La Cartuja de Miraflores, parada indispensable en el Camino del Santiago 

La Cartuja de Miraflores, parada indispensable en el Camino del Santiago 
Armando Cerra

Escrito y verificado por el historiador del arte Armando Cerra.

Última actualización: 15 febrero, 2016

La Cartuja de Miraflores, en la ciudad castellano leonesa de Burgos, es uno de los mejores exponentes de la arquitectura monacal de estilo gótico en España. De esta manera, la ciudad burgalesa es un destino obligado para todo aquel que quiera conocer el arte gótico religioso, ya que a poca distancia se puede visitar la catedral de Santa María de Burgos y, a solo 3 kilómetros del centro, la Cartuja de Miraflores.

La Cartuja de Miraflores, una obra del siglo XV

La Cartuja de Miraflores se comenzó a edificar en el año 1442, sin embargo pocos años más tarde lo que se había construido quedó prácticamente arrasado por un devastador incendio. Por eso se decidió que se hiciera cargo de la nueva construcción el maestro Juan de Bolonia, quién por aquel entonces estaba trabajando en la magnífica catedral de Burgos.

Cartuja de Miraflores
Cartuja de Miraflores – El Coleccionista de Instantes / Flickr.com

Aunque dadas las dimensiones del proyecto, y como se alargó en el tiempo, fueron otros los arquitectos que dieron por acabado el proyecto y no fue hasta el año 1482, bajo el reinado de Isabel la Católica, cuando finalmente se concluyeron las obras.

Peregrinos en la Cartuja de Miraflores

Dadas esas fechas de construcción, se deduce que la cartuja no nació como centro de parada para los peregrinos jacobeos, ya que la ruta a Compostela, hacía años que se realizaba por creyentes de toda Europa. Sin embargo en la actualidad es una de las paradas más destacadas para todos aquellos que realizan el Camino de Santiago y pasan por Burgos.

Iglesia de la Cartuja de Miraflores
Iglesia de la Cartuja de Miraflores – El Coleccionista de Instantes / Flickr.com

De todo el conjunto cartujo lo más monumental sin duda alguna es la iglesia. Un templo muy simple, ya que es de una única nave, si bien bastante larga y ancha.

Además, esta nave desemboca en una planta poligonal donde se ven las típicas bóvedas de crucería del estilo gótico. Unas bóvedas muy adornadas con distintas nervaduras y terceletes como es habitual en el Gótico final al que se puede adscribir la iglesia.

La Cartuja de Miraflores, muy querida por Isabel la Católica

También muy propia del estilo gótico isabelino de finales del siglo XV es la factura de la portada occidental de la iglesia. Al igual que ocurre con la vidrieras del templo. Originalmente la propia Isabel la Católica hizo traer las vidrieras desde Flandes para ubicarlas en estos ventanales.

En realidad esta reina se vinculó mucho en el patrocinio de las obras del templo, ya que había sido su padre Juan II quién promovió décadas antes su construcción. Por eso ella misma auspició que aquí se construyeran los sepulcros de aquel monarca, de su segunda esposa (Isabel de Portugal) y del Infante Alfonso.

Sepulcro de Juan II
Sepulcro de Juan II – Lindalawen / Flickr.com

La realización de tal sepulcro se lo encargó a uno de los escultores más destacados de su tiempo: Gil de Siloé, quién también modeló el retablo mayor de la iglesia de la Cartuja.

La visita a la Cartuja

Para llegar hasta la Cartuja de Miraflores, hay que dirigirse desde el centro de la ciudad hacia el este del núcleo burgalés, concretamente hasta el parque de Fuentes Blancas. Allí se levanta este conjunto histórico y artístico, del cual hoy en día, tanto los peregrinos como los turistas en general solo pueden visitar una parte. En concreto, su iglesia y el claustro, ya que el resto de dependencias monásticas siguen estando en uso por una comunidad cartujana.

Cartuja de Miraflores
Cartuja de Miraflores – Xavier E Traité / Flickr.com

Tal vez por la espiritualidad que todavía se respira aquí, es una de las visitas indispensables para quiénes hacen el Camino de Santiago.

“Cada trecho recorrido enriquece al peregrino y lo acerca un poco más a hacer realidad sus sueños.”

-Paulo Coelho-

No obstante, además de por cuestiones fervorosas, la visita a la Cartuja de Miraflores es imprescindible para todos los amantes del arte y de la historia que viajen a Burgos, ya que en las propias capillas laterales de la iglesia se muestra una interesante exposición con obras de personalidades de distintos siglos como son Pedro Berruguete o Joaquín Sorolla.