Las misteriosas esferas de piedra de Costa Rica
Las enigmáticas esferas de piedra de Costa Rica siguen dando de qué hablar, pues aún hoy constituyen un gran interrogante para los estudiosos del tema. Se encuentran emplazadas, principalmente, en la planicie aluvial del río Diquís, al sur de Costa Rica.
Por el elevado grado de perfección que presentan y el alto nivel de abstracción que evidencian, se consideran obras maestras únicas en el mundo. Son Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 2014. Ese mismo año el Estado costarricense las declaró símbolo nacional.
Existen más de 200 esferas cuyos diámetros oscilan entre los 7 y los 266 centímetros. Tienen pesos que alcanzan las 16 toneladas. Lamentablemente, muchas de ellas fueron destruidas por saqueadores convencidos de que su interior albergaban algún tesoro.
Las esferas de piedra de Costa Rica se encuentran distribuidas en cuatro emplazamientos arqueológicos: Finca 6, Batamal, El Silencio y Grijalba 2. En ellos se vienen adelantando excavaciones e investigaciones desde hace algún tiempo.
Un hallazgo contradictorio
Las esferas de piedra de Costa Rica se descubrieron en 1939. En aquel entonces la compañía bananera estadounidense Standard Fruit Company deforestaba el delta del Diquís, para implementar la siembra de plátano.
El primer estudio científico sobre las esferas de piedra de Costa Rica que se realizó lo publicó la revista American Antiquity en 1943. Posteriormente, se lanzó el libro Archaeology of the Diquís Delta , en 1963.
Estos antecedentes dieron lugar a que las autoridades costarricenses tomaran consciencia de su importancia. Por eso, en 1970 se comprometieron con el cuidado y protección de las petroesferas precolombinas y los espacios en que se encontraban dispuestas.
Contexto de las esferas de piedra de Costa Rica
Los estudios adelantados por diversos equipos de arqueólogos arrojan resultados que aún no son contundentes. Dentro de las hipótesis más aceptadas, se cree que estas esferas cumplían una función de rango jerárquico, de calendario astronómico para cultivos o de ritual mítico religioso.
Es precisamente este vacío científico el que da cabida y fortalece creencias populares asociadas al esoterismo. Estas explican el fenómeno como obra de una cultura extraterrestre, centros de energía, portales a otras dimensiones e incluso descendientes de la Atlántida, por citar solo algunas.
Esta situación se agudiza aún más si se tiene en cuenta que las esferas de piedra de Costa Rica son tema de películas como las protagonizadas por Indiana Jones. Y también ocupan reportajes en algunas revistas o supuestos documentales en canales de televisión cuyo único fin es de carácter mediático y comercial.
Lo cierto es que las esferas de piedra de Costa Rica constituyen un hecho único y sin precedentes en la historia precolombina de este país centroamericano. Es un punto evolucionado de la escultura americana y de madurez artística de la cultura boruca.
Qué dicen los expertos
Para los antropólogos está claro el grado de perfección que tienen las esferas de Costa Rica, que alcanza un rango del 96 %. Y también son evidentes las herramientas que utilizaron para esculpir y los materiales empleados para el pulido.
Sin embargo, no existe consenso sobre cómo transportaron bloques de roca de más de 16 toneladas de peso a través de terrenos pendientes e irregulares. También hay dudas sobre la razón de su forma esférica y la verdadera función que desempeñaban tanto en el ámbito ritual como social.
Los especialistas ubican su creación en torno al año 400 antes de nuestra era. Consideran que probablemente fueron resultado de la observación de las piedras redondeadas de río. De otro lado, este es un periodo en el cual las sociedades indígenas alcanzaron un elevado grado de complejidad.
Parece que las esferas de piedra de Costa Rica más grandes se ubicarían en zonas a cielo abierto de aldeas y en su periferia. Mientras, las más pequeñas estarían presentes acompañando tumbas funerarias.
Las esferas de piedra de Costa Rica hoy
En la actualidad, espacios arqueológicos como Batamal están amenazados por el desarrollo urbanístico. Construcciones en curso como las del aeropuerto internacional del sur de Costa Rica o la represa del Diquís están siendo cuestionados. Especialmente por la Unesco, que exige al gobierno reconsiderar su postura.
Es fundamental proteger el patrimonio cultural de Costa Rica, por lo que se estudia la posibilidad de implementar el turismo cultural hacia esta región. También resulta indispensable continuar con investigaciones que den respuestas a las preguntas que aún se mantienen. Solo así se desvelarán aspectos del pasado fundamentales para comprender la identidad costarricense.