Alai Minar en India: ¿por qué no siguieron con su construcción?
El Alai Minar es un minarete inacabado que se ubica en el complejo Qutb, en Delhi, India. El conjunto se considera uno de los grandes exponentes de la arquitectura islámica y fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1993.
El complejo Qutb está compuesto por tres grandes monumentos. El primero es el Qutab Minar, el minarete más alto del mundo, con 72,5 metros; representa la construcción más célebre de todo el conjunto. También está el Alai Minar, que nunca terminó de construirse, y la mezquita Quwwat-ul-Islam.
A estas majestuosas edificaciones las acompaña la Ala-I-Darwaza y el pilar de hierro. Todo el complejo está situado en el barrio de Mehrauli, considerado una de las siete ciudades antiguas que dieron lugar al actual estado de Delhi.
Así comenzó la historia del Alai Minar
Recordemos primero que se llama alminar o minarete a las torres de las mezquitas. La historia del complejo comenzó en 1190, cuando el primer sultán de la India, Qutb-ud-din Aibak, decidió edificar la obra.
Este gobernante fue primero un esclavo vendido de forma sucesiva. La suerte hizo que fuera adiestrado y educado por sus dueños, y fue así como llegó al servicio del sultán Muhammad Guri, gobernante de Afganistán, Pakistán, Turquestán y el norte de la India. Este lo reclutó en su ejército, y allí Qutb-ud-din Aibak ascendió hasta convertirse en general.
Gracias a sus éxitos militares, Qutb-ud-din Aibak conquistó buena parte de lo que hoy es India y gobernó estas tierras. Luego, tras la muerte de Muhammad Guri, fue proclamado sultán, cargo que desempeñó solo por 4 años. Durante ese lapso, y como musulmán consagrado, inició la construcción de la mezquita que luego daría lugar al complejo Qutb.
Nuevos gobernantes, nuevos monumentos
La mezquita Quwwat-ul-Islam fue la primera erigida en la India, tras la conquista musulmana de ese territorio. Todo indica que se edificó con partes sacadas de 27 templos hinduistas y jainistas que habían sido destruidos por Qutb-ud-din Aibak.
Este gobernante también construyó la famosa puerta de Ala-I-Darwaza e inició la edificación del Qutab Minar, el más alto del mundo. El primer sultán de la India murió de forma accidental y fue sucedido por Iltumish, quien continuó la obra. Hoy en día, solo quedan algunas ruinas de la mezquita, pero el Qutab Minar está intacto.
La construcción del Alai Minar, por su parte, comenzó por iniciativa de Alaudín. Este fue el primer musulmán en gobernar todo el territorio de la India, como se conoce hoy en día. Reinó entre 1296 y 1316, y las intrigas que se sucedieron durante su gobierno impidieron que el segundo minarete fuera terminado.
La construcción del Alai Minar
Alaudín fue un gobernante ambicioso y sin escrúpulos. Tomó la iniciativa de construir el Alai Minar para que este fuera más majestuoso que el Qutab Minar, pero sus planes se verían frustrados por obra de su propia crueldad.
Este gobernante asesinó a su propio tío, quien lo había nombrado gobernador de un territorio llamado Kara. No contento con esto, entró a la ciudad con la cabeza de su víctima ensartada en una piqueta y se proclamó «rey de Delhi». Tras esto, inició varias campañas militares para quedarse con reinos vecinos.
Se dice que desde un comienzo, y debido a sus delirios de grandeza, pensó en construir el Alai Minar, ya que quería pasar a la historia como el hombre más grande de su tiempo. Su gobierno hizo que el reino fuera próspero, pero también uno de los más crueles de la historia.
Alaudín asesinaba o le sacaba a los ojos a cualquiera que se interpusiera en su camino, con o sin razón. Se dice que en un solo día mandó matar a entre 15 000 y 30 000 personas en las afueras de Delhi.
Una victoria y un monumento
Alaudín consiguió una apabullante victoria militar en la península de Decán; para conmemorarla, decidió construir el Alai Minar. Como mencionamos, quería que tuviera el doble de altura del Qutab Minar para dejar un testimonio de su aparente superioridad.
No está claro si el cruel gobernante fue asesinado o tuvo una muerte natural. Lo cierto es que fue sucedido por uno de sus generales, que solo pudo gobernar durante cuatro meses. El hijo de Alaudín lo derrocó y tomó el poder, no sin antes asesinar a su hermano para que no le disputara el trono.
El heredero estaba más interesado en el poder y el dinero. No tenía los delirios de grandeza de su padre, así que nunca se interesó por continuar con la construcción del Alai Minar. De este modo, la obra solo alcanzó 24 metros de altura y quedó inconclusa para siempre.