10 pueblos de Bretaña que parecen de cuento
El tiempo parece haberse detenido en ellos. Visitamos pueblos de Bretaña absolutamente encantadores, con sus calles empedradas, sus castillos y su ambiente de otras épocas. Este es un viaje en el tiempo por una de las regiones de Francia más bonitas. ¡Comenzamos!
1.Vitré, uno de los pueblos de Bretaña más bellos
Uno de los pueblos más bonitos y más fotogénicos de Francia. Una preciosa villa de calles empedradas y fachadas de entramados de madera en la que, por supuesto, no podía faltar un recio castillo con sus murallas y su puente levadizo. Lo dicho, un pueblo de cuento en el que viajarás directamente a la Edad Media.
2. Josselin
Otro de los pueblos de Bretaña que merecen mucho más que una visita rápida. La imagen de su castillo reflejándose en el río Oust te enamorará. Pero hay mucho más en Josselin. El barrio medieval de Sainte-Croix es un auténtico tesoro, con sus casas típicas y sus balcones adornados con flores. Y si sigues el cauce del río, encontrarás jardines y rincones dignos de recordar.
3. Fougères
Mil años tiene ya la fortaleza de Fougères. Y no solo es importante por su antigüedad, sino porque es la más grande de Europa, con sus 13 torres. Una vez repuesto de la impresión de contemplar esta magnífica construcción, nada como perderse por las callejuelas medievales de este precioso pueblo, que creció al abrigo de la fortaleza y que se conserva perfectamente.
4. Locronan
Es uno de los pueblos de Bretaña más encantadores, de auténtica postal. Todo es piedra en Locronan, pero la increíble luz que hay aquí le da un ambiente de lo más idílico. No dejes de admirar sus casas, sus plazas sus calles y su iglesia… Por cierto, fíjate en las gárgolas. En definitiva, un pueblo pequeño pero realmente mágico.
5. Moncontour
Está encaramado en lo alto de una pequeña colina. Más que un pueblo, una pequeña ciudad, y con mucho carácter. Al menos eso es lo que dicen sus habitantes. Un lugar que tuvo su época dorada en la Edad Media y en la que se pueden admirar viejas casonas y palacetes construidos por mercaderes textiles. Por supuesto, también tiene su fortaleza y sus murallas.
6. Rochefort-en-Terre
Otra de las “pequeñas ciudades con carácter” que encontrarás en Bretaña. ¿Qué la hace especial? Sobre todo, las flores que engalanan sus calles. Unas calles adoquinadas y flanqueadas por casas medievales. Y sí, aquí puedes visitar un fabuloso castillo cuyo origen se remonta al siglo XII, aunque fue reconstruido en el XVII.
7. Dinan
Tiene casi tres kilómetros de muralla, un castillo levantado en el siglo XIV, un barrio medieval en la parte alta y un ambiente que te llevará directamente a tiempos de caballeros y princesas. Si subes a la Torre del Reloj tendrás unas vistas fabulosas del pueblo, de sus calles y sus casas de tejados puntiagudos.
8. Tréguier
Sus casas medievales de coloridas fachadas de entramados de madera te llevarán directamente a la época de mayor esplendor de este precioso pueblo, que tuvo relevancia por su artesanía y por el comercio marítimo. De hecho, su puerto es otro de sus grandes atractivos, sin dejar a un lado su catedral.
9. Vannes
Su origen se remonta a los tiempos del Imperio romano, pero sus calles nos llevan directamente a la Edad Media. Un pueblo ideal para callejear sin rumbo fijo porque Vannes parece un escenario cinematográfico. No podrás dejar de admirar sus casas, muchas de ellas del siglo XV, y sus palacetes, levantados al abrigo de las torres defensivas.
10. Concarneau
Última parada de nuestra ruta por pueblos de Bretaña inolvidables. ¿Qué encontrarás en este lugar? Un enclave amurallado que se asoma al mar con sus recios muros del siglo XIV, restaurados por Vauban en el XVII. En el interior de la fortificación descubrirás callejuelas encantadoras… para perderse en ellas.