5 fantásticos atractivos naturales de Escocia
Escocia es dentro de Gran Bretaña el territorio que más atractivos naturales posee. De hecho, algunos de ellos alcanzan el rango de verdaderos referentes a nivel mundial, como pueden ser el legendario lago Ness o la mágica isla de Skye, que simplemente se conoce como “La Isla”. Sin embargo, aquí os vamos a presentar otros lugares quizás menos conocidos, pero realmente fantásticos para hacer una gran ruta por los atractivos naturales de Escocia.
Rincones increíbles de Escocia
1. Ben Nevis y Glen Coe
Ben Nevis es el nombre del pico más alto de Escocia y de todo el Reino Unido, ya que su cima se alza a 1.344 metros de altitud. Realmente no es mucho, pero su ascensión es ciertamente dificultosa y solo es recomendable para alpinistas con algo de experiencia. Y además de experiencia, se requiere buen fondo físico si se decide subir hasta su cumbre haciendo una típica carrera de montaña en la que se tarda una hora y media más o menos en subir y bajar.
La recompensa es disfrutar de una fantástica panorámica de la región de las Highlands. Un territorio plagado de montañas y también de valles increíbles como el de Glen Coe. Un valle de origen glaciar cuyos paisajes son un reclamo para cualquier amante de deportes en la naturaleza, como son los senderistas o los ciclistas de mountain bike.
2. Lago Katrina
Sin duda, el lago más famoso de Escocia es el lago Ness, pero hay más repartidos por el país. Uno de ellos es el Katrina, integrado dentro del Parque Nacional de las Trossachs. Un lago que también cuenta con sus propias leyendas, y sobre todo mucha literatura. En él se ambienta la Dama del Lago, que forma parte de las leyendas artúricas. También el propio Walter Scott, autor de Ivanhoe, se inspiró aquí para algunos de sus relatos.
Y es que el lago Katrina ante todo es hermoso. Es un pedazo de paisaje esculpido por una climatología dura de fríos, hielos, vientos y lluvias que dan forma a unos parajes de lo más sugerentes, tanto desde tierra como desde el agua, por donde navega un barco a vapor.
3. Isla de Staffa
El gran atractivo de la pequeña isla de Staffa es su configuración geológica. Un rincón de Escocia deshabitado en la actualidad, aunque en el pasado estuvo habitado. No obstante, su belleza hace que zarpen barcos desde Mull o desde Oban para que se pueda visitar y admirar su hermosura y sus valores naturales.
Porque ese es su gran atractivo, ser el hábitat ideal para ciertas especies, tanto en tierra como en el mar. Por allí se ven los pájaros frailecillos, los cormoranes o las focas grises, además de varios tipos de ballenas y el enorme tiburón peregrino, el segundo pez más grande del planeta.
“El verdadero viaje del descubrimiento no consiste en ver nuevos paisajes, sino en tener nuevos ojos.”
– Marcel Proust –
4. El río Tay
El Tay es el río más largo de Escocia y el más caudaloso de Gran Bretaña. Pero además de eso, a cualquier amante de la pesca seguro que le suena este caudal. ¿Por qué? Porque aquí vive uno de los tipos de salmones más apreciados del mundo, si bien también en estas aguas abundan sus depredadores naturales como las nutrias o los castores.
Y si hablamos del River Tay y sus salmones, también hay que mencionar The Hermitage, uno de sus afluentes que recorre el bosque del Hermitage y cuyas aguas remontan esos peces para desovar. Pero además de eso, este bosque es un lugar fascinante por su riqueza natural. Allí abundan los fresnos, las hayas o los gigantescos abetos de Douglas que aquí llegan a alcanzar los 60 metros de altura.
5. Scott’s View
Hemos hablando de las Highlands, de islas y de lagos, o sea, de los elementos más característicos de los paisajes escoceses. Pues bien, igualmente es recomendable visitar las Tierras Bajas, tanto por su historia como territorio ocupado por ingleses y escoceses alternativamente, como por su valor natural y paisajístico recorrido por el río Tweed.
En definitiva, un paisaje muy agradable de ver en los días de buen tiempo. Así se aprecia un territorio de onduladas colinas plagadas de ovejas que recorren pastos siempre verdes. Una imagen casi bucólica del país y que es todo lo contrario a los visto mucho más al norte de Escocia.