La cueva de Arpea, un paraje repleto de leyendas

La cueva de Arpea se localiza a caballo entre Francia y España, en pleno Pirineo navarro. Es un auténtico manjar paisajístico que ofrece preciosas panorámicas y una legendaria cueva, un lugar con mucha magia.
La cueva de Arpea, un paraje repleto de leyendas
Daniel Casas

Escrito y verificado por el geógrafo Daniel Casas.

Última actualización: 26 noviembre, 2020

La cueva de Arpea es uno de esos lugares mágicos que nos ha regalado la naturaleza. Estamos hablando de un paraje que rebosa belleza en forma de riachuelos, montañas y valles acompañados de una geología muy caprichosa a la hora de originar esta peculiar cavidad subterránea repleta de leyendas. ¿Te apetece conocer mejor sus encantos?

Localizada en el Pirineo navarro, a caballo entre España y Francia y a 950 metros sobre el nivel del mar, la cueva de Arpea está bajo la protección de montes cubiertos por un tupido e intenso verde que lo cubre todo a su paso. Se trata de un lugar realmente sobrecogedor, salpicado de animales, leyendas y un gran silencio. Todo ello ofrece al turista un paisaje que se graba en la retina.

Una geología demasiado caprichosa

Este lugar representa un destino muy apetitoso, pues en el entorno de la cueva de Arpea se encuentran además algunos de los rincones más impresionantes de la cordillera pirenaica. Su cercanía con lugares como la fábrica de armas de Orbaitzeta, la Selva de Irati o la histórica localidad de Donibane Garazi (San Juan Pie de Puerto), hacen todavía más atractivo este enclave.

Más allá de ello, es importante hacer mención a la geología, pues este lugar impresiona aún más si descubrimos que la cueva está formada gracias a los pliegues que diferentes capas de rocas calizas experimentaron durante la última gran orogénesis en la era Terciaria.

De esta manera se formó este peculiar «anticlinal», que es la forma en la que se denominan en geología los pliegues convexos de las diferentes láminas que componen el sustrato rocoso. Este sustrato se formó en los fondos marinos durante la era Secundaria y dio lugar a esta imponente cordillera tras el choque posterior de las placas tectónicas.

Turista posando en la entrada de la cueva Arpea.

Ruta hacia la cueva de Arpea

Existen múltiples rutas para llegar hasta la cueva de Arpea, pero algunas de ellas entrañan ciertos peligros o dificultades solo aptas para expertos en montañismo.

De cualquier manera, existe una alternativa asequible que tan solo ofrece un paseo de unos 15 minutos a través de un camino sencillo, aunque estrecho y con cierta pendiente. Por otra parte, el itinerario y la entrada de la cueva se pueden apreciar desde los primeros pasos de la ruta.

El sendero arranca desde la plataforma localizada al final de la carretera 64220 en Estérençuby, Francia. Desde aquí, va perdiendo altitud hasta llegar al interior del barranco en el que se encuentra la cueva. Allí encontramos un pequeño riachuelo que nos acompañará hasta la cueva de Arpea en este idílico lugar.

El interior de la cueva atestigua la función que esta ha cumplido a lo largo de la historia. Y es que su interior, de pequeñas dimensiones, era utilizado para guardar al ganado durante las noches frías.

Las leyendas de la cueva de Arpea

Más allá de los usos ganaderos, la cueva de Arpea cuenta con una gran carga mitológica. Una de esas leyendas narra que estuvo habitada desde la Prehistoria tanto por personas como por animales. También se habla de las llamadas lamiak, un ser mitad mujer y mitad animal que está muy presente en la mitología de Euskal Herria.

Turista haciendo senderismo por los Pirineos.

Cuentan las leyendas que, gracias a su larga melena y gran belleza, estos seres mitológicos encandilan a propios y a extraños. Entre ellos, a los pastores del Pirineo. Las lamiak han estado tradicionalmente relacionadas con espacios como ríos, fuentes u otros lugares donde hay agua.

En este caso, uno de los arroyos que fluye sus aguas al río Nive nace en las profundidades de este entorno. Se trata de un cauce, que, rodeado de dólmenes y crómlech prehistóricos, dota a esta cueva de un misterio y un encanto nunca antes vistos.

Los encantos del Pirineo

En este sitio se localizan todos los grandes macizos y valles, además de bosques extensos e infinidad de lagos pequeños y praderas de alta montaña. Aquí se descubre la belleza de sus espectaculares paisajes, paseos sosegados por pueblos de piedra y patrimonio milenario. Las posibilidades para la práctica de deportes de montaña y senderismo son infinitas.

El Pirineo es un destino imprescindible para el viajero. Los lugares con un encanto especial como esta cueva de Arpea completan un viaje que puede llegar a resultar mágico y legendario.