El barrio de Santa Cruz, lo más especial en Sevilla
Es famosa la canción que nos dice que Sevilla tiene un color especial. Y además es cierto. Pues bien, dentro de todo el conjunto monumental y turístico de la ciudad hispalense hay unas calles cargadas de un embrujo de lo más seductor. Hablamos del barrio de Santa Cruz, en el corazón de Sevilla y por donde el tiempo parece que se ha detenido siglos atrás.
La antigua judería de Sevilla
Son muchas las ciudades españolas que conservan en su corazón histórico el trazado de la vieja judería. Tal vez los casos más conocidos sean los de la Judería de Córdoba en torno a la mezquita, o las calles medievales de Toledo, donde estaba la judería más grande del país.
Y tras la de Toledo, la segunda judería más populosa era la sevillana, y su espacio se corresponde con lo que hoy es el barrio de Santa Cruz, una visita obligada para todo aquel que haga turismo en Sevilla. Un paseo por sus estrechas calles, sus coquetas plazas y por las casas históricas es una de las actividades que más se recuerdan de la estancia en la capital andaluza.
Qué vamos a ver durante la visita al Barrio de Santa Cruz
Aquí os proponemos un listado con los lugares más hermosos y atractivos de este barrio sevillano. No obstante, os recomendamos adentraros en el barrio y sencillamente pasear. Sus atractivos irán apareciendo sin pretenderlo, de manera que os darán gratas sorpresas. Y además, de vez en cuando, sobre los tejados del barrio iréis viendo el campanario de la cercana Giralda, quizás el monumento más emblemático de la ciudad.
1. Patio de Banderas
Ver la Giralda de Sevilla desde el barrio de Santa Cruz no extraña, ya que nos encontramos en el corazón histórico de la ciudad y donde se acumulan más monumentos. De hecho, una de las mejores formas de entrar al barrio es desde la catedral, concretamente desde la plaza del Triunfo, lugar que nos acerca al bello Patio de Banderas, junto a los Reales Alcázares.
Todo el Patio de Banderas está rodeado de las murallas de los Alcázares, y precisamente desde ahí podremos llegar hasta el mítico Callejón del Agua. Un lugar carismático de Sevilla y el espacio donde vivió por un tiempo el escritor estadounidense Washington Irving, antes de irse a Granada, donde redactaría sus célebres Cuentos de la Alhambra.
“En la primavera universal, suele el paraíso descender hasta Sevilla.”
– Juan Ramón Jiménez –
2. Plaza de la Santa Cruz
Otro de los lugares más hermosos del barrio y de toda Sevilla es la Plaza de la Santa Cruz, donde hubo una iglesia del mismo nombre. Lugar donde reposan los restos de uno de sus habitantes más ilustres, el pintor Bartolomé Esteban Murillo.
También con el nombre de este pintor se pueden visitar los Jardines de Murillo junto a las murallas del Alcázar y el Callejón del Agua.
3. Más plazas del Barrio de Santa Cruz
Caminando por el laberinto de calles, la angostura de ciertas vías se compensa con la presencia de recogidas plazas, cada una con un encanto especial. Por ejemplo la de los Venerables, donde estuvo el antiguo Hospital de los Venerables Sacerdotes, el lugar donde se enamoró don Juan de doña Inés, según el relato de Tirso de Molina.
Otra plaza vinculada a esos personajes literarios es la de Refinadores, donde se eleva una escultura en recuerdo del Tenorio. Y también es atractiva la de Doña Elvira, un excelente espacio para descansar rodeado de sus populares jardines.
4. Palacios del barrio de Santa Cruz
Por el barrio abundan las casas de arquitectura popular, pero también los palacios, como los de Padilla o el de Miguel de Mañara. O el Palacio de Altamira, el cual tiene a su lado la iglesia de Santa María la Blanca. Un templo del siglo XVII que se construyó directamente sobre una vieja sinagoga, de las que habría varias en la antigua judería de Sevilla.
En definitiva, que durante un viaje a Sevilla es obligado caminar y perderse por el barrio de Santa Cruz. Al igual que es necesario entrar a sus diferentes tabernas, entre ellas las de la calle Mateos Gago, tal vez las más famosas de todas y con las mejores vistas de la Giralda.