8 faros de cuento
Misteriosos… repletos de historias… testigos del trasiego de barcos dispuestos a atravesar mares y océanos… única luz de esperanza entre tanta oscuridad… Sin duda, el halo de misterio que rodea a los faros hacen que nos llamen tanto la atención y nos atrapen, aunque no seamos marineros. En el siguiente artículo nos acercamos a 8 faros de cuento… ¡No te pierdas ninguno!
Faros de ayer, faros de hoy
La mayoría de los faros se construyeron hace varios siglos. Muchos de ellos han sido abandonados y otros siguen manteniendo su función. Los hay completamente automatizados, pero hay otros que todavía dependen de la presencia física del hombre para que puedan funcionar. En cualquier caso, lo que no podemos negar es que son mágicos. Vamos a admirar algunos de los más hermosos del mundo.
1. Faro de Creach, Francia
Localizado en la Isla de Ouessant, se le conoce con el nombre del “guardián del mar de Finisterre”. ¡Menudo honor! Su luz es una de las más potentes del planeta y desde 1863 ilumina el archipiélago de las Iles du Ponant y el Parque Natural Regional de Armórica. En 1988 se inauguró un museo de faros y balizas en su interior.
2. Faro Arrecife de Deadalus, Egipto
En el año 1831 se edificó este faro sobre una isla artificial en pleno mar Rojo. Una imagen diferente de las tierras egipcias, donde no todo son desiertos de arena y pirámides .Este lugar es, además, ideal para los amantes del buceo.
3. Faro de Hércules, España
Con ese nombre no podría ser menos que grandioso. Construido en A Coruña, es el más antiguo faro romano en funcionamiento. ¿De España? No… ¡De todo el mundo!
Fue construido en el siglo I y no son pocas las leyendas que hablan de su edificación. Una de las más comentadas es la que indica que el mismísimo Hércules llegó en barca a las costas y allí enterró la cabeza de Gerión tras vencerle en un combate.
4. Faro Peggy’s Point, Canadá
Un nombre algo extraño para un faro, ¿verdad? Lo cierto es que está en una de las más de 3.000 islas del estado de Nueva Escocia. Si bien en muchas de ellas hay faros, ninguno es tan hermoso como este.
¿Qué tiene que lo hace diferente? Para empezar su antigüedad: 100 años. En segundo lugar, porque está en lo más alto de una roca de granito. Y, en tercer lugar, porque es la típica fotografía de los que llegan a este sitio de la costa del océano Atlántico.
5. Faro Cabo da Roca, Portugal
En la localidad de Sintra se encuentra un acantilado que emerge casi 150 metros sobre el océano Atlántico, en el extremo más occidental de toda Europa. El faro está a 40 kilómetros de Lisboa y forma parte del Parque Nacional de Sintra-Cascais. Lo rodean varias villas marineras y hermosos bosques.
6. Faro Les Éclaireurs, Argentina
Situado en medio del Canal Beagle, frente a la ciudad de Ushuaia (la más austral del mundo) es una típica postal de los que llegan a este destino de la Patagonia. Se dice que Julio Verne se inspiró en este faro para crear su libro “El faro del fin del mundo” (aunque en realidad se basó en el faro San Juan de Salvamento, localizado en la Isla de los Estados). Tiene 11 metros de alto y está pintado con franjas blancas y rojas. Su equipo luminoso está alimentado por paneles solares.
“En el mismo instante resplandecía una vivísima luz en la cúspide del faro construido a un tiro de fusil de la bahía de Elgor, en la que el Santa Fe había fondeado.”
– Fragmento de “El faro del fin del mundo” de Julio Verne –
7. Faro La Corbiere, Reino Unido
En el extremo suroeste de la isla de Jersey, se emplaza encima de un diminuto islote este imponente faro. Se construyó en una roca que está conectada por un sendero que, cuando hay marea alta, queda sumergido en el agua.
Los navegantes de antaño que pasaban por allí de camino a Francia sabían que el faro marcaba el final de lo más difícil de su travesía. Si el viaje era inverso debían prepararse para lo peor.
8. Faro Cabo Hatteras, Estados Unidos
La construcción tardó 14 años en terminarse (en 1803). En sus inicios tenía 27 metros de altura y una linterna de 3 metros alimentada por aceite de ballena, pero la luz era insuficiente. Por ello, en 1815 se instaló un sistema de lámparas más “moderno”. En 1852 fue modificado radicalmente. En la actualidad tiene 60 metros de altura (más del doble que el original), todo de ladrillos.
Si tienes la oportunidad de estar frente a alguno de estos increíbles faros seguro imaginarás miles de historias y aventuras de piratas, conquistadores y marineros.