Laguna del Quilotoa: una de las más hermosas

La laguna del Quilotoa es un lugar sencillamente espectacular, especialmente apto para quienes disfrutan la contemplación de la naturaleza en su máximo esplendor.
Laguna del Quilotoa: una de las más hermosas

Escrito por Edith Sánchez

Última actualización: 04 agosto, 2023

Cuando el volcán Quilotoa hizo erupción por última vez, también colapsó, y emitió así miles de toneladas de roca y gases que arrasaron todo a su paso. Los flujos piroclásticos y de lodo llegaron hasta el océano Pacífico. De esta destrucción geológica, y en medio de temblores de tierra, nació la laguna del Quilotoa.

La ceniza expulsada durante la erupción sepultó literalmente extensas zonas de cultivo durante la época precolombina. Esto forzó la migración de varios pueblos indígenas que habitaban esta región.

Estudios especializados muestran que el volcán Quilotoa tuvo su primera erupción 200 000 años atrás. Desde entonces, se produjeron 7 erupciones más; la última fue hace aproximadamente 800 años, cuando el volcán colapsó.

La laguna del Quilotoa

Como resultado de esos fenómenos, se formó un cráter de alrededor de 3,5 kilómetros de diámetro que, con el tiempo, acumuló agua de lluvia y hoy constituye la laguna del Quilotoa. Esta tiene un diámetro de 3 kilómetros y una profundidad de 250 metros.

Los distintos minerales disueltos en el agua de la laguna le confieren una tonalidad verde esmeralda. El tono varía dependiendo de la hora del día y del lugar donde se encuentre el observador.

En sus orillas se perciben estelas burbujeantes que ascienden de las profundidades a la superficie y denotan la existencia de aguas termales. La laguna del Quilotoa está catalogada como una de las 15 más bellas del planeta.

El contexto de la laguna del Quilotoa

La laguna del Quilitoa se encuentra en Ecuador.

La laguna del Quilotoa está ubicada al sureste de la ciudad de Quito, en la provincia de Cotopaxi, y dentro de la Reserva Ecológica Los Ilinizas. Se encuentra abrazada por vegetación característica del páramo andino.

La popularidad de la laguna del Quilotoa obedece a su belleza, a la paz de sus aguas calmas y a la espectacularidad de sus paisajes. Su recorrido es conocido en la localidad de Quilotoa con el nombre de «la ruta de la cumbre».

Algunos historiadores afirman que, en el pasado, esta ruta tenía un carácter sagrado para el Imperio Inca y que fue la última morada de Atahualpa.

Algunas particularidades de esta bella laguna

Como resultado de un convenio entre varias instituciones, desde el año 2017 el ingreso a este lugar mágico es totalmente gratuito. Igualmente, se pueden contratar los servicios de guías para recorrer tanto el cráter como los picos de lava en una excursión de 5 horas.

Si se desea descender hasta la playa de la laguna del Quilotoa, se requerirá de una caminata adicional de 2 horas. En este sentido, se cuenta con servicio de mulas o caballos para transportar equipaje o turistas.

Adicionalmente, se puede acampar  en varias zonas, incluyendo el fondo del cráter, en donde no hay agua potable, pero sí cuenta con baños. También es posible alquilar kayaks para navegar sobre las aguas de la laguna volcánica.

Por otro lado, los visitantes tienen la opción de realizar otras actividades como ecoturismo, senderismo y turismo de aventura. Sin embargo, cuando los turistas se marchan, el silencio lo inunda todo.

Una experiencia sobrecogedora

A la laguna se puede acceder en automóvil o en autobús desde el poblado de Zumbahua, que está ubicado a 13 kilómetros del volcán Quilotoa. Existen diferentes tipos de alojamiento, tanto en Zumbahua como en las distintas comunidades vecinas.

Hermosa vista de la laguna Quilitoa durante el amanecer.

Hay a disposición hoteles, cabañas, hostales y posadas, que adicionalmente prestan servicios de alquiler de equipos deportivos y animales de carga. Es común realizar diversas actividades de este tipo, como hiking, trekking, camping, cabalgata y rodeo de altura.

De cualquier forma, visitar la laguna del Quilotoa es una experiencia única y sobrecogedora que se vive a cerca de 4 000 metros sobre el nivel del mar. Por eso, a lo primero que hay que prestar atención es, sin duda, al intenso frío que reina allí; la temperatura oscila entre 3 y 12 °C.

La naturaleza de la laguna del Quilotoa

En la laguna de Quilotoa también se pueden apreciar diferentes especies de animales como conejos, venados, lobos de páramo, zorros y cervicabras, entre muchos otros. De manera complementaria, se encuentran especies de aves con un valor simbólico para los habitantes de la región, como quilicos, zumbadores y carboneros.

Así mismo, hay más de 82 especies de plantas nativas que la comunidad utiliza como alimento o medicina. Todo ello en medio de impactantes paisajes, ideales para quienes disfrutan de la contemplación o de la fotografía.

Lugares emblemáticos

Dentro de los sitios más emblemáticos de la zona, se encuentran los miradores Shalalá y Quilotoa. El primero cuenta con una estructura sólida y transparente, desde donde se puede contemplar la laguna y sus alrededores.

Vista de la laguna del Quilitoa desde el mirador Shalalá.

Las vistas de los paisajes sencillamente son esplendidas. Este es un excelente punto para tomar panorámicas de fotografía. Desde el segundo mirador, que pertenece a la comunidad y es más modesto, la perspectiva es particularmente fantástica.

A partir de cualquiera de los dos miradores se puede descender a la laguna del Quilotoa, lo que no implica mayor dificultad. Sin embargo, el ascenso sí reviste dificultad, especialmente si no se cuenta con buen estado físico. Por eso, los visitantes que lo requieran pueden contratar los servicios de un caballo o una mula.

Otros sitios de interés

Por otro lado, a pocos kilómetros se encuentra la población indígena Tigua. Allí hay artesanos muy hábiles en la elaboración de máscaras de madera con una rica decoración simbólica. También son maestros en hacer hermosas y coloridas pinturas realizadas sobre piel de oveja, en las que plasman sus tradiciones.

Finalmente, a tan solo 10 kilómetros de Zumbahua se halla el Cañón del Río Toachi, un verdadero milagro de la naturaleza con 30 kilómetros de longitud. Este ostenta una caída de agua de más de 100 metros de altura. También hace presencia el río Toachi, un lugar ideal para practicar rafting.

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