Qué saber antes de ir a ver los molinos de viento en Holanda
Hay más de mil molinos de viento en Holanda, por lo que, además de ser uno de los símbolos más característicos del país que nos ocupa, elegir cuáles ver no es tarea fácil. Aún así, te descubrimos algunos de los más destacados y todo lo que tienes que tener en cuenta antes de visitarlos. ¿Nos acompañas?
Funciones y tipos de molinos de viento en Holanda
Desde la construcción del primer molino en 1414 en Reijerwaard, se han construido cientos más y para diversos usos. Una de sus funciones, y quizá la más importante, es la de drenar el agua desde las tierras situadas bajo el nivel del mar hasta los ríos al otro lado de los diques, con el objetivo de poder cultivar la tierra. También se construyeron para moler grano o para utilizarse como serrería.
Todos ellos, y de acuerdo a su estructura y apariencia externa, se clasifican como molinos de poste, molinos de poste hueco, grandes molinos de drenaje y pequeños molinos de drenaje. Estos se subdividen en molinos para vientos altos y para vientos de interior. Mientras, los que se colocan sobre pequeñas colinas se denominan beltmolens.
Cuáles son los molinos de viento en Holanda más destacados
En Schiedam se encuentran los molinos más grandes del mundo, ya que alcanzan los 33 metros de altura por la necesidad que había de que sobresaliesen de entre las tiendas comerciales. Estos se localizan a orillas de los muchos canales que recorren el centro histórico de la encantadora ciudad y su entrada cuesta tan solo 2,50 euros.
De Schiedam nos trasladamos a Schermer, donde está el Molino Museo Schermerhorn, aún en funcionamiento gracias a la labor de los molineros de la zona. En su visita se pueden conocer los procesos de edificación y la puesta en marcha de los diez molinos que siguen en pie además del que sirve de museo.
Igual de recomendables son los molinos de Kinderdijk, construidos a mediados de 1700 como una forma de eliminar el agua del paisaje de baja altura de Holanda. Y, aunque a partir de 1950 empezaron a ser un reclamo turístico, 16 de ellos aún sirven de hogar a varios molineros que, a su vez, maniobran las inmensas astas con el viento.
También se debe visitar el Zaanse Schans, región en la que se edificaron más de 600 molinos durante el siglo XVII. Aparte de ver desde dentro y desde fuera dichas construcciones, es una buena oportunidad para conocer de primera mano cómo se vivía en Holanda antaño o para degustar los productos artesanales de la zona.
Por otro lado, aquellos que viajen a Ámsterdam pueden aprovechar para visitar De Otter, el molino más antiguo y el único que sigue operativo en la ciudad; o De Gooyer, el más famoso y alto de la capital de los Países Bajos. Este último se utilizó hasta 1972 para moler grano.
Opción alternativa: ruta de los molinos en bicicleta
En el caso de que bases tu viaje exclusivamente o gran parte de él en la visita de los molinos de viento en Holanda; o, simplemente, te apetezca hacer algo diferente, te recomendamos la “ruta de los molinos y prados”, que dura seis días, y en los que cuatro de ellos practicarás ciclismo.
La aventura, que empieza desde Bunnik (Utrecht), es una buena oportunidad de disfrutar de la preciosa campiña holandesa a través de sus distintos pueblos: Gouda, “el pueblo del queso”; Kinderdijk, con sus famosos molinos; Gorinchem, con su centro amurallado que alberga 200 monumentos, etc.
“Podrá ser vuestro camino ser tortuoso, ventoso, solitario, peligroso y al mismo tiempo os transporta al panorama más espectacular.”
-Edward Abbey-
Haz coincidir tu visita con el Día Nacional de los Molinos
Qué mejor forma de disfrutar de los molinos de viento en Holanda que yendo a visitarlos el segundo sábado de mayo, cuando se celebra el Día Nacional de los Molinos. A lo largo del día, 950 molinos son decorados con banderas y flores y abren sus puertas para que los turistas puedan conocerlos.
Asimismo, junto a los molinos más importantes se organizan fiestas y diversas actividades: mercadillos, conciertos de música en directo, exposiciones o degustación de los deliciosos pannenkoeken. Por si no fuera suficiente, el evento es gratuito, lo que no quita que se pueda hacer una pequeña contribución para el mantenimiento de los molinos.