Ait Ben Haddou, donde las arenas del Sahara son una ciudad
El territorio de Marruecos tiene su encanto y sus peculiaridades. Entre mercados, desiertos y especias nos llama la atención por su belleza y colorido. En esta ocasión viajamos a Ait Ben Haddou, un lugar donde las arenas del Sahara se transforman en una maravillosa ciudad.
Ait Ben Haddou, la ciudad fortificada
Como muchas de las ciudades de Marruecos, Ait Ben Haddou está protegida por murallas de color anaranjado. Ubicada en la provincia de Uarzazate, en la región de Souss Massa Draa, se extiende a lo largo del río Ounilla.
Casi todas las familias viven en el nuevo pueblo (al otro lado del río), sin embargo todavía quedan habitantes en el “ksar” (fortaleza). Ait ben Haddou fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1987 y ha sido elegido como escenario de muchas películas, como por ejemplo Lawrence de Arabia, La momia, Gladiador, El príncipe de Persia o Alejandro Magno.
“La mitad del romanticismo del viaje no es otra cosa que una espera de la aventura.”
-Herman Hesse-
De visita a Ait Ben Haddou
A 190 kilómetros de Marrakech, esta “kasbah” es una de las más auténticas de Marruecos. Las kasbah son conjuntos arquitectónicos construidos en arcilla y piedra rodeado de murallas. Por ello, si quieres aprender sobre la vida autóctona del país te recomendamos que visites Ait Ben Haddou.
Eso sí, hay que tener en cuenta que en esta zona las temperaturas son muy elevadas en verano, entre junio y septiembre. Esta es la razón de que la vista se recomiende fuera de esta época. El resto del año podemos pasear por sus callejuelas laberínticas y sus pasadizos subterráneos con toda tranquilidad. En el pueblo encontrarás muchas tiendas y personas dispuestas (por un módico precio) a realizar una visita guiada por la parte antigua.
Un lugar espectacular
Ante ti se abre uno de los pueblos bereberes amurallados mejor conservados del territorio marroquí. Además, en sus alrededores se encuentran los valles del Dra, Dades, Todgha y Sous, una tractivo añadido.
Las construcciones de esta ciudad fueron diseñadas con una posición estratégica, frente a una montaña y rodeadas de torres angulares de la muralla defensiva, que tiene dos puertas de entrada. Lo que no se conoce es la fecha de fundación de Ait Ben Hadou.
Coronado por un risco de cien metros de altura con restos de una antigua edificación, el pueblo está rodeado de paisajes maravillosos, tanto naturales como construidos por el hombre. Destacan sus torres almenadas, bellamente decoradas con arcos ciegos y diseños geométricos.
Te sorprenderán los juegos de luces que esta decoración refleja según pasa el día. Y es que si hay algo que hace Ait Ben Haddou diferente es que con el paso de las horas va cambiando su tonalidad rojiza y las sombras van creando imágenes espectaculares. Por eso la recomendación es pasar el día en la ciudad para no perder ni uno solo de sus matices.
La ciudad
En esta kasbah percibirás una clara diferenciación entre los espacios públicos y los privados. Entre lo primeros destacan la mezquita, la escuela coránica y una plaza pública. En cuanto a las viviendas, las más modestas son pequeñas casas de una planta y sin apenas decoración, nada que ver con las casas nobles, ricamente ornamentadas.
En tu paseo podrás, además de admirar la arquitectura peculiar de Ait Ben Haddou, comprar artesanías típicas como vasijas, cintos, herramientas, ropa de lana y mucho más.
Y no te quedes solo en sus callejuelas, sube al torreón de la vieja kasbah. Desde las alturas la vista que contemplarás seguramente te hechice, con el Alto Atlas de fondo y un paisaje rocoso y árido pero mágico.
Muchos turistas aprovechan para hacer una excursión de un día desde Marrakech para visitar Ait Ben Haddou, así como también las kasbah de Telouet y la del Glaoui, que incluye un palacio antiguo perteneciente al “señor del Atlas” El Hadj Thami El Mezouari El Glaoui.