Los poderes del viaje, según el Tao del viajero

El Tao del viajero habla de los ocho poderes del viaje. Estos son grandes fortalezas que emergen de manera más evidente cuando nos apartamos de lo cotidiano y vamos hacia lo que no nos es tan familiar. Esa travesía siempre da grandes frutos.
Los poderes del viaje, según el Tao del viajero

Escrito por Edith Sánchez

Última actualización: 22 octubre, 2019

El Tao del viajero es un compendio de sabiduría en el que se hace una analogía entre la vida y los viajes. De hecho, se asume la vida como un viaje constante. También se habla de los poderes del viaje, es decir, de todas las potencialidades que afloran cuando decidimos avanzar tanto en la vida como en el camino.

El Tao del viajero dice que un caminante es sabio  cuando jamás olvida que está de paso, que todo lo que encuentra es un préstamo temporal y, por lo tanto, nada le pertenece. El trayecto de la vida y los viajes que hacemos en ella valen la pena cuando nos permiten desarrollar esos poderes que tenemos ocultos y que emergen más que nunca cuando vamos a otro lugar.

Los poderes del viaje, según el Tao del viajero , son ocho. Cada uno de ellos representa un paso adelante en nuestra evolución como seres humanos. Si lo piensas, esos poderes se manifiestan más que nunca cuando tomamos una maleta y nos vamos a otra parte. Veamos.

1. El poder de empacar el pasado

Viajero en una cueva

Cuando hacemos el equipaje estamos tomando una parte de nuestra vida para llevarla a otro lugar. Hacemos una selección y lo que elegimos tiene mucho que ver con quiénes somos. Cuanto más necesitemos llevar, más aferrados vamos a estar a lo que dejamos atrás y menos listos para abrirnos a algo nuevo. Los viajeros más experimentados llevan poco.

2. Poder de tolerar en el Tao del viajero

Los viajes, como la vida, siempre traen sorpresas. Unas veces son veces buenas y otras veces inquietantes. No importa lo bien que planeemos las cosas, siempre habrá algo que se salga de control. Más que en cualquier otra circunstancia, al viajar desarrollamos el poder de la tolerancia a esos cambios que nos invitan a ser flexibles.

3. Poder de adaptarte

Uno de los poderes del viaje es la adaptación. Cambiar de circunstancias y de entorno nos obliga a reajustar nuestra forma de vivir, de comer, de ubicarnos e incluso de hablar y comportarnos. La adaptabilidad es una virtud enorme que nos ayuda a vivir más plenamente. Viajando construimos y nutrimos esa maravillosa habilidad.

4. Discernir, otro de los poderes del viaje

Turista en París

Uno de los poderes del viaje más importantes es que siempre implica un importante número de elecciones y de decisiones, desde el destino al que nos dirigimos hasta el tiempo que demorará el trayecto, cómo nos vamos a vestir o dónde vamos a dormir. Todas esas decisiones de viaje, pequeñas y grandes, incrementan nuestra capacidad de discernimiento .

5. Poder de juzgar según el Tao del viajero

Ir a un lugar que no conocemos o con el que no estamos tan familiarizados supone formarnos un conjunto de juicios sobre lo que encontramos en el camino. Descubrimos otras formas de ser y de pensar que pueden llegar a contrastar significativamente con lo que somos y pensamos.

A medida que nos encontramos con lo diferente, ampliamos la mente. Uno de los poderes del viaje es, por tanto, el enriquecimiento del juicio y del criterio.

6. Poder de afrontar

Viajera en la montaña

El tao del viajero dice que todo camino tiene rocas y que todo caminante lleva alguna sombra dentro de sí. Una cosa es afrontar las dificultades en nuestro hábitat actual y otra muy diferente hacerlo en un contexto que nos es ajeno.

Así mismo, muchas ‘sombras’ que llevamos dentro solo emergen cuando nos distanciamos de lo que nos resulta familiar. Un viaje siempre nos invita a mirar más directamente los miedos a la cara.

7. Poder de cooperar en el tao del viajero

Un viaje siempre implica cooperación. Si viajas con alguien o en grupo, la interacción cobra mayor importancia que en la vida cotidiana. Los obstáculos del camino se comparten, así como las carencias y los frutos.

Cuando viajas solo esa cooperación se manifiesta en todo su esplendor. Estás solo, pero siempre tienes que acudir a otros para avanzar, aunque sean extraños. Descubres que a la humanidad la une un lazo indestructible.

8. Poder de retirarte o de la introspección

Mujer meditando practicando los consejos del Tao del viajero

Este es uno de los más bellos poderes del viaje. Toda travesía por el mundo es también un recorrido hacia ti mismo. A veces tenemos que alejarnos de lo cotidiano para lograr acercarnos a nosotros mismos. A veces tenemos que perdernos para poder encontrarnos. O tenemos que apartarnos de la ruta para encontrar el verdadero camino.

En definitiva, el viaje nos recuerda que todo en la vida es transitorio y que  lo más importante no es llegar a un lugar, sino disfrutar de cada paso.