La Gran Muralla China, unos muros llenos de historia
La Gran Muralla China fue construida durante más de 20 siglos. Su objetivo era proteger la frontera norte del Imperio de los ataques de los nómadas. En total, se calcula que estos muros repletos de historia tienen una extensión de 7000 kilómetros. Por supuesto, son Patrimonio de la Humanidad y te vamos a contar todo sobre ellos.
La Gran Muralla China: dinastía por dinastía
Como son muchos los siglos de vida de esta estructura inmensa, haremos una breve reseña sobre su historia. Cada una de las dinastías que ocupaban China se encargaba de extender la muralla para protegerse de los ataques de los mongoles. De ahí su enorme longitud.
La construcción de la Gran Muralla China,como señalábamos, llevó siglos. En general, se puede hablar de cinco etapas:
1. Antes de la unificación de la dinastía Qin (año 221 a.C.)
El país se mantenía bajo un sistema feudal y estaba dirigido por príncipes. Los estados se comprometen a erigir paredes para protegerse de los pueblos extranjeros. La técnica era embalar capas de tierra con juntas de madera que luego eran extraídas.
2. Inicio de la construcción de un muro en la frontera norte
El emperador Qin Shi Huang conquistó muchos estados y unificó el país. Para imponer su poder ordenó la destrucción de las antiguas murallas y la construcción de un muro tras el río Amarillo para contactar con las diferentes fortificaciones existentes. Se cree que en esta etapa se construyeron 5760 kilómetros de paredes.
3. Obras por parte de la dinastía Han
Cuando el anterior emperador murió, la dinastía que toma el poder es Han (un exsoldado de origen campesino). Este hombre intenta utilizar las paredes existentes y de establecer las fronteras. En el año 129 a.C. extiende la muralla y los “desertores” son expulsados a Mongolia. Al finalizar la dinastía Han China estaba dividida en tres reinos.
4. Periodo de baja actividad
Sucede entre los años 220 y 1300. En esta época solo se realizaron algunas construcciones, especialmente en los siglos V, VII, XI y XIII.
5. Obras realizadas por la dinastía Ming
El concepto de la Gran Muralla China cambió. La estrategia de la dinastía (que había perdido una importante batalla) fue mantener a las tribus nómadas alejadas de la capital a través de la construcción de muros por toda la frontera norte. Las paredes ahora son más fuertes porque usaron ladrillo y piedra. Los muros más cercanos a Pekín son muy resistentes y fuertes.
“No vaciles nunca en irte lejos, más allá de todos los mares, de todas las fronteras, de todos los países, de todas las creencias.”
-Amin Maalouf-
De visita por la Gran Muralla China
Dentro de tu viaje por este maravilloso país asiático uno de los imperdibles es la Gran Muralla China. Ya que su extensión es enorme y no se podría recorrer a pie aunque quisiéramos, podemos conocer algunos puntos destacados de estas paredes históricas.
1. Sector Badaling
Es el más visitado porque se encuentra a tan solo 80 kilómetros de la capital. Además, es el tramo mejor conservado. Los muros tienen 7 metros de alto y en ciertos puntos 6 metros de ancho.
Durante los meses de verano está repleto de turistas y puede ser un poco molesto subir las escalinatas y cuestas rodeado de gente. Incluye el Paso Juyong o Paso del Norte, donde se apostaban guardias para defender la ciudad. La puerta es de piedra y ladrillos de las colinas.
2. Sector Mutianyu
Está a 70 kilómetros de Pekín y para recorrerla se requiere cierta preparación física, debido a que tiene varios desniveles importantes. Lo bueno es que no la visitan tantos turistas y que en el recorrido puedes detenerte y disfrutar el paisaje: frondosos bosques siempre verdes.
3. Sector Simatai
Es la zona más alejada de la capital (a 140 kilómetros), pero a cambio de ese viaje tendrás un sector realmente interesante. Los tramos no están restaurados, son originales y auténticos.
4. Sector Jinshanling
También queda un poco lejos de la ciudad principal de China, a unos 120 kilómetros. Pero al igual que la anterior, es un tramo que no ha sido restaurado. Además, destaca por su forma zigzagueante. Pensarás que estás andando por encima de una gran serpiente entre las montañas.