Un mundo de aventuras en San Carlos de Bariloche
Hermosa en cualquier época del año (nevada en invierno, soleada en verano), San Carlos de Bariloche es una ciudad del sur de Argentina, la más visitada de toda la Patagonia. Este bello destino de vacaciones se ubica entre la cordillera de los Andes, el Parque Nacional Nahuel Huapi y el lago del mismo nombre. ¡Nos vamos en busca de aventuras a Bariloche!
Bariloche: cerros, lagos y mucho más
El turismo es el principal motor de la industria en Bariloche (como se conoce popularmente a la ciudad), ya sea en invierno como en verano. De junio a septiembre los cerros están nevados y los turistas aprovechan para esquiar en las pistas de varios cerros.
En cambio, en verano (de diciembre a marzo) la oferta se basa en sus playas, lagos y temperaturas más suaves que en otros destinos argentinos.
Deporte en Bariloche
La ciudad se emplaza en el centro del Parque Nacional Nahuel Huapi y es la puerta de acceso al Parque Nacional Los Arrayanes. La isla Victoria (a la que se accede en barco) está situada en el centro del lago Nahuel Huapi y vista desde el cielo parece una tortuga. Y a las afueras de la ciudad podemos disfrutar de los lagos Gutierrez, Guillelmo, Mascardi y Steffen.
Pero en Bariloche y alrededores hay nada menos que 8 cerros importantes, perfectos para practicar todo tipo de deportes de aventura o relacionados con la naturaleza.
Destaca Tronador, situado a 90 kilómetros de la ciudad. Es el más alto y, además, desde él se puede observar uno de sus glaciares. En el cerro Catedral se encuentra el centro de esquí más grande del hemisferio sur y al de Runge se sube en telesilla y se desciende por toboganes.
Chalhuaco es ideal para hacer caminatas y en el cerro Leones (formado por los restos de un volcán antiguo) se descubren cavernas con pinturas rupestres. Como ves, opciones para todos los gustos.
Y si vas en verano puedes disfrutar de sus bonitas playas. La del Viento es perfecta para hacer kitesurf, Bonita para buceo y kayak y Serena es tranquila y familiar. La del Centenario es de las más concurridas, pero en ella se puede practicar windsurf y kitesurf.
“El que no sabe gozar de la aventura cuando le viene, no se debe quejar si se le pasa.”
– Miguel de Cervantes –
San Carlos de Bariloche: una ciudad diferente
El centro de la ciudad fue declarado Patrimonio Histórico Nacional y es uno de los puntos destacados de Bariloche. El principal atractivo son sus edificios en forma de “U” que tienen poco más de 70 años, son de piedra verdosa y las aberturas y detalles son hechos en madera. Pertenecen a diferentes dependencias gubernamentales como la Policía, la Aduana, la Administración de Parques Nacionales y la Biblioteca Sarmiento.
Otro de los atractivos de San Carlos de Bariloche es el hotel Llao Llao. Ubicado sobre una ladera a orillas del lago Nahuel Huapi, este histórico y lujoso edificio (construido en 1938) tiene un salón principal de madera con estufa de leña, muebles de madera, grandes ventanales y una atmósfera señorial.
Cerca de las costas del Nahuel Huapi se encuentra la catedral de la ciudad, de estilo neogótico pero de formas muy simples, una cúpula con un gran crucifijo y un globo terráqueo. En el interior alberga una figura en piedra de Nuestra Señora de Nahuel Huapi con el niño Jesús en sus brazos y la mano derecha posada en un niño nativo. También hay una talla de madera de Ceferino Namuncurá, un joven aspirante a sacerdote de origen mapuche que murió en Roma a los 18 años y fue beatificado en 1972.
Y, si te gusta el chocolate, en San Carlos de Bariloche podrás disfrutarlo en varias de sus fábricas y tiendas artesanales. No solo eso, podrás conocer sobre su historia en un museo específicamente dedicado a este rico dulce. Nada más entrar te inundará el aroma a los granos tostados y a cada paso podrás aprender sobre las costumbres relacionadas al cacao en todo Latinoamérica.