Visitamos los tesoros monumentales de Florencia
Florencia es uno de los destinos predilectos de los amantes de la historia y del arte. Sobre todo del arte, ya que en esta ciudad de la Toscana italiana todo es artístico. Son tantos los tesoros monumentales de Florencia, que aquí se diagnosticó por primera vez el llamado síndrome de Stendhal, que consiste en marearse tras contemplar tanta belleza de forma continuada.
Florencia: hermosa e inabarcable
Si quisiéramos mencionar todos los tesoros monumentales de Florencia el artículo sería larguísimo. Son tantas las obras de arte que atesora la ciudad italiana, que hay que elegir solo unas pocas joyas. Y a veces eso supone desechar obras que en cualquier otra ciudad serían sus reclamos artísticos más valorados. Así que aquí va nuestra selección:
Iglesia de Santa Croce
Comencemos nuestra ruta por los tesoros monumentales de Florencia, por la que seguramente es la iglesia más querida por los propios florentinos: Santa Croce.
Un templo medieval realmente imponente que se abre ante una plaza rectangular, cuyas casas parecen el palco de un teatro. Y una vez dentro, nos esperan los monumentos fúnebres que recuerdan a algunos de los toscanos más ilustres como Galileo o Dante Alighieri.
El Duomo
Y de la iglesia más querida a la más espectacular, la catedral de Santa María del Fiore, popularmente conocida como el Duomo. Es imposible no quedarse boquiabierto al ver su inmensa cúpula central, un reto constructivo del siglo XV que llevó a cabo Brunelleschi.
Una cúpula que todavía hoy se estudia en las escuelas de arquitectura. Te recomendamos pagar la entrada pertinente y subir hasta su parte más alta. ¡Impresiona! Y las vistas son espectaculares.
El Campanile y el Baptisterio de San Juan
En Italia es habitual que las catedrales tengan edificios aparte que sirvan como campanario y como baptisterio para los bautizos. También ocurre en el Duomo, que a un lado tiene el esbelto Campanile de Giotto y enfrente el Baptisterio de San Juan.
A este último tal vez no entres a apreciar sus mosaicos, pero párate a observar las llamadas Puertas del Paraíso que modeló en bronce Ghiberti. Aunque las que verás en el edificio son realmente una copia, las originales se encuentran en el Museo dell Opera del Duomo.
Palacio de la Signoria
Este palacio es la sede del gobierno local de Florencia desde hace siglos. Es un palacio que parece una fortaleza, tanto por sus enormes sillares de piedra, como por su torre vigía o por las almenas que recorren su parte más alta.
Entra a las estancias internas, y también admira las figuras que hay en su entorno, desde una réplica del David de Miguel Ángel a la Judith de Donatello.
Galería Ufizzi, uno de los más bellos tesoros monumentales de Florencia
Junto a la Signoria se despliegan los Ufizzi, cuya traducción sería las “oficinas”. Es decir, las dependencias donde estaban los funcionarios que, sobre todo, trabajaron para la familia Medici.
En esas oficinas se fueron colgando algunas de las obras de arte que atesoraba esa familia. Aquello sería el germen de lo que hoy es uno de los museos más impresionantes de todo el mundo. Un lugar donde descubrir las grandes creaciones de Botticelli, Da Vinci, Tiziano y otros maestros.
Ponte Vecchio
Saliendo de los Ufizzi llegamos al río Arno, que baña la ciudad de Florencia. Y durante siglos el único puente que hubo sobre sus aguas fue el Ponte Vecchio.
Un puente del siglo XIV, que ha resistido guerras y fuertes riadas. Hoy no solo se mantiene en pie, sino que es un espacio comercial único, ya que aquí abren sus puertas las joyerías más selectas de Florencia.
Palacio Pitti
Al cruzar el río llegamos a la zona de Oltrarno, y allí el monumento más impresionante es el Palacio Pitti, que fue la residencia de los poderosos Medici. Es una construcción enorme, como ya indica su fastuosa fachada. Y dentro nos esperan salones, muebles lujosos, decoraciones exquisitas, arte a raudales, jardines y todo el esplendor de una época.
Este sencillo recorrido por el corazón de Florencia se puede hacer muy rápido, pero también se pueden emplear días para ver todos estos lugares con detenimiento. Y aun así solo habríamos visto lo más de lo más en la ciudad.
Todavía nos quedarían por descubrir tesoros monumentales de Florencia tan especiales como la Capilla de San Lorenzo, el Hospital de los Inocentes, la iglesia de Santa Maria Novella, la Galería de la Academia, el Museo Barghello, un sinfín de palacios, la Loggia de Lanzi… Como decíamos al principio: Florencia es hermosa y también inabarcable.