo en medio de la Guerra de los Ochenta AñosY es que la zona era perfecta para usarse como fuerte por las aguas que la circundaban.

Algunas curiosidades

El estilo de construcción empleado aquí se basa en la típica traza italiana. En aquel país, las invasiones francesas obligaron a cambiar los que habían sido estilos constructivos hasta entonces. Así, entre los siglos XV y XVI se comenzaron a levantar muros más bajos pero más anchos e incluían revellines y bastiones. Un tipo de construcción defensiva que muy pronto se extendería al resto de Europa, sobre todo a Francia (paradójicamente) y a los Países Bajos.

Bourtange
Bourtange – Photodigitaal.nl

El nombre del lugar deriva de este aspecto. Bourtange se eleva sobre unas crestas de arena que en Holanda se conocen como “tange”. Y, además, en los alrededores y entre medio de páramos trabajaban los campesinos, que en idioma local se llaman “boeren”. Gracias a estos trabajadores del campo el pueblo fue creciendo.

La fortaleza de Bourtange fue abandonada en 1851 y sus murallas se descuidaron. Sin embargo, en 1967 se llevó a cabo un importante proyecto para restaurarlas y revalorizarlas. En muchas partes tuvieron que levantar los muros otra vez. Además, se cavaron zanjas y se reconstruyeron los barracones de los soldados. Y todo fue reconstruido siguiendo los planos de 1742.

“Todos los viajes tienen destinos secretos de los que el viajero es consciente.”

-Martin Buber-

De paseo por Bourtange

Si al observar la vista área de este pueblo con forma de estrella has quedado enamorado, es porque todavía no lo has visitado en persona. Quizás nos puede resultar algo extraño que familias vivan allí, sin embargo sus cerca de 400 habitantes disfrutan a diario de un lugar maravilloso de calles empedradas, estanques, jardines y puentes.

Bourtange
Bourtange – Fotografiecor.nl

Cuando llegues a Bourtange sentirás que has viajado en el tiempo. Aunque el turismo aquí es la principal fuente de ingreso sigue manteniendo ese aire medieval que tanto nos gusta.

En el centro de la ciudad se encuentra la plaza (Markplein), de la cual surgen como si fuesen rayos nueve calles: Batterijenstraat, Oude Wallen, Kruitstraat, Vestingstraat, Bisschopsweg, Commandeurstraat, Maestraat y Kazernstraat y Kapitein Prottstraat.

Si quieres aprender sobre la historia y la cultura local solo tienes que echar un vistazo a las viviendas y entrar en aquellas que se han convertido en pequeños museosLa vida hace tres siglos está muy bien contada en estas casas.

Además, podemos disfrutar del precioso museo al aire libre que es el pueblo, con sus calles pequeñas, sus edificaciones de color rojo y sus puentes, muchos de los cuales son levadizos. También se puede cenar en alguno de sus restaurantes. O incluso pasar la noche en alguno de los idílicos hoteles que aquí hay.

Por supuesto, Bourtange tiene una pequeña iglesia y un molino, como no podía ser de otra manera en Holanda. Como ves, un pueblo encantador.